El Atlético, de la amenaza del City a un sorteo afortunado: Feyenoord, Lazio y Celtic

Madrid, 31 ago (EFE).- Cuando salió la bola del Atlético de Madrid este jueves en el sorteo de la Liga de Campeones, sólo había dos opciones para él, una encrucijada bien diferente, el Manchester City o el Feyenoord, con la fortuna de que será el campeón neerlandés y no el equipo más poderoso del continente, el actual vencedor del torneo, su rival en el grupo E, que reencuentra a Diego Simeone con el Lazio y rememora la 'Batalla de Glasgow' de 1974 con el Celtic.

Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado; Enrique Cerezo, presidente; y Andrea Berta, director deportivo, representantes del club rojiblanco en Mónaco, recibieron con alivio cuando el exfutbolista Eric Abidal descubrió la papeleta del grupo E, lejos del foco del bloque de Pep Guardiola y dirigido a una competencia más agradable con el Feyenoord, seguramente el cabeza de serie más accesible de todos los que lo podían caer en suerte.

El Atlético es el favorito del grupo. Pero eso, como bien sabe, nunca quiere decir nada antes de que entre en juego. Aún está en la memoria, reciente, su batacazo de la pasada temporada en la Liga de Campeones, cuando quedó en la cola de su cuarteto frente al Oporto, el Brujas y el Bayer Leverkusen, a los que, sobre el papel, superaba en casi todo. Nada más ganó uno de los seis choques, al conjunto portugués en el tiempo añadido.

"En Europa nos está costando. No ha sido por casualidad quedar afuera como hemos quedado (en la fase de grupos de la Liga de Campeones). Es un llamamiento importante para mirar de cara al futuro cómo afrontar esa competencia, porque nos está costando. Lo venimos ya reflejando en otras temporadas anteriores", admitía Diego Simeone, su entrenador, en su balance de la pasada temporada, la undécima seguida con la clasificación para la máxima competición continental, cuyo título es una obsesión desde hace años.

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EL FEYENOORD Y EL GOLEADOR SANTIAGO GIMÉNEZ

El Atlético tuvo fortuna este jueves. Del bombo 1, en el que figuraban el Manchester City, el Bayern Múnich, el París Saint Germain, el Nápoles, el Benfica y el Feyenoord, le tocó el campeón neerlandés, ganador una vez de la Copa de Europa (1969-70), pero tan lejana en el tiempo, tan distante de su presente, que no es un equipo que atemorice a nadie. Su última aparición en la Champions data de 2017. La anterior, en 2002. Ha ganado uno de sus diez duelos más recientes en el torneo. El curso pasado llegó hasta los cuartos de final de la Liga Europa.

Actualmente sexto en las primeras tres jornadas de la Eredivisie, con un triunfo (6-1 al Almere City) y dos empates (2-2 con el Sparta Rotterdam y 0-0 con el Fortuna Sittard), doblegado en la Supercopa de Países Bajos por 0-1 por el PSV Eindhoven, el grupo dirigido por Arne Slot no dispone de grandes estrellas, de futbolistas de renombre, pero con el mexicano de 22 años Santiago Giménez como un goleador notable: 26 goles en 49 choques.

Sólo hay un precedente con el conjunto neerlandés, fuera de la competición, durante la pretemporada de hace dos años, el 8 de agosto de 2021, cuando lo ganó al Atlético por 2-1, con la expulsión entonces de Yannick Carrasco; en contraste con los antecedentes que sí tiene contra sus otros dos rivales, el Lazio y el Celtic, con los que volverá a encontrarse.

LA DIFICULTAD DE LA LAZIO

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La bola del Lazio, surgida del bombo 3, aporta dificultad al Atlético. Es el subcampeón de la Serie A, el equipo que quedó por detrás de la impresionante temporada del Nápoles. Pero, a la vez, ha comenzado errático esta campaña. De sus dos primeros encuentros de este ejercicio no ha ganado ninguno, derrotado por 0-1 por el Génova y por 2-1 por el Lecce.

En su vuelta a la Liga de Campeones dos años después -en su última participación, en 2020-21, fue eliminado en los octavos de final por el Bayern Múnich-, el grupo de Maurizio Sarri tiene un buen equipo, por más que haya perdido a Sergej Milinković-Savić, ahora en el Al Hilal saudí. Ahí sigue Pedro Rodríguez, renovado este verano hasta 2024; Luis Alberto, Matías Vecino, Felipe Anderson... Ha fichado a Daichi Kamada o Taty Castellanos.

También es un adversario que despierta diferentes emociones en Diego Simeone. El entrenador del Atlético jugó durante cuatro años, desde 1999-2000 a 2002-03, en el conjunto romano, con 136 encuentros, 18 goles, campeón de la Serie A, la Copa de Italia y las Supercopas del país y de Europa, en el fenomenal periodo entre 1999 y 2000 del club celeste.

Su último enfrentamiento entre ambos data de los inicios de la era Simeone, de 2012, en el recorrido del conjunto rojiblanco hacia el triunfo final en la Liga Europa. Ganó los dos partidos el Atlético.

EL RECUERDO DE LA 'BATALLA DE GLASGOW'

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De mucho más tiempo, de tintes épicos, es uno sus duelos contra el Celtic, un ilustre cuyo pasado está a años luz de su presente. El campeón escocés, líder también actual de la competición con siete de nueve puntos, es un rival accesible, muy por debajo del Atlético, por mucho que la historia rememore partidos de instancias mayores en la Copa de Europa.

El contraste es evidente. El Celtic no ha ganado ninguno de sus diez últimos compromisos en la máxima competición continental. Y tan solo ha vencido uno de sus 21 más recientes.

En otros tiempos, el ganador de la Copa de Europa en 1966-67 se enfrentó al Atlético en las semifinales de la competición de 1973-74. El partido de ida fue la 'Batalla de Glasgow', el de vuelta dio el pase al conjunto rojiblanco para la final, perdida contra el Bayern Múnich.

El primer duelo en terreno del Celtic, con un 0-0, fue el 10 de abril de 1974. Un choque más allá de los límites contra un equipo temible como era el conjunto escocés, con el estadio lleno con 73.500 espectadores, en un ambiente hostil, con tres expulsados en el Atlético (Ayala, Panadero Díaz y Quique), con la camiseta completamente roja, con los locales indignados por la "dureza" del rival...

Terminó con ocho el equipo español, entre agresiones posteriores de los dos conjuntos camino del vestuario y con la intervención policial contra los atléticos.

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Seis bajas para la vuelta y una multa de dos millones de pesetas (12.000 euros actuales) fueron la lista de daños del Atlético para la vuelta, que el 24 de abril de 1974, en el Vicente Calderón, doblegó 2-0 al Celtic y se clasificó para la final con los goles de José Eulogio Gárate y Adelardo Rodríguez, en uno de los pasajes más imborrables de la historia rojiblanca, a la que aún le falta la Liga de Campeones, su mayor desvelo, con tres finales ya perdidas.

Una, en aquel 1974, en la única final con desempate de la historia contra el Bayern Múnich, después de tenerla en su mano, hasta el último minuto de la prórroga en el primer duelo; otra, en Lisboa en 2014, ya con Simeone se escapó entre el minuto 93 y el tiempo extra frente al Real Madrid; y una más, en 2016, en Milán, contra el mismo rival, se resolvió en su contra en la tanda de penaltis. "Un fracaso", lo calificó el técnico entonces, ante una nueva revancha en la competición más cruel para el Atlético.

Iñaki Dufour

(c) Agencia EFE