Alex Requena, el treintañero español detrás de éxito del Paris Basketball

Antonio Torres del Cerro

París, 26 abr (EFE).- Flamante ganador el pasado 12 de abril de la Eurocopa tras solo seis años de existencia, el Paris Basketball ha contado con el ejecutivo español Alex Requena (Valencia, 1994) como uno de sus artífices entre bastidores.

Este treintañero, actual vicepresidente y director de estrategia, ha sido clave en el cambio de paradigma de una entidad nacida de cero en 2018 tras la fusión de tres clubes de barrio y controlada hoy por capital estadounidense (su presidente David Kahn es un antiguo directivo de Minnesota Timberwolves y de los Indiana Pacers).

¿El mayor logro hasta ahora de Requena? Haber logrado un nuevo estadio con el que el Paris Basketball ha podido poner sus cimientos para construir "una marca a nivel global", a semejanza del club de fútbol Paris Saint-Germain (PSG) y de los New York Knicks, el equipo de sus amores.

El joven ejecutivo, de 30 años recién cumplidos, recibe a un equipo de EFE dentro del reluciente Arena Adidas, feudo de los parisinos desde el pasado febrero -en sustitución del vetusto pabellón Georges-Carpentier- y construido para acoger las pruebas de bádminton y gimnasia rítmica en los Juegos Olímpicos de París de este año.

"El club tiene su estrategia en torno a esta Arena. Ha sido el proyecto principal en el que he trabajado", explica orgulloso el valenciano sobre el pabellón situado en el norte de París, en una zona históricamente muy degradada, y en el que juegan sus partidos en casa, tras alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento de París, propietario de esta infraestructura que ha costado 150 millones de euros.

Al trasladarse del Georges-Carpentier de sus primeros años de vida (3.000 espectadores) al actual Arena de 8.000, el club ha mejorado sus ingresos en taquilla, al tiempo que ha atraído nuevos patrocinios por sus buenos resultados, creando un círculo virtuoso.

"Teniendo ahora un equipo competitivo que pueda acceder a la Euroliga (el París Basketball tiene una invitación por ganar la Eurocup), el hecho de contar con un nuevo Arena ha creado valor a la marca", sostiene Requena, cuyo club ingresa unos 9 millones de euros anuales, una cantidad muy alejada de los grandes europeos e incluso de clubes franceses como el Asvel Lyon-Villeurbanne (propiedad de Tony Parker) o el Mónaco.

El encaje de bolillos no es fácil. El modelo de negocio del baloncesto francés difiere al del fútbol, regado por los millones de los derechos de retransmisión y los abultados traspasos.

"Nosotros vivimos de las entradas, los patrocinadores y la mercadotecnia", expone el vicepresidente del Paris Basketball.

Para lograr esa deseada "marca", el joven español tiene un modelo en la NBA, para la que ya trabajó en el desarrollo de la Liga Africana de Baloncesto, organizada entre la NBA y la FIBA.

"Queremos ser sostenibles en el largo plazo, justamente como los Knicks, que están asociados a la ciudad de Nueva York, que es una ciudad global como es París", defiende Requena, generando una especie de inmunidad cuando los resultados no funcionan.

Ese es el caso de la franquicia neoyorquina de la NBA, ya que su último anillo remonta a 1973 pero su valor comercial no ha dejado de aumentar.

El joven español ve al club de fútbol del PSG -la marca deportiva francesa más notoria- no como una competencia y sí como un potencial aliado.

"Ellos (PSG) obviamente están muy ligados a la marca Nike, nosotros a Adidas, lo cual va a dificultar un poco las cosas, pero sí que queremos trabajar con ellos y creo que hay formas", expresa.

Para el directivo valenciano, la ecuación del baloncesto y la ciudad del Sena es perfecta: "Es un deporte muy urbano. Creo que es una fórmula súper sexy mezclar baloncesto y París. Se puede crear un interés enorme, también a nivel internacional", confía.

"De Villas-Boas aprendí muchísimo"

Doble grado en International Business por la Universidad de Valencia y poseedor de un máster en gestión deportiva por la Kedge Business School de Marsella (Francia), Requena siempre fue un apasionado del baloncesto, aunque su carrera en la industria del deporte despegase en el fútbol.

Durante sus seis años en la sección de fútbol del Olympique de Marsella (OM) le marcaron dos nombres: el del portugués André Villas-Boas, quien fue entrenador del equipo entre 2019 y 2021, y Laurent Colette, director general y jefe de operaciones entre 2018 y 2022.

"A pesar de estar en mi rol de business, aprendí muchísimo de él (Villas-Boas, quien ha tenido también una precoz carrera de entrenador comenzando a dirigir con 31 años). Me dio muchísima confianza", cuenta el directivo, quien considera, no obstante, a Colette (exjefe de marketing con el Barcelona) como su verdadero mentor.

(c) Agencia EFE