Copa del Rey: Atlético de Madrid perdió contra Athletic Bilbao en un final caliente, con Diego Simeone separando a Rodrigo De Paul

Diego Simeone interviene en el incidente que comenzaron Rodrigo De Paul y Alex Berenguer, al que luego se sumaron otros jugadores; Atlético de Madrid y Athletic Bilbao sostuvieron un picante inicio de semifinal de Copa del Rey.
Diego Simeone interviene en el incidente que comenzaron Rodrigo De Paul y Alex Berenguer, al que luego se sumaron otros jugadores; Atlético de Madrid y Athletic Bilbao sostuvieron un picante inicio de semifinal de Copa del Rey. - Créditos: @JAVIER SORIANO

Se acabó un largo invicto de Atlético de Madrid en el estadio Metropolitano en un partido que le dolió especialmente, por las ilusiones que tiene depositadas en la Copa del Rey. Llevaba 26 triunfos y dos empates como local, más de un año. La derrota por 1-0 frente a Athletic Bilbao en la ida de su semifinal lo obliga a una remontada en el desquite en el Nuevo San Mamés, el 29 de este mes.

El cabezazo de Álvaro Morata junto a un poste en el minuto 57 del segundo tiempo fue una síntesis de la insistencia sin recompensa para Atlético. Un par de minutos antes había sentido otra forma de frustración cuando Antoine Griezmann se disponía a ejecutar un penal que el VAR impidió al detectar un off-side de Morata en el momento en que era derribado por Yeray Álvarez.

No le salió nada al Atlético de Diego Simeone, entrenador que en las eliminatorias de dos partidos viene acompañado por una alta eficacia (66,6%), producto de 32 triunfos en 48 series. Tendrá difícil revertir la llave ante un Athletic de estirpe copera, que afronta por quinto año consecutivo las semifinales y supo ser el más ganador de la competencia (24 títulos) hasta que lo sobrepasó Barcelona (31). “Hicimos un partido muy bueno, pero cometimos un error, y en esta clase de partidos se paga. Es una serie larga, quedan 90 minutos”, expresó Simeone, a quien se notó tranquilo en la conferencia de prensa.

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Final caliente, con Simeone separando a Rodrigo De Paul, enfrascado en una discusión y en empujones con Alex Berenguer, autor del gol de la victoria. Atlético había hecho un gran desgaste contra un adversario que había llegado con 48 horas más de descanso por la programación de la liga, circunstancia de la que se quejó el entrenador argentino.

Por el centro de la defensa, sector en el que más suele cerrarse, el equipo madrileño dejó una vía libre que Reinildo quiso tapar con una imprudencia. El zaguero de Mozambique, que vuelve después de una larga lesión y de disputar la Copa de África, no estuvo frente a Real Madrid. Simeone lo preservó para este encuentro, al que le asignó una importancia mayor que al derbi. Potente y expeditivo, Reinildo no midió su entrada abajo contra Beñat Prados, barrido con una dura patada. Penal claro, aunque Atlético discutiera que la infracción había sido fuera del área. Berenguer lo convirtió con un remate que fue al palo contrario a aquél al que voló Jan Oblak.

Habían transcurrido 24 minutos y el conjunto dirigido por Ernesto Valverde le sacaba máximo rédito a su ordenado planteo, de poca tenencia de la pelota pero tácticamente disciplinado, sin apuro, a la espera de alguna oportunidad. La tuvo con ese exceso de vehemencia de Reinildo, que fue amonestado, y el Cholo no quiso arriesgar: en el segundo período lo reemplazó por Mario Hermoso.

Un primer tiempo de picar piedra fue para Atlético. Le costó traducir la iniciativa en situaciones de gol. La dificultad para encontrar huecos en las inmediaciones del área lo llevó a abusar de los centros, que casi siempre hallaron bien posicionada a la defensa vasca. Rodrigo De Paul, distinguido como el mejor futbolista del conjunto de Madrid en enero, armó un tándem por la derecha con Nahuel Molina, pero también tuvo libertad para incursionar en otros sectores, en búsqueda de la hendija para el pase que la defensa blanca obturaba con un buen escalonamiento.

Rodrigo De Paul trata de salir de la presión de Iñaki Williams; el argentino hizo un tándem por la derecha con su compatriota Nahuel Molina, se movió con libertad por el ataque y se enroscó con varios oponentes.
Rodrigo De Paul trata de salir de la presión de Iñaki Williams; el argentino hizo un tándem por la derecha con su compatriota Nahuel Molina, se movió con libertad por el ataque y se enroscó con varios oponentes. - Créditos: @JAVIER SORIANO

El desarrollo trabado llevó a De Paul a tener roces con algunos rivales y a protestar al árbitro. El argentino se conecta a los partidos jugando y hablando. Alguna aparición de Griezmann, la presencia siempre al acecho de Memphis Depay –titular por delante de Morata, goleador del equipo en la liga–, la percusión del carrilero Samuel Lino por la izquierda, alguna escalada de Molina. Atlético iba y chocaba, le entraba la ansiedad.

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Athletic Bilbao era mejor en la cobertura de los espacios que en el cuidado de la pelota. No había muchas noticias de las zancadas de Iñaki Williams por la derecha. En cualquier caso, los dirigidos por Valverde llevaban muy bien el plan de desactivación del adversario.

Simeone movió el banco con los ingresos de Morata –no estuvo desde el arranque porque arrastraba unas molestias musculares– y Marcos Llorente, autor del empate en el Santiago Bernabéu, por Molina. En la segunda etapa, el encuentro entró en la combustión ambiental que el Cholo les había pedido a los hinchas el día anterior.

Nahuel Molina engancha ante la marca de Yuri; el cordobés fue reemplazado por Marcos Llorente en la segunda mitad.
Nahuel Molina engancha ante la marca de Yuri; el cordobés fue reemplazado por Marcos Llorente en la segunda mitad. - Créditos: @JAVIER SORIANO

Athletic también se adaptó a ese escenario más frenético y no renunció al contraataque. Estuvo muy cerca del 2-0 cuando el ingresado Asier Villalibre no aprovechó a dos o tres metros del arco un rechace de Obak a un remate de Unai Gómez. La tensión iba en aumento y Simeone fue amonestado por protestas.

Llegó el momento de Ángel Correa, un revulsivo habitual en los segundos tiempos, y más cuando su equipo está en apuros. El argentino agitó el ataque con su atrevimiento y su capacidad para encontrar espacios. De él siempre se puede esperar algo. Y fue el que estuvo más cerca de conseguir el empate, con una definición cruzada que despejó Iñigo Lekue sobre la línea.

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No había manera de abrir el candado vasco. Hasta el arquero Julen Agirrezabala, titular por la Copa del Rey, mientras Unai Simón lo es en la liga, se lució con una tapada a Griezmann, que tampoco pudo contra su víctima favorita: Athletic es el rival contra el que más convirtió (14 goles en 32 partidos). No hubo caso: Atlético se fue mascando una derrota pese a haber hecho méritos para llevarse algo.

Las formaciones de Atlético de Madrid 0 vs. Athletic Bilbao 1