Aliviados pero afligidos, los españoles evacuados de Gaza miran hacia una nueva vida

El Cairo, 14 nov (EFE).- Tras salir de la Franja de Gaza, la hispano-palestina Salsabeel Hamdan, de 28 años, volará desde Egipto a España para comenzar una nueva vida, alejada de la "guerra más difícil" y en la que podrá terminar su máster. Como ella, los españoles evacuados están aliviados al encontrarse a salvo, pero angustiados por lo que han dejado atrás.

"Esta es la guerra más difícil, la salida ha sido muy difícil, lograron sacarnos después de 36 días (de guerra). Era difícil para el consulado de España y para nosotros. De hecho algunas familias ni pudieron llegar a Rafah", en el sur de Gaza, afirmó Salsabeel desde el hotel cercano a las pirámides de Guiza en el que se encuentra alojada por las autoridades españolas.

Consiguió salir en el primer grupo de evacuados de españoles de los tres que se esperan junto su marido Taher Hamdan, de 28 años, y su pequeño Yasin, de un año y medio, que corretea a duras penas por el patio del hotel agarrado del móvil de su madre. Llegaron hoy sobre las 05:00 hora local (03:00 GMT) tras un largo camino desde el paso de Rafah, que conecta Egipto con el enclave palestino bajo asedio.

Una nueva vida

"Ahora, nos dirigiremos a España cuando podamos salir e iremos a la casa de mis hermanos en Valencia. Esperemos que se acabe la guerra y que podamos hacer una nueva vida, aunque sea aquí o allí, y así podríamos acabar nuestros estudios", dijo Salsabeel.

Desde El Cairo espera a que lleguen allí el resto de los evacuados hispano-palestinos para poder tomar el avión que les lleve a España, lo que previsiblemente ocurrirá en dos o tres días, aunque aún no hay fecha confirmada.

Salsabeel vivió 15 años en España, ya que sus padres estaban haciendo el doctorado allí, y desde 2011 ha ido yendo y viniendo hasta que se casó en Gaza en 2020 con Taher, quien llevaba esta mañana la camiseta de la selección española, como la mayoría de los días desde que estalló la guerra.

Taher, que es corresponsal deportivo para la radio Al Shabab en Gaza y camarógrafo, indicó que su plan era irse en cuatro años a España para que su mujer siguiera el doctorado y él con el máster.

"Pero ahora ya todo cambió", aseveró en árabe, y subrayó que aún no está preparado para ir a España, sobre todo por su hijo pequeño.

Para Salsabeel, fisioterapeuta y que colabora con la agencia de los refugiados palestinos de la ONU (UNRWA), es "un alivio haber salido de Gaza", aunque aún tiene "muchos seres queridos ahí".

Lo que han vivido ha sido muy difícil. Son del norte de Gaza y desde el primer día del ataque del grupo islamista Hamás contra el territorio israelí, el 7 de octubre, se fueron de su localidad, Beit Hanoun, de unas 60.000 habitantes, y que dicen que está "totalmente destruida".

Al séptimo día de la guerra, las autoridades españolas les mandaron un mensaje para ir al cruce de Rafah, aunque luego ese intento para salir quedó anulado. Pero desde entonces, han estado en Rafah a la espera de cruzar, sin apenas electricidad, pan y bebiendo agua que no sabían de dónde procedía, apuntó la pareja.

En paz y libertad

Con la voz entrecortada y algunas pausas sin palabras, el coordinador de la comunidad española en el enclave, Salah Awad El Sousi, de 73 años dijo a EFE que regresar a España es hacerlo al lugar que forjó lo que él es hoy en día.

"Vuelvo a mi sitio, al lugar donde me hizo. Pero lo que me preocupa son mis hijos, no sé si se podrán adaptar a la nueva sociedad española (...) Pero me tranquiliza el hecho de que van a estar en libertad y en paz, pero les va a costar mucho", señaló Sousi, de 73 años, y que ya ha vivido 25 años en España y ha trabajado como profesor de universidad.

El Sousi quiso mandar un mensaje a la sociedad española y es que "no le consideren refugiados", ya que lo ve como "una humillación".

La gente evacuada son "de una graduación superior, todos son universitarios y quiero que nos traten como tal. Simplemente ese es mi consuelo", dijo, antes de romperse de nuevo.

Los hispano-palestinos, unas 150 personas, escapan de una guerra que ha provocado que Gaza, y en concreto el norte del territorio, se convierta en "un infierno en la tierra", como afirmó la ONU.

En el enclave han muerto por ataques israelíes, de acuerdo al Ministerio de Sanidad gazatí, más de 11.000 personas, mientras que en territorio israelí murieron unas 1.200 por el ataque de Hamás el 7 de octubre, que desencadenó la actual guerra. EFE

Isaac J. Martín y Samar Ezzat

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