Contundente triunfo: el socialista Antonio Costa obtuvo una inesperada mayoría absoluta en Portugal

Antonio Costa festeja al llegar a su búnker esta noche
PATRICIA DE MELO MOREIRA

PARIS.- Tras días de intensa incertidumbre, el Partido Socialista (PS) portugués del primer ministro Antonio Costa ganó anoche holgadamente las elecciones legislativas anticipadas y obtuvo la mayoría absoluta, con cerca de 42% de los votos, seguido por la derecha social-demócrata (PSD), cuyos resultados se situarían por debajo del 30%. La extrema derecha fue otra de las sorpresas de la noche, dado que se transforma en la tercera fuerza política del país.

Los socialistas alcanzaron 117 de los 230 escaños del parlamento, seguidos por 71 puestos del centroderechista PSD. Con este resultado, Costa no dependerá más de los dos partidos de izquierda radical que lo acompañaron desde 2015 y podrá formar gobierno únicamente con su PS, espacio que dirigió Portugal durante 19 de los últimos 25 años.

El resultado fue especialmente sorprendente porque la jornada se anunciaba muy difícil para el gobierno, dirigido por el primer ministro socialista Antonio Costa, cuya formación se hallaba codo a codo con la derecha del PSD. En el poder desde 2015, Costa se enorgullece de haber “puesto fin a la austeridad” presupuestaria practicada por la derecha, gracias a una alianza histórica con los partidos de extrema izquierda, el Bloque de Izquierda y una coalición comunistas-verdes. Esa coalición estalló cuando esas formaciones rechazaron el proyecto de presupuesto para 2022, forzando a Costa, hace tres meses, a convocar elecciones anticipadas.

En aquel momento, los sondeos daban al PS un avance de 13 puntos de sobre su principal opositor, el PSD. Pero esa ventaja se evaporó con el correr de los días hasta que, en las últimas encuestas de opinión, el PS obtenía entre 35% y 36%, contra 33% para la derecha del PSD del exalcalde de Portugal, Rui Rio.

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Frente a esa escasa diferencia, los institutos de sondeo reservaron sus pronósticos, declarando un “empate técnico”. Asimismo, con un portugués de cada diez en cuarentena por el Covid, el nivel de participación a la votación —la tercera organizada en Portugal desde que comenzó la pandemia— constituía un factor suplementario de incertidumbre. Pero ese temor tampoco se concretó. Los portugueses se movilizaron mucho más que en las elecciones de 2019, superando el 56% contra 51% de entonces.

“Una mayoría absoluta no es poder absoluto, gobernar en solitario... es una responsabilidad mayor”, declaró Costa esta noche a sus seguidores en el cuartel de campaña de su partido. “Las condiciones han sido creadas para hacer inversiones y reformas para que Portugal sea más próspero, justo e innovador”, agregó.

Surge una tercera fuerza

Para el campo progresista, la mala noticia llegó con el buen score obtenido por Chega (ID), la formación de extrema derecha que pasará de un solo diputado, su presidente André Ventura, a convertirse en la tercera fuerza política del país, con 12 escaños. Aliado a la francesa Marine Le Pen y al italiano Matteo Salvini, ese ex inspector fiscal de 39 años también está cerca de los españoles de Vox.

Como tercera fuerza política de Portugal, Chega ocupará el lugar dejado ayer en forma estrepitosa por la extrema izquierda del Bloque de Izquierda, que pasó de 7% a apenas 3,55% de los votos.

Andre Ventura, titular del partido de ultraderecha Chega
PATRICIA DE MELO MOREIRA


Andre Ventura, titular del partido de ultraderecha Chega (PATRICIA DE MELO MOREIRA/)

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“Todo va a ser diferente en el parlamento”, declaró a sus seguidores Ventura, un ex comentarista deportivo. “De ahora en adelante no habrá oposición blanda. Asumiremos el papel de ser la verdadera oposición a los socialistas... y de restaurar la dignidad en este país”, agregó.

Desafíos

En solitario, el próximo gobierno tendrá que hacer frente a enormes desafíos después de dos años de pandemia. Costa podrá contar, sin embargo, con históricos presupuestos gracias a los fondos de reactivación de la Unión Europea (UE): 45.000 millones de euros, repartidos en los próximos siete años. Dos tercios de esa cifra estarán destinados a proyectos públicos, el resto debe ser atribuido a empresas privadas.

A pesar de un “cierto desencanto”, es evidente que la mayoría de los electores consideró que Costa tiene “más competencias y experiencia para gobernar” que Rui Rio, economista de 64 años, apreciado por su “franqueza y autenticidad”, analiza la politóloga Marina Costa Lobo.