Golpe para la causa: el teléfono del agresor de Cristina fue reseteado cuando buscaban desbloquearlo y podría perderse una prueba clave
El teléfono celular que llevaba el brasileño Fernando Andrés Sabag Montiel la noche en que atentó contra Cristina Kirchner fue formateado en uno de los intentos de la Policía Federal Argentina (PFA) por extraer la información y la justicia federal podría perder una prueba clave. La causa está en manos de la jueza María Eugenia Capuchetti y del fiscal Carlos Rívolo.
Según pudo reconstruir LA NACION, el incidente, que tiene en vilo a los investigadores de la causa judicial, habría ocurrido mientras una división de la PFA intentaba desbloquear en los tribunales de Comodoro Py el teléfono celular Samsung que fue secuestrado a Sabag Montiel, mediante el software UFED. Después de una serie de intentos fallidos, mientras el teléfono estaba conectado a una herramienta que llevó el técnico de la PFA a Comodoro Py, no se logró sobrepasar el bloqueo del celular.
Este medio supo que el juzgado le pidió entonces a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que informó tener un software más moderno para desbloquear celulares en ocasiones como éste, que reciba el teléfono para intentar acceder a la información. El aparato permaneció bajo llaves en una caja fuerte hasta que fue entregado a la PSA. Uno de los secretarios a cargo del caso es Federico Clerc.
Luego fue trasladado por otro secretario del juzgado hasta la sede de la PSA en Ezeiza. Lo llevó encendido, en modo avión -para que no tuviera interferencias- y en un sobre. La PSA reportó haberlo recibido en esas condiciones y dijeron que estaba formateado. En la mañana del domingo deberán declarar como testigos los dos técnicos de la PSA que recibieron el teléfono. Según supo este medio, los técnicos de la Policía Federal no fueron citados porque todo el procedimiento que llevaron adelante fue documentado en la causa. Fuentes judiciales dijeron a LA NACION que no descartan poder recuperar la información.
¿Qué sí pudo extraerse del teléfono? “Se extrajo la información de la tarjeta SIM, que tiene contactos de teléfono e imágenes”, dijo a LA NACION una fuente del caso. Durante el día de hoy analizarán ese material y la información extraída de la notebook HP secuestrada a Sabag Montiel. Los funcionarios judiciales aspiran a dilucidar si actuó solo, cuál era su entorno y qué hizo en las horas previas al hecho.
También investigan la conducta de la custodia de Cristina Kirchner, aunque por ahora el único imputado que tiene la causa es el hombre que detenido en la dependencia de la Policía Federal Argentina en las calles Cavia y Figueroa Alcorta y que anoche se negó a declarar. Está acusado por tentativa de homicidio.
La extracción de información del teléfono celular, por ahora, dio resultados parciales, según supo LA NACION de fuentes de la investigación.
Otro interrogante, que será saldado una vez que las autoridades judiciales terminen de analizar la información que hasta ahora pudo extraerse de los dispositivos, es qué ocurrirá con las personas que integran el entorno de Sabag Montiel. La pareja del imputado y dos amigos suyos dieron entrevistas a medios de comunicación. Un hombre llamado Mario, al que se presentó como su amigo, reconoció las intenciones de Sabag Montiel de atentar contra la vicepresidenta. “Yo creo que su intención original era matarla, sí, pero lamentablemente no ensayó antes”, opinó en una entrevista a Telefé. Por ahora la Justicia no citó como testigo ni imputó por sus dichos al amigo del detenido.
Los accesos a las cuentas
Aunque no hay conclusiones sobre el análisis que hace la UFECI este medio pudo saber que se trabaja en esclarecer si alguien del entorno de Sabag Montiel accedió a las cuentas personales de sus redes sociales para borrar información después de que él quedó detenido. También se analizan las cuentas bancarias del acusado, sus cuentas de Mercado Libre y de otras plataformas digitales.
Sus redes tuvieron actividad entre las 11 de la noche del jueves y durante la madrugada del viernes. Otra hipótesis es que la información eliminada de sus redes fue por acción de la firma Meta, dueña de Instagram y Facebook, pero según supo LA NACION la multinacional todavía no dio esa confirmación formal a las autoridades de la investigación.
La justicia busca dilucidar cómo llegó Sabag Montiel al lugar de los hechos. Hay un vehículo que, según el Registro de la Propiedad Automotor, está a nombre suyo. También le secuestraron una tarjeta SUBE y se analizan las cámaras de seguridad de la zona. En su perfil de Nosis figura su actividad como conductor de remises. En la cuadra de Cristina Kirchner, por expreso pedido de ella, no hay cámaras de seguridad.
Otro elemento que está bajo análisis de la justicia es el perfil del detenido. Hasta ahora la justicia y las fuerzas que intervienen en la causa descartaron que se trate de una persona inimputable. Sí se tiene en cuenta su perfil violento, racista, y se analiza si es parte de alguna secta o agrupación neonazi. Relataron las fuentes judiciales que cuando fue indagado Sabag Montiel quiso dejar en claro ante la jueza y el fiscal que había recibido golpes en la cara al momento de su detención. Dijo que no había sido la policía sino que habían sido esos “negros” que le pegaron cuando evitaron que huyera.
La vicepresidenta declaró como testigo ayer por la mañana. Capuchetti y Rívolo le tomaron la declaración en el living de su departamento y según supo LA NACION Cristina Kirchner dijo que no advirtió que intentaron dispararle y que solo se enteró una vez que estaba en su casa. Estuvo acompañada durante la declaración del secretario de Justicia Juan Martín Mena, hombre de su extrema confianza que también estaba con ella al momento de los hechos.
En las primeras horas de la mañana del viernes, tal como informó LA NACION, Mena y el jefe de la custodia de Cristina Kirchner, Diego Carbone, estuvieron en Comodoro Py. Mena estuvo más de dos horas en los tribunales y habló con Capuchetti sobre la investigación. Carbone estuvo en Comodoro Py con él pero no declaró. No estaba al momento de los hechos junto a Cristina. Los funcionarios judiciales todavía no profundizaron sobre la responsabilidad de la custodia de la vicepresidenta.