Un febrero repleto de tenis, para regocijarse con varias jornadas de acción. Nuestro país disfrutará con varias semanas en las que el mundo de las raquetas desembarcará en estas costas. Por un lado, con la serie de Copa Davis por los Qualifiers 2024, la llave de acceso a las Finales de este año, en un duelo entre Argentina y Kazajistán; todo indica que por primera vez la Ensaladera llegará a Rosario, con sede en el Jockey Club de esa ciudad. Seguirá el Córdoba Open, nuevamente en el predio montado en el complejo Mario Kempes, a metros del estadio mundialista de la ciudad mediterránea. Y el epílogo será con el Argentina Open, el torneo ATP 250 que se realiza de manera ininterrumpida desde 2001 en las canchas del Buenos Aires Lawn Tennis Club.

Para este 24° Argentina Open, la organización, a cargo de la empresa Tennium, anunció el regreso estelar del campeón defensor y actual número 2 del mundo, el español Carlos Alcaraz; la vuelta del suizo Stan Wawrinka, hoy 49° del ranking, la participación del subcampeón vigente, el británico Cameron Norrie (18°) y del ascendente juvenil francés Arthur Fils (36°), más la confirmación de Francisco Cerúndolo (21°), el argentino mejor ubicado en la clasificación semanal de la ATP. Muy buenos nombres, a la espera de la lista definitiva, que se conocerá en las próximas semanas. Hay una invitación especial ya reservada para Diego Schwartzman (114°), y otra guardada para Facundo Díaz Acosta (95°), uno de los jugadores que más progresaron en los últimos meses. ¿Rafael Nadal? A muchos les gustaría ver en acción al zurdo de Manacor en el que acaso sea su última temporada en el tour, pero hoy parece algo muy difícil. “No lo tenemos previsto”, aceptó Martín Jaite, director del torneo. Salvo que sea el propio Rafa el que levante el teléfono (como alguna vez sucedió), su presencia no es hoy una posibilidad asequible.

Martín Jaite, director del torneo, contó algunas de las novedades que tendrá el Argentina Open 2024. Una de ellas es la vuelta de la tribuna lateral tubular, que permitirá sumar 850 espectadores por jornada y ampliar la capacidad total del court Guillermo Vilas a casi 6000 personas. Esto se dispuso con motivo de la gran concurrencia que se notó en el torneo jugado en febrero pasado, y la posibilidad concreta de la participación de Alcaraz, que llegará para tratar de revalidar su título. Otra noticia es que Tennium, la empresa dueña del torneo argentino, firmó un contrato por 10 años con el Buenos Aires, y eso facilitó una fuerte inversión de la organizadora en la renovación del estadio, con un vestuario remozado para los jugadores y un Players Lounge flamante, a lo cual se suma también la renovación de los baños públicos del tradicional escenario.

Pero, por otra parte, en Tennium hay una firme determinación de convertir a Buenos Aires en un torneo ATP 500, algo que este año no se concretó por decisión de la ATP, que el 8 de noviembre pasado les dio el upgrade (crecimiento de categoría) a los torneos de Dallas, Doha y Munich, que pasaron de ser 250 a 500 desde 2024. Ese anuncio de la ATP fue un duro impacto para la organizadora del torneo bonaerense, que cuenta con el beneplácito de decenas de jugadores, mucha historia y una cantidad de espectadores que no tienen otros certámenes del mismo nivel. Tennium, además, tiene pensado un plan para realizar 30 Challengers por año en toda la región. Sin embargo, la ATP eligió priorizar la fuerte inversión que llegó desde Oriente. “Eso que hicieron fue un grave error”, destacó el uruguayo Martín Hughes, ejecutivo de Tennium.

“La ATP tiene un problema de calendario con los torneos de la serie 250. Quieren menos torneos de esa categoría y más de los 500″, explicó Hughes. Por eso es muy probable que este año se realice otro proceso de licitación para subir más torneos a la categoría 500, y entonces Buenos Aires volverá a tratar de subir otro peldaño. El circuito, liderado por el extenista italiano Andrea Gaudenzi, ha decidido darles más volumen a los Masters 1000: a partir de 2024, Madrid (24 de abril al 5 de mayo), Roma (8 al 19 de mayo) y Shanghai (2 al 13 de octubre) durarán ahora 12 días cada uno, al igual que Indian Wells y Miami. Y es probable que la ATP busque también extender las jornadas de los Masters 1000 que aún no alcanzaron ese crecimiento: Montecarlo, Canadá (Montreal y Toronto), Cincinnati y París. Todo esto, dentro de un calendario ya de por así muy ajustado. Por eso, los torneos 250 asoman como la variable de ajuste.

¿Por qué no llegó esa mejora para el torneo porteño? En primer término, cuando se abrió el proceso formal para aprobar el upgrade de tres certámenes a nivel mundial, Tennium realizó una importante presentación de casi 600 páginas. Pero la ATP quería lograr un merge; es decir, que dos torneos 250 se fusionaran en un 500. En este contexto se anunció la eliminación de los ATP de Atlanta, Lyon y Newport. Tennium se movió y estuvo cerca de un principio de acuerdo de sociedad con el dueño del ATP de Newport. Pero, a última hora, desde Doha surgió una oferta económica increíble. Cuando Tennium intentó igualar la cifra, no pudo contra el reloj. A la hora de depositar los fondos, Oriente se movió con más rapidez y con una chequera rebosante, lista para invertir en el circuito. Y parece que la intención es ir cada vez más alto: más tarde o más temprano, se apuntará a llevar un Masters 1000 a esa región.

La ilusión argentina

“Tengo la suerte de haber vivido de cerca el Argentina Open. Mi papá (Alejandro, conocido como Toto en el circuito y también entrenador) siempre me llevaba a verlo. De chiquito, cuando terminaba de entrenar iba mucho al turno noche, y mirábamos todos los partidos. Uno de mis primeros recuerdos es un Nadal-Gaudio [en 2005], y de ahí fui todos los años y siempre soñé con jugarlo algún día. Y ahora lo disfruto muchísimo porque es junto con Córdoba los dos ATP que tenemos en Argentina, y con la Copa Davis las únicas chances que tenemos de jugar en el país. Nosotros somos visitantes casi todo el año”, contó Cerúndolo, que cumplió su mejor actuación en el polvo de ladrillo del Buenos Aires en 2021, cuando entró en el cuadro principal desde la clasificación y escaló hasta la final, que perdió con Diego Schwartzman, entonces 9° del ranking mundial. “Cuando empezamos con el Argentina Open, en 2001, Fran tenía tres años. Recuerdo que hace dos o tres vino a acompañarnos porque había ganado la pre-qualy y hoy está metido entre los 20 primeros”, recordó Jaite.

Para el mayor de los hermanos Cerúndolo, la ilusión es volver a estar en el último día de competencia. El jugador porteño, que en estos días sumó a su staff como head coach a Franco Davin, quiere aprovechar el factor de la localía. “Es obvio que me encantaría poder ganar el torneo, o llegar de nuevo a la final. Pero sin sentir presión”, destacó el 21° del ranking. Además de los invitados Schwartzman y Díaz Acosta, se prevé que Cerúndolo tendrá numerosa compañía. A la espera de la lista definitiva, también estarían Sebastián Báez (28°), Tomás Martín Etcheverry (30°), y Pedro Cachin (70°); Federico Coria (88°) podría estar muy cerca del corte de entrada. Acostumbrado a ofrecer espectáculo, el Argentina Open se acerca a los 24 años con atracciones para todos.