¡Pura vida!, ¡Pura vibra!
Lo grave no es descalificar, sino ignorar y argumentar.
Resultados positivos, es reflejo de buen ambiente. Buen vestuario. Buena Comunicación.
El equipo de Miguel Herrera presume este tipo de situaciones y momentos, quien se sube un nivel más arriba que sus compañeros es aterrizado de inmediato.
Nadie por encima del grupo, así te apellides como te apellides.
Esa dosis es la que ha puesto Jorge Luis Pinto en Costa Rica, un entrenador directo, sobrio, efectivo, como deben de ser los entrenadores al dirigir y no con el glamour que despierta la falta de atención en tus jugadores por el espejo personal.
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Herrera y Pinto, son similares hasta en la sonrisa, festejo, capacidad, en poco tiempo han inyectado a sus equipos de su fuerza y vitalidad. De deseos de ganar, de sobre salir, de creer y crecer.
Ambos vienen por un camino histórico, por un mundial diferente, por una Copa del Mundo distinta, para ellos para la CONCACAF, quien ahora levanta la mano ante la ignorancia propia que ciega la fama de las grandes selecciones.
Costa Rica ha puesto la prueba de que la fama e historia se dejan en la maleta. El futbol se juega en cancha y en un grupo que presumía gigantes y muerte, ahora huele a vida. ¡Pura Vida!
Ahora le toca a México, quien lleva su mismo camino en sus mismas sedes. A calificar, o el fracaso tocará a la puerta, de cualquier manera y con cualquier pretexto.
@ruubenrod