Anthony Joshua convenció, Deontay Wilder decepcionó y la novedad la dio Joseph Parker en la noche de pesados en Arabia Saudita

Conor McGregor habla de manera vehemente con un saudí; en el medio, la incomodidad de Cristiano Ronaldo
Conor McGregor habla de manera vehemente con un saudí; en el medio, la incomodidad de Cristiano Ronaldo

Así como intenta conquistar a los paladares futboleros con una liga cada vez más llena de estrellas, Arabia Saudita también apuesta por los deportes de contacto que atraen a millones de fans en todo el mundo. Ya tiene claro como es el show, donde el ringside muestra a Manny Pacquiao a los abrazos con Cristiano Ronaldo. En este caso, en el Kingdom Arena, de Riad, se congregaron dos peleas de boxeo con sendas figuras de la categoría más excitante de todas, la de los pesados. Dos hombres que necesitaban dejar una gran impresión en cada uno de sus combates y que les sirvieran de promoción para un ansiado (por el público y también por la organización) duelo entre ellos. Pero algo no salió como esperaban por aquellas lejanas tierras, en una velada titulada Day of Reckoning (Día de ajuste de cuentas).

Anthony Joshua festeja luego de derrotar a Otto Wallin en un combate realizado en Riad, la madrugada del domingo 24 de diciembre de 2023 (AP Foto)
Anthony Joshua festeja luego de derrotar a Otto Wallin en un combate realizado en Riad, la madrugada del domingo 24 de diciembre de 2023 (AP Foto) - Créditos: @Str

Por un lado, el inglés Anthony Joshua, que luego de perder el título mundial a mediados de 2022, frente a Oleksandr Usyk, agachó la cabeza y reanudó su camino con el objetivo de la reconquista. Termina 2023 con éxito en los tres combates que realizó, frente a Jermaine Franklin Jr., Robert Helenius y Otto Wallin, este último, en la promocionada velada de Arabia Saudita. Sueco y con peleas de segundo orden en Estados Unidos, Wallin dijo basta tras un quinto round en el que Joshua terminó su trabajo de demolición. No hubo un KO espectacular, pero el inglés se aseguró seguir en el candelero de la máxima categoría.

Para Joshua, de 34 años y casi 2 metros de estatura, fue el KO número 24 en sus 27 triunfos. Las tres derrotas de su récord fueron ante Usyk en dos oportunidades y una sorpresiva con Andy Ruiz en 2019, que fue rápidamente vengada.

Pero para los organizadores, el desencanto llegó por el lado de Deontay Wilder. El Bombardero de Bronce, de 38 años, tuvo una deslucida noche en tierras árabes y claudicó sorpresivamente frente a un desconocido Joseph Parker, oriundo de Nueva Zelanda, que lo superó ampliamente en los doce asaltos que duró el combate. Las tarjetas reflejaron fielmente lo ocurrido: 118-111, 120-108 y 118-110. Abrumadora diferencia en desmedro de un Wilder que acaso estaba ante la última oportunidad de resurgimiento, luego de las dos derrotas contundentes contra Tyson Fury.

Joseph Parker llega con un volado de derecha sobre Deontay Wilder, en un combate de pesos pesados en Riad, Arabia Saudita
Joseph Parker llega con un volado de derecha sobre Deontay Wilder, en un combate de pesos pesados en Riad, Arabia Saudita - Créditos: @FAYEZ NURELDINE

Si la de Riad era una plataforma para lanzar un choque Joshua-Wilder en 2024, la aparición de Joseph Parker en el camino cambió rotundamente los planes. Aunque la victoria del neozelandés tuvo gran complicidad en la poca respuesta que ofreció Wilder. Parker se posiciona, de esta manera, como un contendiente para tener en cuenta por los grandes promotores. Se lo ha ganado. Su récord de 37 peleas se desglosa en 34 triunfos (23 por KO) y 3 derrotas (una sola antes del límite).

Nacido en el sur de Auckland, la capital neozelandesa, Parker vive en Gran Bretaña. Allí perdió en 2018, por puntos, frente a Anthony Joshua. Allí también fue noqueado por el inglés Joe Joyce con un furibundo gancho de izquierda. No es un gran talento, a tono con estos tiempos en el peso pesado.

Joseph Parker celebra su gran victoria sobre Deontay Wilder, en Riad, Arabia Saudita
Joseph Parker celebra su gran victoria sobre Deontay Wilder, en Riad, Arabia Saudita - Créditos: @FAYEZ NURELDINE

Pero la gran performance de la noche en Riad la dio el crucero australiano Jai Opetaia. El zurdo nacido en Sidney utilizó su mano más hábil para descerrajar un poderoso cross que mandó a dormir para toda la cuenta al inglés Ellis Zorro. Opetaia demostró su condición de campeón del peso inmediatamente inferior a los pesados, aunque en los últimos días anunció que dejaba vacante su título de la FIB, ya que no había recibido el permiso para ponerlo en juego ante Zorro. Otro caso de rey sin corona.

Opetaia incrementó su impresionante récord invicto a 19 KO en 24 peleas y dejó en claro que merece una oportunidad para pelear bajo las grandes luces de los Estados Unidos, donde jamás combatió.

Además, el kirguiso Dmitry Bivol, uno de los mejores libra por libra del mundo, venció de punta a punta al inglés Lyndon Arthur, y retuvo nuevamente la corona de los semipesados de la AMB. Las tarjetas no dejaron lugar a dudas; para los jueces, el radicado en Indio, California, ganó todos los rounds: 120-107 fallaron los tres encargados.

El incómodo momento de CR7

La presencia de Cristiano Ronaldo en el ringside elevó el estatus de la velada. El futbolista portugués, que juega en la liga árabe, fue uno de los invitados estelares de la jornada. Sin embargo, pasó un momento entre incómodo y bizarro cuando a su lado se sentó Conor McGregor, el luchador de artes marciales mixtas que ha incurrido en peleas de boxeo. El irlandés se enfrentó con Floyd Mayweather en 2017, en Las Vegas, donde perdió por KO técnico en el 10° asalto. Y también estuvo a punto de pelear con Manny Pacquiao, el filipino exmulticampeón. Sin embargo, este choque nunca se cristalizó y el irlandés demandó a PacMan por una cifra millonaria debido al “incumplimiento de contrato”. Este año, la sentencia le dio la razón a McGregor.

Con CR7 en el medio, McGregor se puso vehemente y comenzó a cuestionar a Pacquiao por no haber querido pelear. “Amo a Manny, pero decile que le crezcan las pelotas para que peleemos en un peso superior”, vociferaba el irlandés a el saudita que estaba sentado al lado de Cristiano, que solo gesticulaba sorprendido, con una leve sonrisa por lo que estaba escuchando. McGregor lanzó una carcajada y también comparó su reloj con el de CR7, a ver cuál era más costoso.

El resumen de las peleas de la velada en Riad