Alejandro Garnacho desató la furia de Casemiro en Manchester United: por qué lo puede afectar para bien incluso en la selección
Desde que Alejandro Garnacho irrumpió en Manchester United, en la temporada 2021/22 que dio que hablar. Su look, sus condiciones y personalidad trataron de ir de la mano con su explosión en las gambetas, esa rebeldía para intentar ganarse un lugar en la Premier League, formado bajo el espejo de Cristiano Ronaldo (su compañero de equipo) y el siempre sueño latente de la selección argentina.
Se hace camino al andar y despierta elogios de todas partes del mundo. Con 20 años, tiene mucho que aprender, tanto en la liga inglesa como en la selección, y también potencial para terminar de explotar sus condiciones. Es un delantero desequilibrante que forma parte de un todo. Y eso quedó reflejado en el empate de este domingo entre Manchester United y Chelsea, por 1-1.
Iban 83 minutos y Garnacho iniciaba un típico ataque suyo desde la izquierda al centro, con gambetas, cambios de ritmo y buscando visión de pase. Pero terminó enredado por la marca rival, no soltó la pelota a tiempo. No hubo cesión hacia el lateral izquierdo Noussair Mazraoui y centro al punto penal para Joshua Zirkzee y Amad Diallo Traore. Empezó a girar y volver para atrás y perdió la pelota ante Pedro Neto, que comenzó a acelerar por el mismo carril pero en sentido inverso para activar el contraataque del equipo blue de Enzo Fernández. El delantero portugués tomó velocidad y fue abarajado por Casemiro, que lo corrió diez metros y lo bajó con un tackle desde atrás. Pero no bien se levantó, el brasileño desató la furia contra Garnacho, que volvía... al trote tras su pérdida de la pelota.
Los gritos desaforados de Casemiro, un jugador tacticista que tiene toda la cancha en la cabeza, le confirmaron a Garnacho que no se puede aplicar menos energía para recuperar la pelota con respecto a la que utiliza para atacar. Ni aunque seas delantero ni una de las figuras del equipo. Ni aunque el partido transcurra los minutos finales. La infracción sin intención de disputar la pelota tuvo como consecuencia la tarjeta amarilla para el mediocampista brasileño. En la lectura de Casemiro: el “no regreso” del delantero argentino en la velocidad y esfuerzos necesarios, lo terminaron condicionando para su amonestación.
El reto de Casemiro
Casemiro siempre fue especial en la formación de Garnacho. El volante brasileño y Cristiano Ronaldo ejercieron, desde sus comienzos, el rol de “padrinos” en el club inglés. Cuando el delantero argentino apareció a los 18 años, tenía mucho para mejorar, ya sea desde la formación física como técnica y táctica, también en lo que tenía que ver con su comportamiento personal. Un argentino siempre puede arrancar mirado de reojo en Inglaterra. Es más, vale recordar la declaración de Bruno Fernandes luego del primer gol de Garnacho, a la Real Sociedad: “Estuvo bien, pero sabe que esperábamos mucho de él. Al principio de la temporada no estaba en su mejor momento. En la pretemporada no tuvo la mejor actitud que debería tener, por eso no tuvo sus oportunidades. Ahora está entrenando mejor, con mejor actitud”, había explicado el portugués. Traducción: “todo bien con su primer gol en Manchester, pero esto recién empieza”. Corría fines de 2022.
Casemiro también fue importante en su evolución. El brasileño le potenció el gen competitivo y no dudó en marcarlo en las prácticas con todo para que se esfuerce día a día en la preparación y esté listo para los partidos de alto nivel. Dicen que también lo aconsejó, estos años, en cuanto a la alimentación y a los momentos de descanso. Pero en cada partido o entrenamiento, lo pone furioso si lo ve “tibio” a Garnacho, como sucedió este domingo ante Chelsea.
Casemiro, de 32 años, es un apoyo en todo sentido para el argentino. Hasta le hizo un guiño cuando en más de un mercado de pases el nombre de Garnacho se vinculó a Real Madrid. “Si te llaman, ni te lo pienses”, le dijo el brasileño en enero de 2023, quien jugó 361 partidos, anotó 31 goles y ganó 7 títulos en el equipo merengue que actualmente dirige Carlo Ancelotti.
