Contar el tiempo en lugar de las calorías también permite controlar el azúcar en sangre y la grasa abdominal, según un nuevo estudio. ¿Es una alternativa mejor que la otra?

Contar el tiempo en lugar de las calorías también permite controlar el azúcar en sangre y la grasa abdominal, según un nuevo estudio. ¿Es una alternativa mejor que la otra?

(CNN) -- Las personas con diabetes tipo 2 que siguieron una dieta con restricciones de tiempo perdieron grasa abdominal y mejoraron su glucemia tanto como las que contaron las calorías, según un nuevo ensayo clínico aleatorizado que siguió a un grupo de 75 personas durante seis meses.

"Nuestros hallazgos muestran que la alimentación restringida en el tiempo es una alternativa viable para las personas con diabetes tipo 2 que están hartas de contar calorías para perder peso", dijo la autora principal del estudio, Krista Varady, profesora de Nutrición en la Universidad de Illinois Chicago, en un correo electrónico.

Varady también fue la autora principal de un estudio de julio que encontró que una dieta con restricciones de tiempo tuvo el mismo impacto en la pérdida de peso como el conteo de calorías entre un grupo racialmente diverso de 77 personas que fueron seguidas durante un año.

En el nuevo estudio, publicado el viernes en JAMA Network Open, las personas que contaron el tiempo en lugar de las calorías también perdieron algunos kilos más, pero no mucho más: hubo una reducción de peso del 3,6% por comer con restricciones horarias y una pérdida del 1,8% por comer contando las calorías en comparación con los del grupo de control que no tenían asignada una dieta.

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"Descubrimos que solo con limitar la ventana de alimentación a 8 horas al día, el grupo de alimentación restringida en el tiempo reducía de forma natural unas 300 calorías al día", afirma Varady, a pesar de que se les permitía comer lo que quisieran.

A los contadores de calorías se les pidió que recortaran 500 calorías al día y el seguimiento de la comida les resultó "demasiado tedioso, así que solo acabaron recortando 200 calorías al día", dijo Varady, un factor al que atribuye la diferencia en la pérdida de peso.

Lo importante y sorprendente fue que ambos grupos mejoraron significativamente su A1C, una prueba que calcula la media de los niveles de azúcar en sangre de los tres meses anteriores.

"Ambos grupos redujeron la A1C en casi un punto entero (0,9%). Esto es bastante importante", dijo Varady. "Empezaron con una A1C de 8, y ahora han bajado a 7. Bajar por debajo de 6,5 significaría que han logrado la remisión de la diabetes. Bajar de 6,5 significaría que han logrado la remisión de la diabetes".

Ambos grupos también perdieron cantidades iguales de la peligrosa grasa visceral del vientre, que contribuye a la diabetes, las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares, dijo Varady.

"Controlar el azúcar en sangre es más importante para los diabéticos de tipo 2, pero perder peso (concretamente grasa visceral) suele conducir a un mejor control del azúcar en sangre", añadió. "Aunque los dos grupos perdieron cantidades diferentes de peso, tuvieron reducciones similares en su grasa visceral y en el perímetro de su cintura".

"Especulamos que esta podría ser la razón por la que su azúcar en sangre mejoró de forma similar, aunque la pérdida de peso fuera diferente en la báscula".

El debate sobre las restricciones temporales en la alimentación

¿Significan estos resultados que la restricción horaria es lo mejor para todos los que desean perder peso? No del todo, afirma el Dr. David Katz, especialista en medicina preventiva y de estilo de vida. Katz, presidente y fundador de la organización sin ánimo de lucro True Health Initiative, una coalición mundial de expertos, no participó en el estudio.

"La restricción del tiempo de comida es una táctica, ni más ni menos", dijo Katz en un correo electrónico. "Es una táctica para 'hacer un agujero' en la ingesta diaria de calorías. No confiere ninguna magia metabólica; los beneficios asociados derivan de la reducción calórica y, por tanto, de la pérdida de peso".

El Dr. Ethan Weiss, cardiólogo preventivo, siguió la alimentación restringida en su vida personal hasta que realizó un ensayo clínico en el que no encontró beneficios para la pérdida de peso o la salud cardiovascular. De hecho, las personas de su estudio que ayunaban desde las 8 de la tarde hasta el mediodía del día siguiente perdían masa magra, que incluye músculo.

Sin embargo, en el nuevo estudio no hubo pérdida de masa muscular magra, señaló Varady.

Un estudio de 2022 que siguió a 139 chinos obesos durante un año tampoco halló diferencias entre la alimentación restringida en el tiempo y el control calórico en cuanto a la grasa corporal, los factores de riesgo metabólico o el peso total.

Weiss dijo que se enamoró de la alimentación restringida en el tiempo después de que estudios descubrieran que los ratones que comían alimentos ricos en grasas y azúcares durante un período de ocho horas no engordaban ni enfermaban como otros ratones que comían la misma dieta durante todo el día. En 2014, Weiss empezó a comer solo en un intervalo de mediodía a ocho de la tarde. Lo dejó tras los resultados negativos de su estudio.

"Definitivamente perdí peso cuando lo hice", dijo Weiss, quien está afiliado al Instituto de Investigación Cardiovascular de la Universidad de California en San Francisco. "Pero mi familia lo odiaba, ¿verdad? Si salíamos a las 11 de la mañana, siempre decían que estaba hambriento y enojado y teníamos que dejar lo que estuviéramos haciendo para que me dieran algo de comer".

Weiss no participó en el nuevo estudio y, aunque opina que está "bien hecho", cree que todavía no se ha decidido sobre las ventajas de contar el tiempo frente a las calorías.

"Hay un gran debate entre los científicos sobre el tema, pero a mí no me parece que sea una solución mágica", dijo Weiss. "Quizá pueda encajar en un conjunto de intervenciones que podemos ofrecer a la gente. Me parece razonable".

Cada persona es diferente

Según los expertos, el mejor camino para perder peso puede variar de una persona a otra, razón por la cual existen tantas opciones dietéticas. Sin embargo, una cosa está clara: contar con apoyo a lo largo del proceso de adelgazamiento ayuda.

"En nuestro estudio, nos reunimos con los participantes semanalmente durante los tres primeros meses y quincenalmente durante los tres últimos", explica Varady. "Trabaja con un dietista o encuentra un grupo de apoyo para la pérdida de peso (...), ya que esto hace una gran diferencia en el cumplimiento de una dieta".

Si una persona cree que la restricción horaria podría ser adecuada para ella, Varady sugiere empezar con una ventana de 10 a 12 horas, reduciéndola gradualmente a ocho horas en un par de semanas.

"Cualquiera que padezca diabetes de tipo 2 debe hablar primero con su médico o con un dietista antes de probar la restricción horaria, ya que ciertos medicamentos pueden provocar bajadas de azúcar si no se toman con alimentos", dijo.

Además, mantenerse bien hidratado durante el periodo de ayuno puede reducir efectos secundarios como los dolores de cabeza por deshidratación.

La alimentación restringida en el tiempo es adecuada para algunos, pero no para otros, dijo Katz. "Disponer de más de una táctica es ventajoso, porque permite que más personas encuentren la forma que mejor les funcione y les resulte más cómoda", dijo.

"Por último, las tácticas de control de calorías pueden superponerse a cualquier patrón dietético, pero no sustituyen a la calidad general de esa dieta", dijo. "Lo que comemos cuando comemos es más importante que el cuándo".