Almirante Brown se acerca a la Liga Profesional envuelto en un manto de sospechas

La evidente mano de Abreliano en el área, que Baliño no sancionó como lo que era: penal para Ferro contra Almirante Brown
La evidente mano de Abreliano en el área, que Baliño no sancionó como lo que era: penal para Ferro contra Almirante Brown

Un nuevo capítulo de ese libro de injusticias que empaña el fútbol del ascenso y cubre con un manto de sospecha al arbitraje argentino se escribió en Isidro Casanova, donde Almirante Brown se vio beneficiado por un grosero fallo del árbitro Jorge Baliño, que increíblemente no sancionó un claro penal en favor de Ferro. Eso le permitió a la Fragata avanzar a las semifinales del Reducido por el segundo ascenso a Primera por ventaja deportiva (igualaron 1 a 1 y 0 a 0).

La acción, muy evidente, se dio a los 10 minutos del segundo tiempo, cuando un pelotazo largo de Hernán Grana fue rechazado por la mano dentro del área del lateral Ulises Abreliano, en una maniobra que fue apreciada por el referí, que se encontraba en una posición muy cercana, sin que nadie obstruyera su visión.

Sin embargo, el gesto de “siga siga” hizo que los jugadores del conjunto de Caballito rodearan al juez para exigirle explicaciones. Se repite: Abreliano se agachó para intentar despejar la pelota con su cabeza y deliberadamente amplió el volumen de su cuerpo con el brazo izquierdo para sacar la pelota del área. Vale recordar que en la segunda categoría del fútbol argentino no se utiliza el VAR.

“Nos vamos muy tristes por la injusticia. Todos vieron el grosero error arbitral. Da bronca que nos vayamos sin nada, por una equivocación muy grave. Hicimos todo para pasar”, sostuvo el defensor de Ferro, Nahuel Arena, en declaraciones a Télam.

Baliño venía de protagonizar otra situación polémica durante la semana, cuando estuvo en el VAR y anuló la maniobra que derivó en el segundo gol de San Lorenzo en el clásico con Boca (1-1) en el Nuevo Gasómetro por una posición adelantada que apenas pudo visibilizarse, casi sobre el final del clásico. Baliño creyó conveniente sancionarla y no convalidar lo que era el tanto del triunfo azulgrana, anotado por Nahuel Barrios.

Al mismo tiempo, se da que no es la primera vez en el torneo que Almirante Brown se ve beneficiado por un fallo arbitral. Previo a lo ocurrido en Isidro Casanova, el hecho más reciente se dio en la definición del torneo rumbo al primer ascenso. Allí, el partido comenzó más tarde que el de los otros equipos involucrados porque el árbitro Diego Ceballos salió al campo con una indumentaria similar a la de Almirante Brown.

Además, en la última fecha de la etapa regular, condicionó a Temperley con tres amonestados antes de los 18 minutos, pero no amonestó a un hombre de la Fragata ante una fuerte infracción, y sí expulsó al DT del Gasolero por reclamar. Más tarde, Ceballos dio por válido un gol de Almirante pese a que la pelota no ingresó por completo en el arco y le sacó tarjeta roja a un futbolista de Temperley luego de una jugada que comenzó con la agresión de un jugador de Almirante, y más tarde a un segundo futbolista del Gasolero, en una decisión desmedida.

El malestar generalizado pasa por el vínculo que existe entre su presidente, Maximiliano Levy, y Claudio Tapia, máxima autoridad en la AFA, que lo nombró prosecretario ejecutivo. En una entrevista con LA NACION en 2020, Levy resumió ese vínculo: “Tapia es una persona que te pone a prueba, te mira, te evalúa. Y yo le demostré que no soy eso que pintan en los medios”.

Lo cierto es que Almirante avanzó a las semifinales por el segundo ascenso a la Liga y Ferro se quedó con las manos vacías, y con la sensación de que fue una víctima más de las injusticias que empañan cada fin de semana al ascenso argentino.