Árbitros recuerdan su paso por el Rose Bowl, que se viste de gala con el LA Galaxy vs LAFC

Kansas City Wizards midfielder Ryan Tinsley, right, gets pushed aside by Galaxy?s midfielder Greg Vanney at the Rose Bowl in Pasadena, Calif. on Saturday, May 31, 1997. Neither team was able to score in first period play. (AP Photo/Chris Urso)
El mediocampista de los Kansas City Wizards, Ryan Tinsley, a la derecha, es empujado a un lado por el mediocampista del Galaxy, Greg Vanney, en el Rose Bowl de Pasadena, California. el sábado 31 de mayo de 1997. Ningún equipo pudo anotar en el primer período de juego. (Chris Urso / Associated Press)

El histórico Rose Bowl de Pasadena volverá a recibir un juego de la MLS después de que el LA Galaxy tuvo su última temporada en ese estadio en 2002 (primera temporada en 1996) cuando reciba a su archirrival de ciudad, el LAFC, que es el actual campeón defensor de la liga estadounidense.

El derbi angelino del 4 de julio promete romper el récord de asistencia en un juego de la MLS, que por el momento tiene en su poder el juego entre Charlotte FC contra los galácticos, en el Bank of América Stadium en el juego inaugural del 5 de marzo de la temporada 2022 con 74.479 aficionados. Para el denominado “El Tráfico”, en el Día de la Independencia se espera que cerca de 80.000 amantes del balompié marquen un nuevo hito en el futbol estadounidense. El juego estaba programado a jugarse en el inicio de la temporada, pero el clima severo detuvo esos planes.

Aunque generalmente son los futbolistas quienes cuentan las grandes historias sobre el césped, hay otros personajes que también son parte de esos cuentos en la cancha: los árbitros. Vistos como los villanos necesarios del futbol, los colegiados están más cerca que cualquiera en la acción y viven en primer plano los mejores o peores momentos del futbol.

El Rose Bowl fue el grandioso marco de la gran final del Mundial de 1994, cuando Brasil venció a Italia en la tanda de los penales, dándole pie al nacimiento de la Major League Soccer y el renacimiento del futbol estadounidense. El 13 de abril de 1996, el LA Galaxy jugó su primer partido oficial en la MLS en casa con el Metrostars de Nueva York/Nueva Jersey.

“Había muchísima gente, fue espectacular, con juegos pirotécnicos, con una inauguración muy bonita. El Rose Bowl es un estadio histórico porque se han jugado grandes eventos ahí”, recordó a LA Times en Español, Jorge Reyes, quien fue uno de los abanderados o asistentes de árbitro para ese primer juego en el imponente estadio. “Para mí fue muy importante ese juego porque fue el primer árbitro salvadoreño profesional en pitar en la MLS, me dio gusto también compartir ahí con Mauricio Cienfuegos, quien también es salvadoreño. Éramos pocos árbitros hispanos”.

El Rose Bowl sirvió como marco para que se jugara la final de la Copa del Mundo Femenina en 1999 y que atrajo a 90.185 aficionados, un número impresionante que colmaron el inmueble.

Según Reyes, quien trabaja actualmente como asesor de la Federación de Futbol de Estados Unidos, de Cal South y que además imparte clases a futuros y actuales colegiados, la gran mayoría de árbitros en los inicios de la MLS eran su mayoría de descendencia europea y de otras nacionalidades.

El oriundo de San Salvador vivió un momento especial al recibir la designación por medio de la Federación de Futbol de Estados Unidos, que manejaba todo de manera directa a diferencia de lo que es hoy, cuyo régimen arbitral es ahora independiente. Reyes, quien reside en Huntington Park, fue el silbante central en varios encuentros en el Rose Bowl y destaca cómo ha evolucionado el futbol desde los 1990s hasta hoy.

“Recibía las notificaciones para los partidos por fax o por medio de cartas, eventualmente eran por emails”, dijo Reyes. “Nos enviaban los horarios hasta un mes en avance para saber qué ciudades y qué juegos cubrir en los estadios”.

En el inicio de la MLS, la edad promedio para un árbitro para retirarse era de 45 años, lo que no le permitió al mexicano Arturo Ángeles continuar más allá de tres temporadas.

“Muchas veces, arbitré muchos partidos en el Rose Bowl”, dijo Ángeles, de 70 años de edad. “A Jorge Campos, Carlos Hermosillo, Luis Hernández, Cobi Jones, a todos esos jugadores de esa época. Empecé en la temporada desde 1996 hasta en el 98’ que ya no pude seguir por cómo era en ese entonces”.

Ángeles fue uno de los pioneros como árbitro latino, por su trayectoria a nivel internacional y experiencia y a pesar de que por su edad, en ese entonces, no pudo seguir con la MLS, se mantuvo activo a nivel local y en juegos amistosos.

La evolución del futbol en los Estados Unidos ha sido grande, en particular porque los juegos se hacían en estadios de béisbol, futbol americano u otros tipos de cancha. Ese ya no es el caso, pues es extraño escuchar que un partido se juegue en una cancha que no sea dedicado exclusivamente para el futbol. El Rose Bowl se construyó originalmente para servir como un estadio de futbol americano y con la llegada de la MLS, se adaptó para permitir que el LA Galaxy tuviera una cancha designada como tal. No era entonces extraño ver durante los juegos de manera muy ligera las marcas del emparrillado en el terreno de juego.

“El futbol en sí en realidad no ha cambiado, es lo mismo de siempre, pero solo han cambiado las cosas a su alrededor con el VAR y todo eso”, señaló Ángeles. “Es un cambio mundial, no solo de la MLS. La MLS no ha cambiado en su mentalidad de seguir trayendo jugadores de renombre y de fama mundial, que en su momento fueron muy buenos”.

El clásico angelino entre el LA Galaxy y el LAFC es parte de esa evolución de la MLS, pues es quizá el partido más atrayente no solo para la liga estadounidense, pero también a nivel internacional. El marco que representa el llevar este derbi al Rose Bowl, y en caso de que logre romper el récord de asistencia en un juego de la MLS, es una prueba más de los pasos agigantados del futbol en este país.

En 2026, el Mundial volverá a tierras estadounidenses – junto con México y Canadá – pero en esta ocasión, el Rose Bowl no fue incluido entre las sedes para los juegos que se llevarán a cabo en la justa mundialista y tendrá que conformarse con desarrollar clásicos locales o internacionales como el de América-Chivas, de la Liga MX, en octubre.

“La primera rivalidad que tuvo el LA Galaxy fue contra el Earthquakes de San José y después con Chivas USA, pero ahora con LAFC se ven más duros, hay más futbol y son más rápidos”, señaló Reyes. “La rivalidad que hay ahora es fantástico y verlos en el Rose Bowl va a ser mucho más especial ir por esos tres puntos”.

En lo que va la temporada, el LAFC se mantiene disputando la cima de la Conferencia del Oeste, mientras que el LA Galaxy, que será el anfitrión del juego del martes, ocupa la posición número 13 de 14 posibles, en una temporada caótica que incluyó la despedida de Chris Klein como presidente del club. Los seguidores del onceno galáctico, que habían boicoteado el equipo, han vuelto al estadio y seguramente estarán acompañándolos en el Rose Bowl.

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Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.