El juez federal Claudio Bonadio tenía anoche a la firma una gigantesca resolución con la que procesará con prisión preventiva a la expresidenta Cristina Kirchner como jefa de una asociación ilícita conformada por funcionarios públicos que recaudaban dinero negro de empresarios que eran beneficiados con contratos millonarios de infraestructura. Para llegar a esa decisión, resultó clave el testimonio del exsecretario de Obras Públicas José López : fuentes con conocimiento de la causa indicaron a LA NACION que en su confesión dijo que al morir Néstor Kirchner ella lo citó para avisarle que desde ese momento asumía el control de las operaciones que hasta entonces había gestionado su esposo.