Brisa Mortal de mamá a enfermera y luchadora

NICOLÁS ROMERO, Méx., enero 7 (EL UNIVERSAL).- Cuando se trata de cuidar a sus pacientes, lo hace como un viento suave, pero al ponerse la máscara para subir al cuadrilátero, Brisa Mortal se transforma en un tormenta dispuesta a acabar con sus rivales.

A sus 25 años ha vivido un proceso muy particular en su vida: primero fue madre de una niña, que hoy tiene 8 años, después se metió a estudiar Enfermería en el Conalep y luego entrenó lucha libre debutando en la Arena 23 de Julio, en la que se convirtió en doble Campeona.

Esto hace muy especial su historia porque para la mayoría de mujeres de lucha, primero son luchadoras y después madres.

Una vez egresada de la carrera comenzó a trabajar en una clínica privada ubicada justo a un lado de la Arena 23 de Junio, y tiempo después, movida por la afición que su padre le inculcó por el deporte de los costalazos, pidió informes con el dueño del recinto para entrenar.

Cuatro años de entrenamiento le bastaron para hacer su debut, con un personaje que el propietario de la Arena le inventó, éste fue muy alejado a su actividad como enfermera.

Un antifaz de mariposa, que simboliza la delicadeza, y un rayo que representa la letalidad, cubren la identidad de Brisa Mortal.

Con mucha organización y ganas de salir adelante, esta joven promesa de la lucha libre femenil ha logrado cumplir con su rol de mamá, profesionista y luchadora.

Ahora sus metas se enfocan a especializarse en Geriatría o Pediatría, llegar al CMLL y luchar en Japón, siempre con el apoyo de sus papás y hermanos.