Las Chivas se llevan el Clásico ante los Pumas
Eduardo Montes García
CIUDAD DE MÉXICO, febrero 24 (EL UNIVERSAL).- Con un Akron repleto, las miles de almas que se dieron cita al primer Clásico de la Jornada 8 del Clausura 2024, la noche de este sábado, presenciaron un duelo muy disputado entre las Chivas de Guadalajara y los Pumas de la U.N.A.M, en el que los Rojiblancos fueron los que sumaron de a tres unidades al vencer a la visita (3-1).
Los capitalinos comenzaron el encuentro proponiendo más, pero su juego fue disminuyendo conforme los minutos avanzaron y el conjunto dirigido por Fernando Gago aprovechó el momento para emparejar la posesión del esférico, provocando que en el desenlace de la primera mitad hubiera más peligro en el arco defendido por el guardameta Julio González.
El ímpetu al final de los primeros 45 minutos demostrado por el Rebaño siguió durante el arranque de la parte complementaria, y al 51, el delantero de padres mexicanos, Cade Cowell, provocó que la afición local se levantara de sus asientos, al marcar el primero del encuentro, rematando de volea el centro de Alan Mozo, lo que sorprendió a González que no tuvo la reacción para evitar la caída en su portería.
El segundo de los jaliscienses llegó de la mano de Antonio "El Pollo" Briseño al 65', de un cabezazo cruzó el balón, el cual le llegó desde un cobro de tiro de esquina, hacia el palo de la izquierda.
Los Pumas se acercaron en la pizarra 5 minutos después (70'), gracias al tanto de Eduardo "Toto" Salvio desde los once pasos, quien colocó el disparo hacia el ángulo derecho de la meta de José Rangel.
A raíz de los 3 goles, el ritmo del encuentro aumentó, con llegadas de peligro hacia ambos lados, y al 77' los de Guadalajara lograron el 3 a su favor con el gol de su capitán, Víctor Guzmán.
Pero al final, lo que más destacó entre los "Chivahermanos" fue el ingreso al terreno de juego del hijo prodigo, Javier "Chicharito" Hernández, que vitorearon con júbilo cuando el sonido local pronunció el nombre de Hernández.