Controversia en EE.UU.: Alabama aplicará un nuevo método de ejecución por nitrógeno a un condenado
MONTGOMERY, Alabama.- Alabama ejecutará hoy a un recluso con gas nitrógeno, según dictaminó el miércoles una corte federal de apelaciones, negándose a bloquear la que sería la primera ejecución del país mediante un nuevo método desde 1982. El proceso duraría 30 horas a partir de este jueves y será el castigo por su participación en un asesinato por encargo en 1988.
En su decisión dividida, la Corte Federal de Apelaciones del 11º Circuito rechazó el jueves por la noche la petición de Kenneth Eugene Smith de una orden judicial para detener su ejecución por hipoxia nitrogenada. La asfixia implica privar al preso de oxígeno, haciéndole respirar únicamente nitrógeno, lo que priva al cerebro y otros tejidos de oxígeno, ocasionando la muerte.
Los abogados de Smith han argumentado que el estado intenta convertirlo en sujeto de pruebas de un método de ejecución experimental.
El método consiste en colocar una mascarilla tipo respirador sobre la nariz y la boca para reemplazar el aire respirable con nitrógeno, provocando la muerte por falta de oxígeno. El estado predijo en documentos judiciales que el gas hará que un recluso pierda el conocimiento en segundos y provocará la muerte en minutos. Los críticos del método no probado dicen que el estado no puede predecir qué sucederá y qué sentirá Smith después de que el director encienda el gas.
Algunos estados están buscando nuevas formas de ejecutar a los condenados a muerte porque las drogas utilizadas en las inyecciones letales, el método de ejecución más común en Estados Unidos, se han vuelto difíciles de encontrar. Tres estados (Alabama, Mississippi y Oklahoma) han autorizado la hipoxia de nitrógeno como método de ejecución, pero ningún estado ha intentado utilizarla hasta ahora.
Los jueces dijeron en su decisión de 2-1 que “no cabe duda de que la muerte por hipoxia nitrogenada es novedosa”, pero que Smith no había demostrado que sea una violación a la prohibición constitucional de los castigos crueles e inusuales. En su disenso, la jueza de circuito Jill A. Pryor afirmó que existen “dudas reales” sobre el protocolo y lo que experimentará Smith.“Morirá. El costo, me temo, será la dignidad humana del señor Smith, y la nuestra”, escribió Pryor en una declaración de disenso.
Robert Grass, abogado de Smith, se negó a comentar al respecto el miércoles por la noche. Smith le dijo a la BBC a través de un intermediario que “sufre ataques de pánico” desde que conoce la muerte que le espera. Pero fue le propio Smith quien expresó su deseo de ser ejecutado a través de este método, que sólo Alabama, Oklahoma y Mississippi han aprobado y ninguno ha utilizado.
Smith, de 58 años, es uno de los dos hombres que fueron condenados por el asesinato a sueldo de la esposa de un predicador en 1988, crimen que conmocionó a una pequeña comunidad del norte de Alabama. Según la acusación, Smith y el otro hombre recibieron 1.000 dólares cada uno para matar a Elizabeth Sennett por encargo de su marido, quien estaba sumido en deudas y quería cobrar el seguro.
El fiscal general de Alabama, Steve Marshall, elogió la decisión de permitir que la ejecución proceda. “Ya son dos tribunales que han rechazado los argumentos de Smith”, dijo Marshall. “Sigo confiado en que la Corte Suprema se pronunciará del lado de la justicia, y que la ejecución de Smith se llevará a cabo mañana”.
El estado predijo en los documentos presentados ante el tribunal que el gas hará que el recluso pierda el conocimiento en cuestión de segundos y cause la muerte en pocos minutos.
Los detractores de este método no experimentado afirman que el estado no puede predecir lo que ocurrirá y lo que sentirá Smith después de que el celador abra el paso del gas. Sus abogados afirman que corre el riesgo de padecer un sufrimiento prolongado y de morir ahogado en su propio vómito.
Expertos médicos y activistas han advertido del riesgo de que Smith pueda tener convulsiones violentas hasta quedar en estado vegetativo, pero la gobernadora Kay Ivey, que tiene potestad para detener las ejecuciones, ha declinado hasta ahora intervenir en este caso.
165 personas están en el corredor de la muerte de Alabama y temen ser condenados al mismo tipo de ejecución.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos declaró la semana pasada que este método, nunca antes utilizado, podría constituir tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, y pidió que se suspendiera.
Agencia AP