Lo convocó un club italiano para probarse como futbolista y rifa lo que más quiere en la vida para pagarse el viaje
Sebastián Hernández tiene 15 años y vive en la provincia de Chubut. Desde sus primeros años de vida supo que su destino estaba marcado por una pelota que rueda por campos de juego repletos de tierra, ripio y matas de pasto.
Criado en Gualjaina, a 300 kilómetros de Chubut, Sebastián asistió al club Sarmiento en compañía de un amigo con la ilusión de demostrar su talento y llenar los ojos de los captadores quienes están ávidos de encontrar a esos deportistas que pasan día y noche pateando una pelota en baldíos, descampados, campos y otros escenarios propios del deporte más popular del país.
Con destreza para desempeñarse como lateral izquierdo, un puesto muy demandado por los ojeadores de talentos, no solo deslumbró a los entrenadores locales, sino que también a los italianos, quienes estuvieron de recorrida por el país y se toparon con la prestancia de un adolescente de 15 años que superó, con creces, la prueba. Una vez terminada la práctica, los emisarios se encargaron de conseguir el número de sus padres para darles la ansiada noticia.
“Hicieron la prueba, volvió a la residencia donde vive y ahí nos llamaron a la noche para hacer la prueba en Europa. Me emocionó mucho y no quería generarle una expectativa a él debido al costoso operativo económico que es viajar y quedarse unos días en Europa”, explicó Fabiana, la mamá de Sebastián, en diálogo con LA NACION.
Sebastián necesita 5 millones de pesos para viajar a Italia desde el 1 al 15 de diciembre, periodo donde se desempeñará en el club Digiesse Praia Tortora, ubicado en la ciudad de Tortora, en la región de Calabria. Para ese fin, ante la imposibilidad económica de poder solventar ese monto, la familia organizó una rifa donde cada número cuesta 5 mil pesos y el primer premio es un caballo ensillado.
“La misma semana que nos dieron la noticia nos enteramos de que el papá de uno de los chicos que también va a la prueba vendió su camión y van a ir a Italia. A partir de ahí, empezamos con la rifa que tiene de primer premio un caballo ensillado que se lo regaló mi marido a los 9 años, como él no lo usa mucho decidió ponerlo a disposición para cumplir su sueño”, explicó la mujer al detallar que además del animal, una gran cantidad de premios que incluyen –también- un cordero, un chivo y un mate imperial de alpaca, con su respectiva bombilla del mismo material.
Sebastián vive en una residencia escolar donde permanece de lunes a viernes y los domingos regresa a la escuela 740 de Trevelin, Chubut. Además de los libros y las sapiencias obtenidas en la institución educativa, persigue el sueño de ser futbolista profesional, un mundo donde las oportunidades son escasas y hasta lejos de su país de origen.
Con un sentido de pertenencia forjado en el club de barrio llamado Fontana de Trevelin, Sebastián decidió desprenderse de su caballo llamado Chupilca para poder reunir los fondos para poder sacar un vuelo y alojamiento en Italia.
A pesar del dolor que le genera que otra persona pueda ganárselo en una rifa, internamente entiende que es uno de los métodos para acercarse al sueño de toda su vida.
“A él le duele tener que dejarlo, pero está seguro que lo va a dejar en buenas manos. Seguro se lo va a ganar alguien y se lo vamos a poder dar al centro ecuestre Lucero de Esquel, donde hacen equinoterapia”, sostuvo la madre de Sebastián.
Apoyado por su familia y con el aval del papá de su compañero que será su tutor en Italia, Sebastián, con 15 años, afronta uno de los desafíos más importantes en su corta vida como deportista. Para ello, necesita el apoyo de toda su comunidad que cree en sus condiciones y estará con él a capa y espada para cristalizar la meta de llegar a vivir del fútbol.
Además de la mencionada rifa, quienes quieran colaborar con la causa también pueden hacer una contribución económica mediante el alias “degualjainaalmundo”.