‘Renaissance’: el filme que nos acerca a una Beyoncé que se cansó de complacer
Casi al final de su nuevo concierto-documental, “Renaissance: A Film by Beyoncé”, Beyoncé afirma que está cansada de ser una “complaciente en serie”. Desde que era niña, dice, se ha esforzado por alcanzar el estrellato, pero ahora que está en la cima del mundo y lleva dos años en sus reveladores cuarenta, es hora de recalibrar.
“En este momento, no tengo nada que demostrar a nadie”, afirmó.
Tal vez por eso Beyoncé decidió saltarse por completo la alfombra roja en el estreno de su película en Los Ángeles el sábado por la noche, y dejarle esa tarea a una lista estelar de invitados que incluía a Tyler Perry, Ava DuVernay, Lizzo e Issa Rae. Aunque Beyoncé hizo una aparición posando en el estreno de “Taylor Swift: The Eras Tour” —al igual que ese concierto-documental, “Renaissance” será distribuido por AMC Theaters— entró a su propio estreno solo después de que las luces se hubieran apagado y la película estuviera a segundos de comenzar.
A diferencia de Swift, que comparte mucho sobre su vida y actualmente mantiene un romance muy sonado y bien documentado con el jugador de los Kansas City Chiefs Travis Kelce, Beyoncé es una de nuestras superestrellas más privadas. Prácticamente no ha concedido entrevistas en la última década, y cualquier información sobre su vida o su trabajo debe deducirse de breves declaraciones publicadas en las redes sociales o en su sitio web. “Renaissance: A Film by Beyoncé”, que narra la gira mundial más reciente de la artista para promocionar su séptimo álbum de estudio, ofrece a los fanáticos algo nuevo que interpretar, pues corre ligeramente el telón de la vida de Beyoncé.
A continuación, te ofrecemos cuatro conclusiones del estreno de la película, que llegará a los cines el viernes.
Esto es más que solo un concierto filmado
La película de Swift para AMC era un concierto-documental tradicional que nunca abandonaba el escenario: se pretendía que el espectador se sintiera como si tuviera el mejor asiento de su gira, pero no incluía ninguna escena entre bastidores.
“Renaissance” es un poco diferente. Al igual que la película de Beyoncé “Homecoming”, que narraba el montaje de su actuación en Coachella 2018, la nueva película a menudo nos lleva detrás de las vigas de acero para ver cómo se organizó la gigantesca gira. “Me emociona que la gente vea el espectáculo”, comenta Beyoncé en la película, “pero realmente me emociona que todo el mundo vea el proceso”.
Ese proceso se muestra en fragmentos, mientras vemos a Beyoncé tomar decisiones en todos los aspectos, desde la iluminación hasta la decoración del escenario, pasando por la orquestación, frustrándose a veces porque no le hacían caso a sus órdenes. “Cuando eres una mujer negra y quieres comunicar algo, todo es una lucha”, asegura.
Aun así, la gente se rinde ante la voluntad de Beyoncé tarde o temprano, dice: “Al final, se dan cuenta de que no me rindo”.
Beyoncé también dedica segmentos entre bastidores a su recuperación de una lesión de rodilla, a una visita a su ciudad natal, Houston, y a su difunto y querido tío Johnny, cuyo amor por la música “house” ayudó a inspirar las canciones “dance” de “Renaissance”. Y también hay muchas imágenes de sus admiradores: la película muestra a menudo imágenes de miembros del público en diversos estados de llanto extasiado o de asombro religioso.
Dejaron muy poco de lado
Aunque se ha recortado el preludio cargado de baladas que abría el repertorio de “Renaissance”, la película incluye casi todas las demás canciones de la gira. Incluso ha encontrado sitio para “Thique” y “All Up in Your Mind”, un tema doble de “Renaissance” que no se incluyó en muchas de las paradas de la gira.
La única omisión flagrante en esta película de 2 horas y 48 minutos es un momento entre bastidores que pasa demasiado rápido: Beyoncé convoca una reunión de Destiny’s Child en Houston que incluye no solo a Kelly Rowland y Michelle Williams, sino también a dos de las primeras integrantes del grupo, LeToya Luckett y LaTavia Roberson, que fueron expulsadas de forma polémica. “Fue como un nuevo nacimiento para nosotras, y mucha sanación”, dice Beyoncé en su narración, aunque solo vemos a las cinco juntas un segundo y no oímos nada de lo que hablaron. ¡Me habría gustado ver tres horas más de esa reunión nada más!
Los ‘videos’ faltantes siguen siendo un misterio
El álbum “Renaissance” se lanzó en julio de 2022 sin ningún tipo de video musical que lo acompañara, una sorpresa dada la serie de videos innovadores que Beyoncé creó para su álbum “Lemonade” y su disco homónimo de 2013. Un avance posterior para el video de la primera canción del álbum “Renaissance”, “I’m That Girl”, parecía prometer algo más, pero después no se publicó nada.
En una parada de la gira en Louisville, Kentucky, un fan levantó un cartel preguntando dónde estaban los videos, lo que llevó a Beyoncé a decirle a la multitud, “Ustedes son los videos”. (A los asistentes no les encantó eso). La película “Renaissance” es lo bastante atrevida como para incluir ese momento pero, por lo demás, no se hace mención de los videos faltantes, ni se explica por qué al parecer los descartaron.
Blue Ivy luchó por su lugar en la gira
En general, la gira de “Renaissance” evitó las apariciones de famosos y las presentaciones sorpresa para concentrarse únicamente en la abeja reina. Los grandes nombres solo acompañaron a Beyoncé en dos paradas de la gira: Houston, donde Megan Thee Stallion interpretó “Savage”, y Los Ángeles, donde Diana Ross y Kendrick Lamar acudieron al concierto celebrado con motivo del cumpleaños 42 de Beyoncé.
Esas apariciones se incluyeron en la película, pero la invitada especial que más interesa a la película es la hija de 11 años de Beyoncé, Blue Ivy Carter, que participó a menudo como una de las bailarinas en las canciones de su madre “My Power” y “Black Parade”. Yo pude ver una de las primeras apariciones de Blue Ivy en la gira el pasado mayo en Londres, donde todavía estaba adaptándose a la coreografía, pero al final de la gira “Renaissance”, ya lo tenía todo dominado: los pasos, la actitud.
Resulta que Blue Ivy solo se presentaría una vez, y hasta para eso hubo que negociar. “Me dijo que estaba lista para salir al escenario y yo le dije que no”, cuenta Beyoncé en la película. Aunque finalmente cedió, Beyoncé se sintió consternada cuando Blue Ivy leyó comentarios en las redes sociales que criticaban sus deslucidos movimientos. Pero a su madre le emocionó que, en lugar de renunciar, decidiera esforzarse y entrenarse aún más para futuras actuaciones.
Blue Ivy también aparece en gran parte de las secuencias entre bastidores, ofreciendo su opinión, a menudo poco edulcorada, sobre el diseño del escenario, la elección de canciones y mucho más. En una película en la que todo el mundo trata a Beyoncé como una jefa o una diosa, Blue Ivy es una presencia divertidamente irreverente: para esta niña de 11 años, Beyoncé es solo su madre.
c.2023 The New York Times Company