Copa del Rey: Real Madrid fue campeón frente a Osasuna con tonada brasileña por el talento (y los excesos) de Vinícius y los goles de Rodrygo

El capitán Karim Benzema va a levantar la Copa del Rey en el podio de la celebración; Real Madrid volvió a ganar el trofeo al cabo de nueve años.
El capitán Karim Benzema va a levantar la Copa del Rey en el podio de la celebración; Real Madrid volvió a ganar el trofeo al cabo de nueve años. - Créditos: @ANDER GILLENEA

Especializado en la caza mayor de la Champions League y la liga de España, Real Madrid venía con la puntería desviada en la Copa del Rey, un torneo que compensa y consuela, pero casi nunca está entre sus prioridades. No la levantaba desde el 2014, con la inolvidable corrida de Gareth Bale ante el Barcelona de Gerardo Martino. Inclusive, en el podio de los más campeones de la Copa del Rey, Real Madrid sigue ocupando el tercer escalón, con 20 títulos, detrás de Barcelona (31) y Athletic Bilbao (23).

En la final disputada en Sevilla impuso su condición de favorito al vencer por 2-1 al aguerrido Osasuna, que accedía por segunda vez en historia, tras la que perdió en 2005 ante Sevilla. El partido tuvo tonada brasileña por la gran actuación de Vinícius -también por la chispas que se sacó con los rivales- y los goles de Rodrygo.

Eder Militão festeja el gol de su compatriota Rodrygo
Eder Militão festeja el gol de su compatriota Rodrygo - Créditos: @CRISTINA QUICLER

En la campaña al título, Real Madrid dejó en el camino a dos pesos pesados: Barcelona y Atlético de Madrid. A la espera de las inminentes semifinales ante Manchester City por la Champions League, obtuvo en las últimas dos temporadas alguno de todos los torneos que disputó.

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El 1-0, vía Rodrygo

No tardó Real Madrid en desenfundar su arma más filosa, la que descosió el sector derecho de la defensa de Osasuna. Apenas se cumplía un minuto de juego y Vinícius ya dio rienda suelta a su reportorio de gambetas, amagos, corridas, desbordes. Un tormento para el lateral Moncayola, que encima no tuvo mucho auxilio de sus compañeros para contener al vendaval brasileño. Vinícius se sacó de encima como si fueran moscas a Moncayola y Peña para llegar al fondo y tirar el centro atrás para la definición de Rodrygo. Conexión brasileña, dos veinteañeros y estandartes de la renovación del equipo, para ponerse rápidamente en ventaja.

Karim Benzema festeja con el trofeo ante la mirada del Rey Felipe VI
Karim Benzema festeja con el trofeo ante la mirada del Rey Felipe VI - Créditos: @ANDER GILLENEA

Quizá por la rápida apertura del marcador, la final se hizo de ida y vuelta, sin ataduras, cada uno con sus armas. Entretenida y atractiva. Real Madrid, sustentado en la calidad y la personalidad de su colección de individualidades. Osasuna, con un estilo directo, de continuos centros. Por la vía aérea, el conjunto de Pamplona tuvo sus chances, con cabezazos de Budimir y Oroz, descuidados por la pareja central Militao-Alaba, por quienes respondía con seguridad Courtois.

Torró para Osasuna: 1-1

Real Madrid insistió con Vinícius, que hizo de la banda derecha una pista de baile; hasta fabricó un caño sobre un rival dejando pasar la pelota. Así como danza en cada jugada, el ex-Flamengo también puede convertir la cancha en un callejón oscuro para pelearse. Son reiteradas sus discusiones y protestas con los rivales, con manoseos que están cerca de derivar en golpes. Si lo provocan, Vinícius reacciona como lecha hervida, no evita la confrontación. Se prende en la refriega y descuida su principal capital: jugar al fútbol, desplegar su impresionante arsenal ofensivo, del que se benefician sus compañeros de ataque por los espacios que abre. Por no saber controlar su temperamento fue amonestado.

