3-0. El Real Madrid pasa por encima del Mallorca para citarse con el Barça en la final

Yeda (Arabia Saudí), 9 ene (EFE).- El Real Madrid no dio margen a la sorpresa y sacó billete para la final de la Supercopa ante el Barcelona después de doblegar por 3-0 a un Mallorca que apenas le hizo sombra y que se vio eclipsado por las acometidas de los delanteros blancos y su falta de pegada.

Los de Carlo Ancelotti cumplieron el guion de favoritos y con goles de Bellingham, Rodrygo y uno en propia puerta de Valjent, prolongaron su racha positiva de resultados a costa del equipo bermellón, que suma un nuevo revés tras su eliminación en la Copa del Rey.

Sin sorpresas en los onces de ambos contendientes, el partido nació como se esperaba, con el Madrid luciendo artillería y el Mallorca agazapado para tapar agujeros.

En dos minutos, Mbappé, en conexión con Vinícius, ya había hecho dos incursiones, la segunda concluida con un remate franco de Luis Vázquez excesivamente blando.

PUBLICIDAD

Con la presión alta, los de Ancelotti recuperaban rápido, por lo que a los defensores bermellones se les agolpó el trabajo. Al fulgurante arranque del Madrid contribuyó el rugido del estadio, con los saudíes entregados, en especial cada vez que la tocaba Vinícius.

Como era de esperar, el primer chispazo con su defensor, Pablo Maffeo, con deudas pendientes, no tardó en llegar, lo que metió rápido en combustión al brasileño, con la respuesta posterior del argentino haciéndole callar.

Con apenas un cuarto de hora, el campeón de liga, sustentado en un omnipresente Bellingham, ya había acumulado más de media docena de ocasiones, en su mayoría con el sello de Mbappé, pero bien resueltas por el meta eslovaco Greif.

Al Mallorca, más preocupado de la retaguardia, le costaba desplegar su 4-4-2 y pasar del medio del campo, si bien Dani Rodríguez sacó tajada de un error de Mendy para colgársela a Larin que, para suerte del Madrid, la cabeceó torcida.

El canadiense tuvo otra a renglón seguido, lo que contribuyó a rebajar la intensidad del Madrid, que atravesó un bajón en su fuelle.

PUBLICIDAD

A la buena noticia por sacudirse el agobio madridista, se unió la mala de perder a su baluarte en defensa, el capitán Raíllo, que se tuvo que retirar con problemas físicos para dejar paso a Copete.

Hasta el descanso, el partido se tranquilizó, salvo en la protesta de ‘Vini’ a una caída en movimiento en el área en contacto con Valjent que De Burgos Bengoechea no vio preciso consultar al VAR.

Sin retoques, el partido volvió a echar a andar con susto para el Madrid cuando Dani Rodríguez se encontró con un balón en el punto de penalti que desperdició para desesperación de Arrasate.

Los de Ancelotti no fueron los del inicio, sus estrellas dejaron de meter tanto miedo y su juego se ralentizó, lo que dio aire a los insulares para ajustarse mejor.

El cuadro blanco también tuvo su ración de infortunio con la salida del campo de Tchouameni por un golpe involuntario de Lardin en su cuello que le dejó maltrecho, lo que acarreó una nueva oportunidad para el canterano Asencio.

Con el partido insulso, una pérdida de Darder en el círculo central, seguida de una ley de la ventaja recogida por Mbappé propició la carrera del francés por el pasillo central, el pase a Vinícius y el pase al corazón del área.

PUBLICIDAD

Rodrygo, con su olfato habitual, llegó para disparar al palo, el rechace se lo paró Greif a Mbappé y, a la tercera, Bellingham metió el balón en la red para romper las tablas a media hora del final.

El revés obligó a Arrasate a intentar revertir la dinámica del encuentro con un triple cambio, que dio el timón al portugués Samú Costa en su reaparición tras la lesión.

Ausente Modric por un proceso vírico, Ancelotti también inyectó oxígeno en la medular y retiró a Valverde por Ceballos para darle descanso, pensando en la final y en Lamine Yamal.

Vinícius se marchó del partido tras forjar su mejor jugada a falta de un cuarto de hora, pero después de romper la cadera a Maffeo, falló en la ejecución.

Ni siquiera la entrada de Abdón, en su consuelo por no haber jugado la pasada final de la Copa después de serlo todo en el Mallorca, insufló gasolina para intentar alcanzar los penaltis.

PUBLICIDAD

Con la semifinal finiquitada, el partido dio aún de sí en apenas seis minutos. Al susto de Bellingham al dolerse del tobillo le sucedieron los dos goles con los que el Real Madrid remató la faena.

Primero, con uno en propia puerta de Valjent a centro de Brahim y en el último minuto, Rodrygo celebró su 24 cumpleaños con el tercero con el que da cuerpo a la final deseada por los saudíes contra el Barcelona.

- Ficha técnica:

3 – Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez, Tchouameni (Asencio, min.55), Rüdiger, Mendy; Valverde (Ceballos, min.74), Camavinga, Bellingham; Rodrygo, Vinícius (Brahim, min.88) y Mbappé.

0 - Mallorca: Greif; Maffeo, Valjent, Raíllo (Copete, min.33), Mojica; Dani Rodríguez (Abdón, min.80), Mascarell, Manu Morlanes (Samú Costa, min.70), Sergi Darder (Asano, min.70); Cyle Larin (Robert Navarro, min.70) y Muriqi.

Goles: 1-0: Bellingham, min.62. 2-0: Valjent, en propia puerta (min.92). 3-0: Rodrygo (min.94).

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité vizcaíno). Mostró tarjeta amarilla a Bellingham (min.65) y Camavinga (min.74).

Incidencias: Segunda semifinal de la Supercopa de España disputada en el estadio King Abdullah de Yeda. Entre los espectadores, estuvo el exdelantero francés del Real Madrid Karim Benzema, que milita en el Al Ittihad.

Carlos Pérez Gil

(c) Agencia EFE