El boxeo olímpico, en el ojo de la tormenta: por qué en Colorado se ganó el primer round de una larga batalla

Cuando el sábado último Inglaterra se consagraba ganador del campeonato mundial juvenil de boxeo amateur en Pueblo, Colorado, Estados Unidos, todos se dieron un gran abrazo. No hubo errores en la organización del certamen. Y fue el momento esperado por todos aquellos que se ilusionan con la permanencia del pugilismo como deporte tradicional en los próximos Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Como se sabe, esta disciplina está siendo observada por el Comité Olímpico Internacional (COI), que no garantizó aún su presencia en los anillos californianos.

El COI decidió auditar, de ahora en más, todas las competencias boxísticas amateurs olímpicas a través de la firma británica PriceWaterhouseCoopers, que elevó, en esta ocasión, sus mejores calificaciones luego de la primera experiencia positiva en los Juegos Olímpicos de París.

¿Cómo sigue el boxeo olímpico de hoy en adelante? Al mando de World Boxing (WB), la nueva entidad oficial adherida al COI desde 2023, sustituta de la desgastada IBA (International Boxing Association), expulsada del olimpismo por corrupción comprobada en los Juegos de Londres 2012 y Río 2016. En su primer congreso de Frankfurt, Alemania, WB registró un total de 28 países afiliados; en la actualidad suma 55. La gran novedad estuvo dada en las últimas horas con la incorporación de Uzbekistán, último campeón olímpico, a sus filas. Paradójicamente, el país de Gafur Rakhimov, expresidente de IBA y actual titular de la Comisión de Boxeo Profesional de su país, acusado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de tener vínculos con el crimen organizado. No hay relación alguna entre el pugilismo olímpico uzbeco y el profesionalismo de ese país. Al contrario, se detestan.

El argentino Hernán Salvo, designado presidente de la Comisión de Competición de WB, a su regreso de Colorado, Estados Unidos, le dijo a LA NACION: “Se dio un gran paso. El torneo fue un éxito y la auditoria arrojó una transparencia absoluta. Los próximos certámenes serán en Inglaterra, a fines de noviembre y en septiembre de 2025, bajo la misma supervisión, y quizás entonces, se obtenga la resolución favorable que todos esperan”. En torno a las recientes novedades, Salvo agregó: “Esta semana Francia y Puerto Rico se sumarán a la entidad. Hay una base de países muy fuertes: Estados Unidos, Inglaterra Canadá, Japón, India y Kazajistán, entre tantos. Argentina fue uno de los primeros países que se adhirió a esta organización que tiene al holandés Boris van del Vorst como presidente y al kazajo Gennady Golovkin, excampeón mundial retirado del ring, como director de la Comisión de Boxeo Olímpico. Muchos estiman que él será el próximo presidente absoluto de WB”. Además, Salvo expresó: “Hay un gran ataque del millonario ruso Umar Kremlev, expresidente de IBA y jefe de la custodia presidencial de Vladimir Putin, hacia el alemán Tomas Bach, titular del COI, quién propulsó su exclusión del olimpismo. Originando informaciones falsas y, sobre todo, difamando la condición de mujer de Imane Khelif, argelina y medalla de oro en París. Respaldada en su género por el COI”.

¿Qué pasa con Argentina? El boxeo nacional perdió apoyo económico por parte de la Junta Directiva del ENARD y fue clasificado como deporte panamericano tras su ausencia en las últimas olimpiadas. Un retroceso general. Quizá se subvencione su participación en el próximo mundial de Liverpool, Inglaterra, en septiembre de 2025, pero no hay certezas ni entusiasmo.

Conclusión: más allá del sombrío panorama local, todo salió bien en el torneo de Colorado. Y eso fue trascendental. Hay 55 países –los más importantes– alienados en el nuevo sistema olímpico. Se ganó el primer round en un desafío que será durísimo; lleno de intereses, raciocinio y mezquindades.