Amenazas a deportistas: cuando se cruza la línea del deporte

Un par de casos de amenazas cibernéticas y acoso han sacudido al futbol americano en los Estados Unidos. Alexander Mattison, corredor de los Minnesota Vikings, y Henry Blackburn, profundo de los Colorado State Rams, han sido sujetos a abusos por parte de pseudo aficionados.

Amenazas directas a un atleta universitario

El caso de Henry Blackburn ha sido muy publicitado en los últimos días, después de que el jugador y su familia recibieran múltiples amenazas. Durante el triunfo de los Colorado Buffaloes sobre Colorado State, Blackburn dio un duro -y controversial- golpe al receptor estrella de los Buffaloes, Travis Hunter. El golpe, por el cual el profundo fue castigado con 15 yardas, dejó a Hunter fuera del resto del encuentro y perderá algunas semanas de juego.

Para cuando finalizó el partido, los números personales de teléfono del jugador y de su madre ya se habían hecho públicos, y desde entonces han recibido múltiples amenazas de muerte.

Jay Norvell, entrenador en jefe de los Rams, indicó que ya dieron aviso a la policía del campus y reiteró su apoyo a las acciones del jugador. Norvell indicó que ese tipo de jugadas suceden en ocasiones, pero que fue sin la intención de causar daño a su rival.

Otro que salió a defender a Blackburn fue Deion Sanders, entrenador en jefe de Colorado. Sanders, quien ha convertido en apenas tres partidos al programa de los Buffaloes en uno de los más populares a nivel nacional, condenó los ataques hacia el jugador rival.

“Henry Blackburn es un buen jugador, que tuvo un partido fenomenal. Le dio un golpe tremendo a Travis en la banda. Pueden llamarlo un golpe ‘sucio’. Pueden decir que “así se juega el futbol’. Sea como sea, no debería estar recibiendo amenazas”, opinó Sanders en su conferencia de prensa.

Ataques a Mattison a través de redes sociales

Mattison dio a conocer un par de mensajes en los que aficionados lo atacaron a graves de redes la semana pasada tras la derrota de los Vikings por 34-28 ante los Philadelphia Eagles. En el partido, Mattison soltó un balón

"Espero que las más de 60 personas que decidieron atacarme con mensajes repugnantemente irrespetuosos esta noche en mensajes directos y comentarios realmente reflexionen sobre lo que dices y cómo realmente podría afectar a alguien bajo mi casco", explicó Mattison en una historia de Instagram.

Entre los mensajes enviados que colo en su publicación estaban ataques racistas y temáticas de suicidio que generaron la reacción del jugador. Los Vikings respondieron con su propia publicación, en la que expresaron su apoyo al corredor y condenaron las palabras dirigidas hacia él.

“Estamos asqueados por el odio y los insultos raciales dirigidos hacia Alexander Mattison después del partido de anoche. Simplemente no hay lugar para palabras o acciones racistas en los deportes o en la sociedad”, se leía en el comunicado, donde además reiteraron su respaldo hacia el corredor.

Un tema demasiado común y no solo en el futbol americano

Las amenazas a deportistas han sido demasiado frecuentes y no se limitan solo a un deporte. Hace apenas una semana, Zoe Maguire, madre del defensa del Manchester United y la Selección Inglesa, Harry Maguire, envió una carta pidiendo que bajen los ataques hacia su hijo, quien nuevamente fue objeto de burlas por un autogol en el duelo entre Inglaterra y Escocia. Maguire ha recibido hasta amenazas de bomba en casa a lo largo de su carrera.

En julio, Gianluca Prestianni, futbolista de 17 años de edad del Vélez Sarsfield de Argentina fue golpeado mientras viajaba en su automóvil y más tarde amenazado por hinchas del club, quienes le mandaron mensajes a su móvil personal. El lateral del Juárez FC, Luis “Chaka" Rodríguez, también fue objeto de amenazas cuando militaba en Tigres por una mala actuación en el duelo entre México y Estados Unidos en 2021.

En la NBA jugadores como Russell Westbrook, Matt Barnes y Danny Green, entre otros, figuran entre los jugadores que han recibido advertencias. Hasta ahora, no se ha encontrado un camino para erradicar el problema en su totalidad. Los mensajes suelen ser investigados y se han llegado a hacer algunos arrestos, como el de un acosador de futbolistas de los equipos femeniles de América y Tigres.

Al final, Sanders lo resumió a la perfección: “Al final del día, esto es un juego. Alguien debe ganar. Alguien debe perder. Y todos continúan con su vida al día siguiente”.

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