Copa América 2024: el matrimonio que perdió todo en el 2001, la repostera que mandó medialunas a Messi y los extranjeros que hinchan por Argentina

Los cordobeses Luis y Lidia, emocionados; viajaron desde Utah para ver a la selección en Atlanta
Los cordobeses Luis y Lidia, emocionados; viajaron desde Utah para ver a la selección en Atlanta - Créditos: @Ezequiel Díaz

ATLANTA (enviado especial).- Para celebrar el cumpleaños de 80, Luis y su mujer Lidia, de 72, pensaron en el mejor regalo: una semana en Atlanta para ver a su querida selección. Son las 6 de la tarde del domingo y la delegación argentina con Messi a la cabeza dejó el hotel de la concentración para ir a cumplir con su primera práctica con vistas al debut de la Copa América, este jueves a la noche frente a Canadá.

Vestidos con la camiseta de las tres estrellas, el matrimonio todavía está emocionado, como varios de los chicos que hace rato nomás vieron pasar a sus ídolos.

“Nos genera emoción, alegría, pasión. Somos muy pasionales y lo llevamos en la sangre”, dicen Luis y Lidia, siempre al borde de las lágrimas. Pese a la distancia y los años, este hombre que ya se jubiló en los Estados Unidos explica lo que representa la selección en su vida: “nos da las alegrías que necesitamos, para nosotros y para nuestro querido pueblo, que necesita tanto pero tanto de este fútbol.

A Lidia se le entrecorta la voz cuando recuerda lo que dejaron atrás en su querida Córdoba capital: “Todo. Nuestras familias... Nos fuimos porque nuestro país nos quitó todo. Teníamos una empresa y en el 2001 agarramos nuestras maletas con casi 60 años y vinimos a empezar de nuevo”. Desde entonces, viven en Utah y aseguran que fue la mejor decisión que podrían haber tomado en sus vidas. Aunque el corazón quedó partido a miles de kilómetros de distancia.

Los cordobeses Luis y Lidia, emocionados; viajaron desde Utah para ver a la selección en Atlanta
Los cordobeses Luis y Lidia, emocionados; viajaron desde Utah para ver a la selección en Atlanta - Créditos: @Ezequiel Díaz

Luis y Lidia serán unos de los miles de argentinos que estarán presentes este jueves en el estadio Mercedes Benz para el debut copero del equipo de Scaloni. Aunque todavía no hay cifras confirmadas, desde la Conmebol esperan un lleno de las casi 70.000 localidades que se pusieron a la venta. La mayoría de los asistentes serán argentinos, llegados desde diferentes partes de Estados Unidos, la Argentina y otros rincones del mundo.

Aunque la comunidad argentina de Atlanta no es tan numerosa como la de Miami, cientos de compatriotas están armando la previa desde hace tiempo, cuando se enteraron que Messi jugará el primer partido de la copa en esta ciudad.

Es el caso de Natalia, de 50 años, que vive en Cumming, una ciudad a unos cuarenta minutos al norte de Atlanta. Hace cinco años se mudó al estado de Georgia junto a sus hijos y su marido, a quien trasladaron desde su empresa de tecnología en Buenos Aires. Oriunda de San Fernando, a Natalia se le ocurrió en la pandemia armar su propio emprendimiento de pastelería. Arrancó con los productos que más extrañaba de su país: medialunas, vigilantes, cañoncitos de dulce de leche, pasta frola y tarta de ricota. Al principio el negocio le costó pero con el tiempo fue virando hasta atraer al público local. Los argentinos le compran facturas y los estadounidenses y el resto de la comunidad latina le encargan tortas para cumpleaños, casamientos y eventos.

El domingo fue noticia. Mientras los dos micros salían del hotel con los jugadores rumbo al entrenamiento, Natalia se cruzó entre la maraña de policías y curiosos por delante de uno de ellos. El revuelo llamó la atención del propio Chiqui Tapia, quien pidió frenar el ómnibus y aceptar el regalo de Natalia: una bandeja con casi cinco docenas de medialunas al estilo argentino. Diego, su marido, contó al día siguiente a LA NACION que “volaron enseguida”, aunque no tuvo la confirmación si Messi probó alguna.

Natalia emigró con su marido, Diego, y se convirtió en pastelera en la ciudad de Cumming, en las afueras de Atlanta
Natalia emigró con su marido, Diego, y se convirtió en pastelera en la ciudad de Cumming, en las afueras de Atlanta - Créditos: @Ezequiel Díaz

“Sabíamos que venía la selección y mi sueño era que alguien pruebe mis medialunas, porque acá no venden como las que comemos nosotros. Casi me pisan, pero les entregué casi sesenta, calculando un par por jugador. Son riquísimas por son esponjosas y mucha manteca”, cuenta orgullosa a LA NACION Natalia.

Junto a su marido, relata la emoción de poder ver en esta ciudad a la selección en un torneo oficial, un destino poco común para el fútbol internacional. Les había quedado pendiente ver a Messi en el último partido entre el Atlanta United y el Inter Miami, que el capitán se perdió por una lesión.

Ahora participarán de la previa con algunas actividades organizadas por la comunidad de argentinos y el consulado. El miércoles habrá comida argentina, cerveza y fernet y proyectarán la película “Muchachos”. El mismo día del partido habrá una previa fuerte, también con comida y bebida, organizada por los hinchas argentinos del Atlanta United.

Diego, un colombiano que hincha por el equipo de Scaloni
Diego, un colombiano que hincha por el equipo de Scaloni - Créditos: @Ezequiel Díaz

Está claro que la presencia de Messi, e incluso de otros jugadores como Di María, Julián Álvarez y Lautaro Martínez, despierta la admiración de otros hinchas. Especialmente de los latinos. Tal es el caso de Agustina, una uruguaya que vino a vivir a Estados Unidos hace casi dos décadas, cuando tenía solo tres años. Sin embargo, está en la puerta del hotel Westin con la camiseta argentina. “Vine porque me gusta Messi y por eso voy a hinchar por la selección”, cuenta alejada por completo de cualquier rivalidad entre uruguayos y argentinos.

Diego se acerca con su mujer y su pequeña hija de cuatro años. Es colombiano y relata que hace cinco años viven en Atlanta. “Estoy muy emocionado de ver a la selección argentina aquí. Argentina es el mejor equipo del mundo y quién no quisiera conocer en persona a esos jugadores: admiro mucho a Messi y también Di María”, fundamenta sobre su pasión por la Scaloneta.

En caso de una final Argentina-Colombia, Diego ensaya una respuesta: “Corazón dividido. La verdad, los dos son los mejores equipos. Si pierde Colombia la final con Argentina, no me importaría”.