Alemania organiza un torneo con estadios modernos, pero preocupada por la seguridad

El canciller alemán, Olaf Scholz (2º drcha.), y el exfutbolista y responsable del comité organizado de la Eurocopa de Alemania, Philipp Lahm (c), visitan el estadio de Múnich el 3 de junio de 2024 (Lukas Barth)
El canciller alemán, Olaf Scholz (2º drcha.), y el exfutbolista y responsable del comité organizado de la Eurocopa de Alemania, Philipp Lahm (c), visitan el estadio de Múnich el 3 de junio de 2024 (Lukas Barth)

Para albergar con éxito la Eurocopa del 14 de junio al 14 de julio, Alemania se apoya en la herencia del Mundial-2006, con sus estadios modernos y siempre llenos, pero con la gran preocupación de la seguridad, en un contexto geopolítico muy tenso.

. Legado del 2006

La última vez que Alemania organizó un gran torneo futbolístico fue en 2006, con un Mundial muy bien organizado de la mano de Franz Beckenbauer y cinco semanas de ambiente festivo en todo el país.

Para aquel campeonato se reformaron en profundidad muchos estadios, entre ellos el Olímpico de Berlín, construido para los Juegos de 1936 y cuyas obras duraron cuatro años (2000 al 2004) para modernizar un recinto que albergó la final, en la que Italia derrotó a Francia en los penales.

Otros estadios fueron construidos completamente, como el Allianz Arena en el norte de Múnich, que es la casa del Bayern desde la temporada 2005-2006.

Dentro de seis días, el estadio bávaro será el centro del mundo futbolístico cuando se celebre allá el partido inaugural entre la selección anfitriona y Escocia.

Esos estadios fueron el gran legado dejado por el Mundial y casi dos décadas después, de los 10 recintos que acogerán los 51 partidos de la Eurocopa, nueve de ellos ya fueron escenarios de encuentros mundialistas.

Sólo Düsseldorf se une a esta lista, eso sí, con un estadio construido entre 2002 y 2004 y que forma parte de los estadios más modernos de Alemania. El único recinto que ha sufrido una renovación importante fue el de Stuttgart, con la renovación de la parte baja de la tribuna principal, acabada a comienzos de 2024.

La mitad de los estadios de la Eurocopa pertenecen a equipos que actualmente juegan en la segunda división alemana, algo que no impide que se llenen cada fin de semana.

En total, se espera 2,7 millones de espectadores en unos estadios cuya capacidad se ha reducido un poco ya que la UEFA no autoriza las plazas de pie, que si lleva experimentando el fútbol alemán desde la temporada 2022-2023. Así, el estadio del Dortmund pasará de las 81.365 plazas habituales a 62.000.

. Prioridad número 1

Al mando de la organización, el antiguo capitán de los campeones del mundo en 2014 Philipp Lahm no ha tenido que preocuparse mucho por las infraestructuras, pero hay otro tema que sí le da muchos quebraderos de cabeza: "Desde el principio, la seguridad es una de nuestras grandes previsiones", aseguró en marzo en una entrevista a la AFP.

Más allá de los 2,7 visitantes con entradas para los partidos, Alemania se dispone a recibir a 12 millones de personas en las 'fan zones', esos lugares de celebración para aficionados ubicados en cada ciudad sede y que reúnen a miles de aficionados para ver los partidos por pantallas gigantes.

Expertos de cada país clasificado ayudarán a las autoridades alemanas, a Europol y a la UEFA para vigilar y coordinar las medidas de seguridad desde una inmensa sala de conferencias de 500 m2, equipada con 129 ordenadores y una gigantesca pantalla de 40 m2 en el Centro de Cooperación (IPCC) en Neuss (oeste).

Alrededor de los 10 estadios que albergarán partidos se desplegarán entre 800 y 1.300 agentes de las fuerzas de seguridad, habrá controles en las fronteras alemanas durante el torneo y patrullas comunes de gendarmes franceses y policías federales alemanes vigilarán las líneas ferroviarias París-Stuttgart y París-Fráncfort.

"Los grandes eventos deportivos siempre son potenciales objetivos de ataques terroristas", asegura Johannes Saal, experto en seguridad en la Universidad de Lucerna, calificando la actual situación geopolítica de "muy tensa" por la guerra en Gaza y por la amenaza yihadista, siempre presente.

"Hablamos en abstracto de una elevada amenaza desde hace años, pero no hay ningún indicio concreto para un ataque", trató de relativizar la jefa de la policía berlinesa, Barbara Slowik, durante una presentación del dispositivo de seguridad para el torneo a mediados de mayo. Las amenazas "son tomadas en serio y verificadas con los socios internacionales", añadió.

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