El colapso total de Aryna Sabalenka tras hacer 21 dobles faltas en un partido

La frustración de Aryna Sabalenka, la número 2 del mundo
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Aryna Sabalenka es la número 2 del ranking mundial femenino. Tiene 23 años, 10 títulos de WTA, casi 10 millones de dólares en ganancias, más de 270 triunfos y el año pasado llegó a las semifinales en Wimbledon y en el US Open. Pero, a pocos días del comienzo del Abierto de Australia, la encumbrada jugadora desnudó su crisis. La máxima favorita del torneo de Adelaida, uno de los certámenes de preparación al primer Grand Slam de 2022, perdió con la sueca Rebecca Peterson por 5-7, 6-1 y 7-5. Aunque el tema no pasa por perder contra la 93a del ranking, sino por cómo se produjo la derrota: Sabalenka dinamitó su partido con 61 errores no forzados, incluidas 21 dobles faltas. Los 61 desaciertos equivalen a unos 15 games perdidos solamente por fallas propias.

Los 138 minutos que duró el partido con Peterson fueron un suplicio para Sabalenka. La bielorrusa desnudó sus emociones en un momento crítico, de carácter traumático. Una situación que quedó expuesta en su saque: sacó al menos 10 veces de abajo, cometió 21 dobles faltas y le quebraron 9 veces el servicio. A partir de su altura (1,82m) y potencia, Sabalenka puede generar desequilibrio con el saque: el año pasado anotó 357 aces en 64 partidos. Pero también suele fallar: totalizó 338 dobles faltas en los últimos doce meses, líder cómoda del ranking en esa categoría.

La frustración por tantos desaciertos y por estar “atrapada” la llevó a golpear varias veces su raqueta contra el piso y a un llanto desesperado en la parte final del tercer set, en medio del partido. La situación se tornó incómoda para todos. La jueza de silla, durante un descanso, le preguntó: “¿Te sentís bien?”. Sabalenka, sin ocultar su preocupación, le respondió: “No puedo sacar”. Pero no hizo ningún gesto sobre alguna lesión que la complicara, ni tampoco pidió atención médica.

La número 2 del mundo alternó buenos impactos desde el fondo con errores de principiante; algunos saques salieron lejos por varios metros o directo a la lona del fondo, o picaron en su propio campo. Los altibajos la llevaron a la salida: un poco más consistente, Petersen aprovechó la oportunidad y erró mucho menos, hasta que un derechazo directo de la bielorrusa a la red le bajaron la persiana al encuentro.

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En todo caso, Sabalenka ya había empezado mal el año. La semana pasada, también en Adelaida, perdió en el estreno con la eslovena Kaja Juvan, 86a del mundo, por 7-6 (8-6) y 6-1. Allí cometió 18 dobles faltas y apenas ganó 9 puntos (el 26 por ciento) con el segundo saque. Si se suma lo que hizo contra Peterson, se llega a 39 dobles faltas en dos partidos. Cifras impropias para quien es la segunda jugadora de la clasificación mundial femenina. Entendibles, en todo caso, por una situación física o emocional.

Así, Sabalenka llega al primer gran torneo grande del año en una situación poco deseable: dos partidos, dos derrotas, y un millón de dudas a cuestas. Una situación más que compleja para una jugadora que llegaba como una de las candidatas, pero que en este momento asoma vulnerable.

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