36 días sin Loan. Caillava dijo que por ser “informante” de la policía la acusaron de haber secuestrado al menor

Caso Loan: Mónica Millapi y Victoria Caillava
Caso Loan: Mónica Millapi y Victoria Caillava - Créditos: @Alejandro Guyot

GOYA, Corrientes (enviado especial).- María Victoria Caillava rompió ayer el silencio en la primera indagatoria ante la jueza federal de esta ciudad, Cristina Pozzer Penzo y aseguró que no tuvo participación alguna en la desaparición de Loan Danilo Peña, del que no se sabe nada desde el 13 de junio. Según la exfuncionaria municipal de Nueve de Julio, quienes apuntaron contra ella y su marido, el capitán de navío retirado, Carlos Guido Pérez, lo hicieron porque ella era informante de las fuerzas federales y los había vinculado a la venta de drogas en el tranquilo pueblo.

En la indagatoria, que comenzó ayer a las 10.45 y terminó a las 14.10, y a la que accedió LA NACION, Caillava se defendió de las acusaciones y apuntó contra diferentes testigos e imputados que la pusieron en el centro del plan criminal para sustraer y ocultar al niño de cinco años.

“Quiero comentar, tengo miedo de hacerlo por riesgo a mi familia, pero que siento que soy la única idiota del pueblo que colabora con la PFA de Goya y Buenos Aires para que se descubra quien vende droga en el pueblo, todos saben, pero nadie dice nada. Brisa Contreras es la persona que me acusa en Crónica TV, es la pareja de uno de los vendedores de droga más grande del pueblo y yo colaboro hace dos años y ella miente”, dijo Caillava antes de responder preguntas y sumó: “Otra persona que dice que en el hospital se presentó también es la mujer de uno de los grandes vendedores de droga de mi pueblo, a los cuales yo di a la federal datos sobre ellos y yo se que esto sale en los medios, por favor protejan a los niños. Acá una mamá y un papá perdieron a su niño, yo soy madre y abuela y me preocupo por mi familia. Siempre colaboro con lo que puedo, y soy la única persona que colabora hace años poniendo en riesgo a los míos, para que esto no suceda, no quiero que mis nietos terminen drogados como los niños que veo en la escuela. Laudelina me dio a entender que Loan venía, no que se perdió, sino que no me hubiera ido a ver un partido. Fui perjudicada, se aprovecharon de las situaciones y todo eso se puede comprobar. Nuestra camioneta no paró en el camino, jamás lo tuvimos a Loan”.

Según la exfuncionaria, ella y su pareja no tienen nada que ver con el caso: “Estamos encerrados injustamente. Somos inocentes. Personas de bien que aportamos y pagamos todos los impuestos, trabajo de bien, nunca tuvimos problemas con la justicia”.

Tras esa frase, la mujer se quebró y exclamó: “Pido solamente dado lo que comenté que tomen los recaudos por mis nietos y mi familia. Quiero que los protejan, y no me arrepiento de haber colaborado. Lo volvería a hacer. Se aprovecharon de nuestros movimientos para sacarse de encima a la informante de la federal”.

La jueza le pidió que se calmara, le indicó las medidas de protección dispuestas y Caillava siguió su relato.

Cuando le preguntaron por las manchas de sangre en la camioneta Ford Ranger blanca en la que fue al almuerzo junto a su marido, respondió: “Puede ser la rotación de las ruedas que alguno se haya accidentado, siempre llevamos a Donnet a Corrientes o Resistencia. Sin embargo, nunca hemos tenido accidentes”.

“Me sorprendió lo que dijo Laudelina porque no atropellamos a nadie, no tuvimos a Loan en nuestra camioneta ni el auto, pienso que o está encubriendo a su marido –único que tiene antecedentes- y no entiendo por qué me acusa a mí. Me llamó la atención que busquen la fruta tan alejada si tienen ahí cerca de la casa de la abuela. Por el descuido de los adultos, estamos nosotros acá”, dijo Caillava.

Ante la consulta de su abogado, Ernesto Tito González, y en el marco de los rastros odoríficos de Loan en sus vehículos, respondió que ella llevó en sus autos trasladó a los hermanos de la víctima: “No me acuerdo los nombres, pero son los menores, de 19/17 aproximadamente vinieron los tres hermanos atrás y Valecho Noguera el tío en el asiento del acompañante”.

Según la imputada, al descubrir que ella era informante, las parejas de dos de las personas que señaló como dealer fueron las que la acusaron. Una es Brisa, la que dijo que vio lavar la camioneta; la otra es la mujer que la cruzó en la guardia del hospital local la noche de la desaparición. “Si creo que descubrieron porque justamente son las dos esposas las que declaran”.

“Preguntaba disimuladamente para tener datos y pasaba a la federal. Mi esposo no sabía, y se enteró de casualidad y se enojó porque ponía en riesgo a mi familia, y yo lo seguí haciendo. Nunca fui citada a declarar. Nunca hice más que aportar la información certera”.

En el final de la indagatoria, tras responder las preguntas, Caillava dijo: “Ruego a Dios que Loan aparezca con vida. Tengo mucha confianza en este juzgado. Nosotros somos personas inocentes. Con mi esposo hicimos todo lo posible por la investigación, los vehículos entregamos y no se quien quedo a cargo. Ruego a Dios que los ilumine a ustedes y que aparezca con vida. Nosotros somos personas de bien, jamás tuvimos problemas con la justicia y ya estábamos en la etapa de disfrutar, que era lo que queríamos. Disfrutar mientras tuviéramos salud. Ruego a Dios que se sepan los hechos”.

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