All Blacks ganó una maravilla de partido contra Irlanda en el Mundial: el triunfo de las individualidades sobre el rugby coral

Nueva Zelanda festejan tras robar la pelota en la última jugada; así vencen a Irlanda por 28-24 y pasan a una semifinal del Mundial de Francia, la que los enfrentará el viernes con los Pumas.
Nueva Zelanda festejan tras robar la pelota en la última jugada; así vencen a Irlanda por 28-24 y pasan a una semifinal del Mundial de Francia, la que los enfrentará el viernes con los Pumas. - Créditos: @Themba Hadebe / AP

La ultima imagen en el Stade de France sintetiza el partidazo que jugaron Nueva Zelanda e Irlanda, por los cuartos de final del Mundial de rugby. A sus 35 años, Sam Whitelock pescó la pelota de su vida. Era la fase 37 del ataque de los europeos, que precisaban un try para dar vuelta el marcador. El reloj ya había pasado los 80 minutos y los hombres de negro y los de verde se jugaban a todo o nada. Cuando la posesión cambió de manos, Jordie Barrett envió la pelota al touch y el árbitro señaló el final del partido, los irlandeses se llevaron los brazos a la cabeza, incrédulos por el 28-24 en contra, ya inamovible. Los oceánicos, en cambio, festejaron el triunfo tras una batalla campal a la que habían arribado sin el favoritismo de siempre. Llegarán cansados al viernes, cuando jugarán de nuevo en Saint-Denis, ya contra los Pumas. Pero son los All Blacks y les sobra jerarquía como para acceder a la final de la Copa del Mundo.

Irlanda no logró traspasar ese rubicón que es la etapa de cuartos de final. Por octava vez en diez mundiales se quedó fuera en el primera instancia mano a mano. Lo hizo pese a mostrar un rugby mucho más estético y trabajado que su rival. Se volverá a Dublín a pesar de su juego coral, en el que la suma de las partes fue mucho más que sus individualidades. El Mundial llegó a su fin para los dirigidos por Andy Farrell por errores puntuales ante un adversario que no perdona ningún pecado.

Bundee Aki anota un try tras una gran jugada individual; Irlanda quedó una vez más a las puertas de las semifinales, en diez mundiales.
Bundee Aki anota un try tras una gran jugada individual; Irlanda quedó una vez más a las puertas de las semifinales, en diez mundiales. - Créditos: @Aurelien Morissard

En el primer tiempo, y con un penal en favor, el Trébol prefirió un line-out que los palos. La posibilidad de try que la chance concreta de conseguir tres puntos. En la segunda parte, Johnny Sexton falló una patada fácil y privó a su equipo de sumar en el marcador. Y en una pelota aérea, en la que Hugo Keenan tenía ventaja, un compañero tomó de la camiseta a Beauden Barrett y entregó un penal más que evitable, en campo propio, cuando Nueva Zelanda estaba arriba por 25-24 y no quedaba demasiado tiempo. Esas tres fallas enterraron las chances de los irlandeses, a los que el primer puesto del ranking de World Rugby no les sirve en el certamen. Ni quedarán siquiera entre los cuatro mejores, al menos en la clasificación final.

Nueva Zelanda fue un carnívoro agazapado durante todo el partido. En el golpe por golpe que fue el encuentro, los oceánicos se defendieron durante buena parte de los 80 minutos. Pero dos tarjetas amarillas, a Aaron Smith y a Codie Taylor, condicionaron sus esfuerzos. Irlanda, que siempre fue a remolque en el marcador, aprovechó esa superioridad numérica y los de negro tuvieron que arremangarse. Y esperar con lucidez “la” jugada que les diera un try por un error ajeno. La encontraron en la segunda etapa, a la salida de un line. No siempre sucede que al mejor equipo del planeta lo lastiman en su in-goal con un try monofásico. Pero pasó, gracias a la lucidez de Richie Mo’unga (que hasta ahora tenía un mundial gris) y al oportunismo de Will Jordan (acumula ¡28 tries en 29 partidos!), el definidor.

All Blacks mezcló a la perfección la contundencia en el campo del contrario con la fiereza a la hora de evitar que le anotaran. A esa última pelota que pescó Whitelock hay que sumar otra jugada clave, de un puntal: Jordie Barrett. El back de 26 años se transformó en héroe y fue una suerte de “Tute” Moroni para Nueva Zelanda, porque se aferró a Ronan Kelleher a la salida de un maul y evitó que el irlandés apoyara en el in-goal. Faltaban apenas diez minutos. Barrett, inteligente como pocos, aprendió la lección que le había dado Jamison Gibson-Park en el primer período. El escurridizo medio-scrum del Trébol había tomado la pelota después de un maul y se había filtrado entre los hombres de negro para anotar un gran try.

Ardie Savea, uno de los puntos altos del conjunto negro, vuela para anotar uno de los tries de All Blacks; James Lowe se esfuerza para tacklearlo pero falla.
Ardie Savea, uno de los puntos altos del conjunto negro, vuela para anotar uno de los tries de All Blacks; James Lowe se esfuerza para tacklearlo pero falla. - Créditos: @Themba Hadebe

En el apartado defensivo, los All Blacks tuvieron al mejor del partido. Quien se ganó todos los aplausos fue Sam Cane, autor de 20 tackles. Extenuado, el tercera línea dejó la cancha en la segunda mitad luego de estar omnipresente todo el tiempo. Cada vez que un hombre de verde intentaba ganar metros se topaba con el ala neozelandés, una fiera a la hora de exponer su físico y proponer contacto. Impasable, una muralla. Por algo es el sucesor de Keiran Reid como capitán de All Blacks. Además de inspirar liderazgo en sus compañeros, Cane juega. Y, sobre todo, defiende.

La decepción de Irlanda tuvo consecuencias. Johnny Sexton no volverá a ponerse la camiseta verde, igual que Keith Earls. Sexton debió esforzarse para contener las lágrimas en la conferencia de prensa posterior. “Me da bronca que no hayamos concretado en el final. El maul que tuvimos sobre la línea, el kick... Pero al menos dimos todo”, enunció Sexton. Algo parecido dijo su entrenador, Farrell: “Los pequeños detalles están en todo el partido. Fueron dos buenos equipos jugando un rugby de altísimo nivel. Por desgracia para nosotros, quedamos del lado perdedor. El deporte puede ser cruel”, lamentó.

Compacto de la victoria neozelandesa

A Nueva Zelanda no le importan los méritos. Ni el mejor juego colectivo de su oponente. Emergió victorioso de la batalla de cuartos de final. Igual que los Pumas en Marsella. Ambos equipos se medirán el viernes por un lugar en la final.

Síntesis de Nueva Zelanda 28 vs. Irlanda 24

  • Nueva Zelanda: Beauden Barrett; Will Jordan, Rieko Ioane, Jordie Barrett y Leicester Fainga’anuku; Richie Mo’unga y Aaron Smith; Sam Cane (capitán), Ardie Savea y Shannon Frizell; Scott Barrett y Brodie Retallick; Tyrel Lomax, Codie Taylor e Ethan de Groot.

  • Entrenador: Ian Foster.

  • Cambios: ST, 19 minutos, Sam Whitelock por Frizell; 24, Tamaiti Williams por De Groot, Fletcher Newell por Lomax y Anton Lienert-Brown por Fainga’anuku; 25, Dane Coles por Retallick, y 35, Dalton Papalii por Cane.

  • Irlanda: Hugo Keenan; Mack Hansen, Garry Ringrose, Bundee Aki y James Lowe; Johnny Sexton (capitán) y Jamison Gibson-Park; Josh Van der Flier, Caelan Doris y Peter O’Mahony; Iain Henderson y Tadhg Beirne; Tadhg Furlong, Dan Sheehan y Andrew Porter.

  • Entrenador: Andy Farrell.

  • Cambios: ST, 13 minutos, Finlay Bealham por Furlong; 16, Jimmy O’Brien por Hansen; 19, Jack Conan por Van der Flier y Joe McCarthy por Henderson; 21, Conor Murray por Gibson-Park; 24, Ronan Kelleher por Sheehan, y 36, David Kilcoyne por Porter.

  • Primer tiempo: 8 minutos, penal de Mo’unga (NZ); 14, penal de Jordie Barrett (NZ); 20, gol de Mo’unga por try Fainga’anuku (NZ); 23, penal de Sexton (I); 28, gol de Sexton por try de Aki (I); 35, try de Savea (NZ), y 39, gol de Sexton por try de Gibson-Park (I). Amonestados: 34, Smith (NZ). Resultado parcial: Nueva Zelanda 18 vs. Irlanda 17.

  • Segundo tiempo: 14 minutos, gol de Jordie Barrett por try de Jordan (NZ); 24, try-penal (I), y 29, penal de Jordie Barrett (NZ). Amonestados: 24, Taylor (NZ). Resultado parcial: Nueva Zelanda 10 vs. Irlanda 7.

  • Árbitro: Wayne Barnes (Inglaterra).

  • Estadio: Stade de France, de Saint-Denis.