Ciudad: redefinen el funcionamiento de centros educativos para adultos que quieren finalizar el secundario

Esperan recibir 1500 alumnos a partir de este mes
Esperan recibir 1500 alumnos a partir de este mes - Créditos: @Santiago Hafford

Redefinirán en la ciudad el funcionamiento de los Centros Educativos de Nivel Secundario (CENS). Para lograr ese objetivo, que procura que los estudiantes porteños puedan terminar sus estudios de nivel medio, se crearán 17 anexos en escuelas públicas secundarias y primarias –según el decreto Nº270/24– en las que, señalan fuentes porteñas, requerían más cupos. La mayor demanda de espacios para la terminalidad de los estudios se encuentra en el sur de la ciudad, por lo que es allí a dónde se trasladarán. Se espera recibir 1500 alumnos a partir de agosto.

La mayoría de los estudiantes, según coinciden la Ciudad y los gremios docentes, provienen del Plan FinEs, uno de los programas educativos nacionales desactivados. Este es un plan con presencia en todas las jurisdicciones, implementado a partir de 2008, con el propósito de que los mayores de 18 años pudieran terminar sus estudios, tanto del nivel primario como del secundario. Para lograrlo, ofrecía cursar los trayectos o rendir las materias pendientes acompañados por docentes tutores en escuelas cercanas al lugar de residencia del alumno. La Secretaría de Educación nacional, a cargo de Carlos Torrendell, al cierre de esta nota no respondió a LA NACIÓN la consulta sobre ese programa educativo para adultos.

Entre 2001 y 2022, la cantidad de egresados de las escuelas secundarias para jóvenes y adultos creció un 128%, según un informe del Observatorio Argentinos por la Educación. Uno de cada cinco estudiantes (19,7%) terminó ese nivel de formación por medio de esta modalidad.

El trabajo titulado Terminalidad extendida: secundaria de jóvenes y adultos, –cuyos autores son Romina De Luca, investigadora del Conicet y coordinadora del área de Educación del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales-Ceics; Martín Nistal y Eugenia Orlicki, ambos del Observatorio–, muestra además que la matrícula de jóvenes y adultos creció un 12% en ese período de 21 años.

Desde la Ciudad hablan de reestructuración. Señalan que no cerrarán ninguno de los CENS, sino que todos mantendrán una atención mínima, según explicaron a este medio fuentes del Ministerio de Educación, a cargo de Mercedes Miguel. Esta “atención mínima” implica que se fusionarán cursos para poder trasladar el cupo de las clases que no estaban a pleno a otros barrios donde se crearon los anexos.

Con esta restructuración no habrá traslados de alumnos a otras sedes, aunque sí se fusionarán cursos y se redefinirá la tarea docente. Este era uno de los reclamos de los gremios de los maestros. UTE pedía respetar las vacantes y las matrículas para todos los estudiantes y que no haya una reducción en la oferta de las políticas educativas, como así también que ningún docente se quede sin trabajo.

Desde Ademys, el gremio docente de educación media y superior, entienden que el cambio que hará el gobierno porteño puede significar el primer paso para el cierre de los centros de terminalidad del secundario. “Rechazamos el cierre y el traslado de los CENS y exigimos que se construyan instituciones en los barrios donde está haciendo falta, esto no puede ser a costa del recorte y el despido de trabajadores de la educación. Por otro lado, estamos exigiendo mayor presupuesto y una política para que efectivamente jóvenes y adultos puedan terminar la secundaria con un programa que incluya becas y efectivamente la promoción de este tipo de instituciones por parte del gobierno porteño”, dijo a LA NACIÓN la secretaria general, Mariana Scayola.

Opciones

Desde Educación porteña apuntan que todos los puestos de trabajo de los docentes están garantizados. Los titulares que prefieran no trasladarse a su nueva escuela contarán con un año de sueldo mientras consigan trabajo. En tanto, los docentes interinos –estiman que alcanzan el 30%– dispondrán de hasta cuatro meses para lograr su reubicación.

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Según difundió UTE, luego de la última reunión con la Dirección de la Modalidad de Educación de Jóvenes y Adultos del gobierno de la ciudad, la administración porteña se comprometió a asegurar vacantes para todos los estudiantes de la modalidad, no trasladar de forma compulsiva a los docentes, garantizar el debido procedimiento en el pase a disponibilidad de todos los titulares, la reubicación de todos los interinos, otorgando prioridad para la selección de cargos, ampliar la prioridad para la reubicación a toda la oferta educativa del nivel medio y resguardar a los docentes que están a un año de jubilarse.

Pese a que deberían haber empezado como la mayoría de las clases en marzo, este cambio se implementará recién durante agosto, apenas pasado el receso invernal. Fuentes de Educación porteña dijeron a LA NACIÓN que estaban esperando que el gobierno nacional gire los fondos para continuar con la actividad del programa FinEs. Según pudo saber este medio, los docentes incluso llegaron a recibir un correo electrónico que confirmaba el inicio de clases. Finalmente, según explican fuentes porteñas, en mayo último se había confirmado que no recibirían los fondos nacionales para atender este programa educativo, razón por la cual decidieron implementar esta “reestructuración”.