La alcaldesa de París quiere "conservar" el pebetero y los aros de la Torre Eiffel

Esta vista general muestra el pebetero olímpico situado en el Jardín de las Tullerías en París, el 27 de julio de 2024. (Geoffroy VAN DER HASSELT)
Esta vista general muestra el pebetero olímpico situado en el Jardín de las Tullerías en París, el 27 de julio de 2024. (Geoffroy VAN DER HASSELT)

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quiere "trabajar" en la posibilidad de "conservar" después de los Juegos Olímpicos el pebetero olímpico instalado en los jardines de las Tullerías y los aros olímpicos que se lucen actualmente en la Torre Eiffel.

"Hay tres símbolos en los que debemos pensar: los aros olímpicos de la Torre Eiffel", el pebetero porque es "extraordinario y magnífico" y las estatuas de diez mujeres francesas que aparecieron en el Sena durante el cuadro artístico titulado "Sororidad" en la ceremonia de apertura de París-2024, enumeró Hidalgo en declaraciones a la emisora de radio France Bleu Paris.

Esas estatuas de mujeres que destacaron en distintos campos por su labor de pioneras e inspiradoras, entre ellas la filósofa y escritora Simone de Beauvoir o la primera presidenta del Parlamento europeo Simone Veil, "tendrían su lugar en París, especialmente en el distrito XVIII [en el norte de la ciudad]".

"Estos tres objetos artísticos, simbólicos y magníficos merecen toda nuestra atención. No puedo decir hoy si permanecerán porque no soy la única en decidirlo", pero forman parte de "un legado de los Juegos que queremos conservar", afirmó la alcaldesa.

El pebetero en forma de globo aerostático, encendido en la ceremonia de apertura por la exatleta Marie-José Pérec y por el judoca Teddy Riner, será accesible gratuitamente en las Tullerías hasta la clausura de los Juegos el 11 de agosto.

Su éxito popular ha sido inmediato. Unas 10.000 personas podrán verlo de cerca diariamente, con un máximo de 3.000 personas simultáneamente, según los organizadores de la cita olímpica. Las entradas para reservar plaza son gratuitas, pero ya se agotaron el domingo por la mañana.

La llama olímpica del pebetero, en realidad un juego de luces proyectado sobre "una nube de agua", permanece así visible en el centro de la ciudad y no dentro de un estadio. Cada noche, el globo se eleva 60 metros y ello también atrae diariamente a una multitud para presenciar el momento.

"Estamos muy contentos si una ciudad o una región quiere tener los anillos. Es algo que podemos hablar con la alcaldesa", declaró Mark Adams, vocero del COI, durante su encuentro diario con la prensa durante los Juegos.

"¿Queremos ver los anillos en una ciudad olímpica? ¿Deben permanecer? Es una cuestión para la alcaldesa y el pueblo francés", prosiguió, sin abordar el asunto del pebetero.

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