Un año después, David Morrell Jr. recuerda la pelea que casi le cobró la vida a su rival

Un año después, el pasado 5 de noviembre le trajo recuerdos agridulces a David Morrell Jr. Esa noche de 2022, dominó y demolió a Aidos Yerbossynuly, su rival de turno, de manera impresionante. Con la victoria por nocaut en el duodécimo asalto, el cubano ganó el título mundial de peso supermediano de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y demostraba una vez que era uno de los mejores de su división.

Sin embargo, debido a una lesión cerebral traumática, el kazajo tuvo que ser llevado al hospital para ser operado y eventualmente puesto en coma inducido para aliviar la inflamación del cerebro. Tanto el réferi Tony Weeks y la esquina de Yerbossynuly fueron criticados por no detener unos rounds antes.

De cara a su siguiente pelea de este sábado (6 p.m. PT, Showtime) en el The Armory de Minneapolis, en Minnesota, ante el ghanés Sena Agbeko (28-2, 22 KOs), Morrell (9-0, 8 KOs) reconoció que aún piensa en lo sucedido con Yerbossynuly, pero aseguró estar en paz consigo mismo.

“No [lo pienso] todo el tiempo… a veces veo peleas y veo un nocaut fulminante así, se me viene ese recuerdo y a veces dijo ‘guau’, pero después digo que es parte del deporte, me hubiese pasado a mí”, dijo Morrell Jr. en una videollamada al LA Times en Español. “En realidad no fue error mío, fue de la esquina de ellos. Ellos cometieron el error de no pararlo en el noveno round, cuando ya estaba muy lastimado”.

Según Morrell Jr., parte de la táctica que tenía su esquina para ese combate era el durar los 12 asaltos, por lo que al ver que su rival se mantenía de pie, recibió la indicación de que tenía que acabar el combate antes del campanazo final.

“Me dijeron ‘ya, tienes que terminar esto antes de que acaben los 12 rounds’”, recordó el oriundo de Santa Clara, Cuba. “A veces sí me pasa por la mente y cuando hablo con Jordan, que es mi mejor amigo, mi hermano, me pregunta ‘¿te recuerdas?’ y le digo que sí, que recuerdo ese momento… pero más cuando supe que fue hospitalizado”.

Morrell Jr. no visitó al kazajo mientras este estaba en el hospital.

“Decidimos no visitarlo a él primero de todo, por respeto al equipo de trabajo y nosotros siendo latinos y ellos allá tienen otras costumbres, no sé… aquí cuando uno pelea y llegan al hospital, uno va a visitarlos, quizá para ellos es como una burla o como una propaganda”, explicó el peleador de 25 años. “Decidimos darles su espacio. El mentor mío estuvo a cargo de todo en el hospital, de la atención a él y me tenía informado a medida de cómo las cosas iban pasando”.

El kazajo pudo sobreponerse y recuperó el conocimiento en menos de dos semanas de habérsele aplicado la coma inducida. Las súplicas y oraciones eran parte de la rutina diaria de Morrell Jr. desde que se levantaba con la esperanza de ver a Yerbossynuly nuevamente de pie y “preparándose para regresar al boxeo, haciendo lo que le gusta”.

“El tiempo lo cura todo”, dijo Morrell Jr. “No he hecho algo que no esté en el reglamento. Hubo un tiempo que sí me afectó, es un ser humano”.

Él trató de ponerse en la situación de Yerbossynuly, pues tras caer, el kazajo no tenía a su familia a su lado, hasta que llegó su padre.

“En ese momento, mi familia estaba lejos de mí y si me hubiera pasado a mí, pero no es algo debería haber visitado a un psicólogo… todos saben que cuando suben al cuadrilátero, es arriesgando la vida”, dijo Morrell Jr.

A pesar de lo sucedido, Morrell Jr. dijo que no cambiará su manera dominante de pelear.

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Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.