El neurólogo Conrado Estol dio una serie de recomendaciones en torno al significativo aumento de casos de dengue en la Argentina, que en lo que va del año acumula más de 57.000 casos confirmados, con 37 personas muertas y otras tantas que aun esperan ser diagnosticadas o asintomáticas. En diálogo con José Del Rio en Comunidad de Negocios, el referente en salud y bienestar dio detalles sobre la aplicación de la nueva vacuna en el país y explicó quiénes deberían tomar recaudos a la hora de aplicársela.

Cómo prevenir el dengue

Desde noviembre de 2023 se comenzó a registrar uno de los mayores picos de la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti desde la epidemia de 2009. La nueva oleada proveniente del norte, del límite con Brasil donde hubo un crecimiento de 400% de los casos en los últimos meses, puso en alerta a funcionarios y especialistas en la materia.

“El problema ha empeorado y va a empeorar en el futuro”, analizó Estol en la pantalla de LN+. “En el 2023, en el mundo, hubo seis millones de casos y alrededor de 6000 muertes”, indicó sobre la afectación del dengue y explicó: “Es una enfermedad en la que están en riesgo cuatro mil millones de habitantes. No es que es de una zona exclusiva o de África. Y nosotros somos una de esas zonas”.

El neurólogo habló sobre la aplicación en la Argentina de la vacuna desarrollada por el laboratorio japonés Takeda y marcó que esta sirve como defensa a la hora de combatir la propagación de la enfermedad. “Se está aprobando en la India. La Argentina y Brasil fueron de los primeros en aprobarla”, comentó. Desde noviembre ya se vende y se distribuye por diferentes obras sociales y prepagas. La Amnat la aprobó en abril.

“Había una antes que solo se podían aplicar en chicos que ya se hubieran infectado. Ahora, esta nueva va a ser en el futuro parte del calendario”, aseguró.

Estol diagnosticó que el mayor daño que causa la enfermedad llega en torno al séptimo día de haberla contraído y que muchos pacientes infectados son asintomáticos, hasta que empiezan los efectos severos de la infección. “Luego del séptimo día, cuando se pasa la fiebre, puede transformarse en algo muy grave. Las arterias se afectan, las células que impiden que sangre el cuerpo se afectan. Es el dengue hemorrágico. Puede provocar un shock y muerte”, advirtió.

Sin embargo, a pesar de fomentar la vacunación, recomendó a una serie de grupos de personas tomar recaudos: “A diferencia de otras enfermedades, las personas con inmunosupresión, embarazadas y mayores de 65 años, cuidado con la consideración de dársela ”.

Asimismo, fue enfático en el rol que debe cumplir el Estado a la hora de hablar de salud: “Tiene que haber salud. La expectativa de vida en la Argentina es de 77 años y debería ser de entre 80 y 85. Más de dos tercios de la población pasa los últimos 10 años de su vida en mal o muy al estado de salud. Hay que poner la salud para que la gente se mantenga sana”.

El problema del estrés crónico

En otro tramo de la entrevista, José Del Rio le preguntó a Conrado Estol cuáles podrían ser las consecuencias en la salud de vivir “con miedo”, en el marco de los violentos asesinatos ocurridos en Rosario por parte de grupos narco contra trabajadores en la vía pública. El médico hizo alusión a las complicaciones que contrae el estrés crónico.

“La gente está estresada. No tenés que ir a la Franja de Gaza o Ucrania, sino a Rosario o en la vida diaria. El mundo actual produce estrés crónico y este hace mucho daño en el cuerpo. Está medido. Antes de una cirugía te miden sustancias en el cuerpo que reflejan el estrés. Dos días después de la cirugía bajaron. Un estrés agudo te afecta, pero desaparece enseguida”, diferenció con respecto al crónico.

En ese sentido, comentó: “Vivir en este mundo genera trastornos emocionales y desequilibrios mentales. En 1900, eran 40 años la expectativa de vida. Hoy 85 en países de alto valor adquisitivo. Pero ¿No es raro que con la tecnología y la salud que tenemos haya aumentado la enfermedad cardiovascular, las enfermedades mentales, las enfermedades en jóvenes? Los suicidios son una de las principales causas de muertes”.

Estol consideró que este tipo de afecciones se han incrementado dado que el humano se ha “salteado a Darwin”. “No nos hemos adaptado a esto. Nos encontramos con una forma de vida, repentinamente, a la que no evolucionamos para vivir”, evaluó.

Por eso, sugirió que una solución a esto radica en fomentar la interacción social. “Se ha alertado sobre el daño que causa la soledad. Bajemos el teléfono, cinco horas de uso de pantalla asociado a las personas jóvenes... Frenemos y pensemos en nosotros. El altruismo y el propósito de vida no son palabras vacías”.

Recomendaciones del Ministerio de Salud contra el dengue

• Eliminar o remover todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua, como es el caso de latas, botellas, neumáticos, entre otros.

• Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior. Para ello se recomienda tapar tanques, aljibes y/o cisternas. También se debe dar vuelta baldes, palanganas y tambores. Por otro lado, algo más que se puede hacer es vaciar y cepillar frecuentemente objetos que puedan acumular agua y ponerlos al resguardo bajo techo.

• Cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia cada 3 días. Esto aplica para todos los recipientes que tengan agua dentro y fuera de la casa. Es importante frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridas a ellas.

• Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda.

• Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.

• Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.

• Verter agua hirviendo en las rejillas y colocar tela mosquitera sobre ellas.

• Usar siempre repelentes. Para ello es indispensable seguir cuidadosamente las recomendaciones del envase.

• Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.

• Colocar mosquiteros en puertas y ventanas. Cuando sea posible, usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.

• Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.

• Utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales.