Alemania en shock en el Mundial de Qatar: una derrota que “queda en la cabeza” y jugadores que “no pedían la pelota”
Los jugadores titulares de Alemania posaron para la foto de comienzo del partido con una mano tapándose la boca. La imagen tuvo impacto y repercusión internacional por el mensaje que se quiso dar: una manera de protestar contra la FIFA y la organización de Qatar por la prohibición para posicionarse sobre cuestiones políticas y sociales, en un país donde la homosexualidad es considerada un delito y la libertad de expresión es restringida.
“Quisimos lanzar el mensaje de que la FIFA está silenciándonos”, expresó tras el partido Hansi Flick, entrenador de Alemania. Lo que no se callaron en Alemania fueron las autocríticas por el decepcionante debut, con una derrota por 2-1 ante Japón, luego estar 1-0 arriba tras el primer tiempo.
El arquero Manuel Neuer finalmente no llevó el brazalete de capitán “One Love”, con los colores del arco iris, que representa la diversidad sexual. En su brazo exhibió el permitido por la FIFA, con la leyenda “no a la discriminación”. La DFB (Federación Alemana de Fútbol) respaldó la postura de su seleccionado con un comunicado oficial: “Negarnos el brazalete es lo mismo que negarnos la voz”.
Lo más destacado de Alemania 1 - Japón 2
La prensa alemana tampoco tuvo contemplaciones, mientras se agitan los fantasmas de hace cuatro años, cuando el seleccionado fue a Rusia a defender el título de Brasil 2014 y quedó eliminado en la etapa de grupos. “Alemania en shock”, tituló el diario Bild, el de mayor circulación en el país. Otros medios también fueron muy duros, con términos como “ridículo”, “deshonra” e “inicio de la debacle”.
Flick recibió cuestionamientos por realizar dos cambios que debilitaron a Alemania en el segundo tiempo, con los reemplazos de Ilkay Gündogan y Jamal Musiala, los dos volantes que estaban controlando el juego. El ambiente estaba espeso en la atención a la prensa post-partido. Mientras que Flick habló de una derrota “brutalmente decepcionante”, que “quedará en la cabeza de todos durante los próximos días”, Gündogan le apuntó a sus compañeros: “Sentía que no todo el mundo quería realmente el balón. Lo perdíamos con demasiada frecuencia y con demasiada facilidad”.
Alemania viene de su peor clasificación en un Mundial, con el 22° puesto en Rusia, con una victoria y dos derrotas. Así como Flick es señalado como uno de los responsables de la caída por sus modificaciones en la segunda etapa, Japón llegó a la victoria con goles de dos jugadores que ingresaron desde el banco: Ritsu Doan y Takuma Asano. Para mayor paradoja, ambos se desempeñan en la Bundesliga. Doan lo hace en Friburgo y Asano en el Bochum.
Flick reconoció que Japón los superó “en eficacia”. “Nos pusimos en ventaja, tuvimos el 78 por ciento de posesión en el primer tiempo, pero después dejamos escapar muchas ocasiones. Ahora tenemos que trabajar con los jugadores. Sabemos que los próximos días no serán agradables porque todos tendrán esta derrota en la cabeza y están molestos”, agregó el director técnico que con Bayern Munich conquistó el sextete de títulos en una temporada.
Flick no desmereció a Japón: “Tuvo sus méritos, nosotros debemos sacar lecciones”. Tampoco se amparó en un supuesto desgaste de energías o desconcentración por los desacuerdos de la Federación de Alemania y su seleccionado con la FIFA y el Comité Organizador qatarí. “No recurriremos a las excusas, eso sería demasiado fácil para nosotros”.
Autor del gol de Alemania con un penal, Gündogan amplió su observación crítica sobre el equipo: “Sentía que no todo el mundo quería realmente la pelota. La perdíamos con demasiada frecuencia y facilidad. Hubo un poco de falta de convicción. Sosteniendo la pelota, moviéndose, ofreciéndose. En la segunda parte confiamos demasiado en las pelotas largas. Y los cortos que jugamos los perdimos con demasiada facilidad”.
La derrota dejó tocada a Alemania, a la que el domingo le espera poco menos que una final ante España, que viene de florearse con un 7-0 sobre Costa Rica.