El 'deporte nacional' francés está en pie de guerra en un barrio de París

El 'deporte nacional' francés está en pie de guerra en un barrio de París

Francia va a acoger en breve los Juegos Olímpicos de verano, pero hay un deporte francés que no hará acto de presencia en la competición: la petanca. El popular juego de pelota, concebido en su forma actual en la Provenza, a principios del siglo pasado, es tan popular como siempre en París, pero hay un club que lucha por sobrevivir en medio de una disputa por sus terrenos.

En una pista aislada del conocido barrio parisino de Montmartre, es la hora de la competición. Cada día, personas de todo tipo de edad y condición acuden al club CLAP para enfrentarse en un ejercicio de democracia. La petanca no admite diferencias entre las diferentes clases, todos son iguales en la pista. Los jugadores esperan pacientes su turno para lanzar sus correspondientes bolas metálicas y dejarlas lo más cerca como sea posible del boliche.

Las reglas del juego son sencillas y la mayoría de la gente se familiariza con ellas rápidamente. Sin embargo, lleva algo más de tiempo perfeccionar las habilidades de cada uno y elaborar las estrategias que permitan obtener el triunfo. Asociado a las tardes de verano y la arena de la playa, en muchas localidades mediterráneas, la petanca es una práctica cotidiana en Francia, considerada como deporte nacional, cuyos encuentros tienen lugar, generalmente, sobre tierra dura o grava.

Con fama de ser un 'juego para viejos', en París parece florecer con una nueva generación. En el club ASB XII, los socios tienen un perfil claramente joven, y en ocasiones, hasta 800 personas llenan sus pistas para jugar y divertirse hasta bien entrada la noche con música, comida y bebida. Para muchos, es una excusa ideal para quedar con amigos y fomentar las relaciones sociales.

Como la petanca no requiere una gran forma física y pueden jugar incluso personas con algunas discapacidades, resulta un pasatiempo muy accesible. Eso podría explicar su popularidad entre la gente mayor, aunque hoy, se ha convertido en un pasatiempo intergeneracional.

Entretanto, en Montmartre, la situación se complica. El club CLAP está amenazado. El terreno en el que juegan sus miembros pertenece al Ayuntamiento de París. Las autoridades quieren que se convierta en un espacio de uso público y lanzó una licitación para transformarlo. Un hotel de lujo de la zona ganó el derecho a urbanizar el terreno con su diseño para crear un jardín.

El CLAP lucha contra la propuesta en los tribunales, pero no le va muy bien. En la actualidad, los socios se turnan para dormir en tiendas de campaña para evitar que el club sea desalojado. La tensión es cada vez mayor.

Una de las soluciones propuestas es que el club pueda seguir jugando en el recinto un día a la semana, pero los miembros del CLAP han votado en contra de esta opción. Confían en que no desaparezca un club que cuenta con 53 años de antigüedad. En un rincón del barrio parisino de Montmartre el 'deporte rey francés' se ha convertido en un motivo de conflicto y ha dado lugar a una batalla judicial. ¿Quién saldrá vencedor?