Sobre el final del primer tiempo, Lucas Vázquez, que por ser suplente no deja de ser un referente de Real Madrid, le dio varios consejos al oído al brasileño. “Lo único que quieren es sacarte del partido. Es lo único que quieren”, musitó. El ambiente estaba caldeado y tras el término del primer período, cuando bajaban por las escaleras de los vestuarios, Vinícius tuvo un entredicho con Ezequiel “Chimy” Ávila, el argentino que estaba entre los suplentes. Ávila se abalanzó sobre el brasileño, y debió ser frenado por otros jugadores. El tumulto continuó en la antesala del vestuario.

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La discusión Vinícius vs. Chimy Ávila

La situación más clara para Osasuna en la primera etapa fue por uno de esos descuidos de Militao que últimamente tanto preocupan a Ancelotti, que no lo oculta públicamente. El entrenador italiano ya dijo que no son admisibles las lagunas del zaguero central, como la que cometió ante la embestida de Abde, que lo anticipó y definió con un toque sutil sobre la salida de Courtois; Carvajal salvó el empate casi sobre la línea.

Real Madrid pudo aumentar en el primer tiempo con un tiro libre de Alaba que dio en el travesaño y un par de definiciones de Benzema (tapó el arquero Herrera) y Vinícius (desviado). Los 45 minutos iniciales, para lo bueno y lo controvertido, habían tenido el sello de Vinícius.

Vinícius, desencajado ante David García, es calmado por su compañero Benzema
Vinícius, desencajado ante David García, es calmado por su compañero Benzema - Créditos: @JAVIER SORIANO

El juego de Real Madrid bajó las revoluciones en el comienzo de la segunda etapa. Quiso tener un control más pausado, pero cayó en el pecado de la pasividad. Osasuna, que como lo indica su ADN nunca se rinde antes de tiempo, aprovechó esa bajada de tensión del rival para empatar con un gran remate desde fuera del área de Torró. Con el 1-1, se reabría la final.

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El estadio La Cartuja se convirtió en una caldera. En la cabecera ocupada por los hinchas de Osasuna hubo desbordes y los bomberos debieron intervenir para apagar bengalas que representaban un riesgo.

Rodrygo marca el primer gol de Real Madrid.
Rodrygo marca el primer gol de Real Madrid. - Créditos: @Jose Breton

Real Madrid debía volver a enchufarse, mientras en Osasuna ingresaba “Chimy” Ávila, pura potencia y arrojo el argentino que tuvo en Rosario una niñez y adolescencia en un entorno complejo, con un ingreso a la cárcel. El Madrid apeló a la solución conocida: el desborde de Vinícus, capaz de sacar el centro atrás aunque la pelota esté por traspasar la línea de fondo. Esta vez, contribuyó un mal despeje de David García para que la pelota le quedara al certero Rodrygo, autor del gol del 2-1.

Carvajal, con un cierre milagroso en tiempo de descuento, evitó la igualdad. En las áreas, Real Madrid es titánico. Y más si se trata de una final.

Rodrygo: 2-1 para Real Madrid

La síntesis

  • Real Madrid: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga; Tchouameni (Rüdiger, min.69), Kroos (Modric, min.80), Valverde; Rodrygo (Asensio, min.88), Benzema y Vinicius.

  • Osasuna: Herrera; Peña (Kike Barja, min.75), Aridane, David García, Cruz; Moncayola, Torró (Ibáñez, min.86), Oroz, Moi Gómez (Kike García, min.86); Abde (Rubén García, min.75) y Budimir (‘Chimy’ Ávila, min.70).

  • Goles: PT ‘2′ Rodrygo Goes (RM); ST ‘13, Lucas Torró (O), y ‘25, Rodrygo Goes (RM).

  • Árbitro: Sánchez Martínez. Amonestados: Militao, Vinicius, Camavinga, Valverde y Courtois (RM); Moncayola, David García, Kike Barja e Ibáñez (O).

  • Estadio: La Cartuja, de Sevilla.