Para los entrenadores que juegan con wines o extremos, la mayoría recuerda como el nacimiento moderno de la consigna de que “todos deben marcar”, el día que Marcelo Bielsa lo mandó “a correr a Roberto Carlos” a Ariel Ortega en un duelo ante Brasil por la Copa América 1999. “Contra Brasil jugamos tres veces y Roberto Carlos había uno solo, el único. No es que me hacía marcar al marcador de punta de cada rival. La forma de jugar de Bielsa era siempre en campo rival, yo jugaba permanentemente atacando. Quedó instalado que Ortega corrió a Roberto Carlos, pero no fue tan así. Bielsa no me dijo que tenía que seguirlo a Roberto Carlos, pero nosotros siempre jugábamos hombre a hombre. Con los marcadores de punta era mano a mano. Marcelo siempre me dio muchísima libertad para jugar, simplemente quería que mantuviéramos nuestra posición”, reconoció el Burrito en declaraciones a FM 94.7 en 2019. Hoy el Loco les pide lo mismo a Facundo Pellistri o Maximiliano Araujo en la selección de Uruguay.
El 10 de febrero de 2023, Ten Hag había respaldado a Garnacho, a quien reemplazó (sacrificó) para hacer un cambio defensivo por la expulsión de (justamente) Casemiro ante Crystal Palace, por la Premier League. “Es un jugador muy emocional y es algo que traslada a su juego. Quiere ganar, quiere jugar, no quiere perderse ni un minuto y creo que es algo positivo. Tiene mucha confianza en sí mismo y quiere ayudar hasta el final. Pero también entiende que el equipo está siempre por encima y acepta las decisiones”, había dicho su entrenador ese día porque, está claro, no le gustó salir a Garnacho.
Pero desde el análisis general lo había respaldado todavía más: “Creo que todos los jugadores tienen que ser valientes, tienen que intentarlo, siempre que sea por el interés del equipo. Es lo que está haciendo bien Garnacho, porque está lanzándose contra jugadores y los está superando. Está creando oportunidades”.
El contexto de Manchester United se modificó en los últimos días. Ruud van Nistelrooy tomó las riendas de manera interina luego del despido del DT Ten Hag. En la última ventana de octubre, por las Eliminatorias, para los partidos ante Venezuela y Bolivia, no estuvo Garnacho. “Tuve problemas en la rodilla en los dos últimos partidos y no podré estar con la Selección pero espero recuperarme para poder estar en la próxima fecha”, explicó. Y ahora calienta motores para estar en la lista de Lionel Scaloni de cara a los duelos con Paraguay y Perú del 14 y 19 de noviembre.
Justamente en la selección suele ser convocado, fue el primer nombre que el entrenador había confirmado para la última Copa América (lo dijo en una conferencia porque se dudaba de su presencia), en realidad el segundo porque era un secreto a voces que el 10 de Inter Miami iba a esar, pero lo van llevando de a poco al atacante de Manchester United. Muchas veces Garnacho es convocado pero no suma minutos en la cancha pero sí desde la convivencia del plantel, desde el roce colectivo con Messi, Lautaro Martínez, Julián Álvarez, Dibu Martínez, Otamendi y Cuti Romero. Incluso cuentan puertas para adentro que en el predio de Ezeiza suele mantener un perfil muy bajo y que sabe cuál es su lugar. Si lo sabe aprovechar, será uno de los abanderados de la renovación para después del Mundial 2026.
Pero sabe que, aunque le den un puñado de minutos, debe jugar al 100% para atacar y... para defender. El único que tiene permiso para “descansar” puede ser Messi y aún así no se lo permite. El resto, en el bloque habitual que puede moverse dentro de un esquema 4-1-4-1 o 4-4-2 , todos atacan y todos defienden... con intensidad. En la selección ese rol lo van a cumplir Otamendi o Cuti Romero, o el volante central titular de turno. Todos confían en su calidad para hacer goles y definir partidos, en su juventud y rebeldía para encarar y desequilibrar, pero nunca debe abandonar el sentido colectivo de la selección. Si en algún momento Garnacho dudó o no volvió a marcar al 100%, ahí está el grito del “padrino” Casemiro para volverlo a la realidad.