Demanda de acoso: Rey emérito Juan Carlos reclama inmunidad en Inglaterra hasta su abdicación

El rey emérito don Juan Carlos en el acto conmemorativo del 40º aniversario de la Constitución de 1978.
El rey emérito don Juan Carlos en el acto conmemorativo del 40º aniversario de la Constitución de 1978.

LONDRES.- El rey emérito español Juan Carlos pidió el martes a un tribunal de Londres que bloquee parte de un caso de acoso presentado contra él por su examante, argumentando que las acusaciones hechas por ella contra él y la inteligencia española están cubiertas por la inmunidad del Estado hasta su abdicación en 2014.

Tres jueces del Tribunal de Apelación de Londres escucharán durante todo el día a los abogados del exmonarca español y de la empresaria germano-danesa Corinna Zu Sayn- Wittgenstein, de 58 años, con quien mantuvo una relación entre 2004 y 2009. Los magistrados tardarán sin embargo varias semanas en pronunciarse.

El rey emérito Juan Carlos I saluda en su visita a España
El rey emérito Juan Carlos I saluda en su visita a España

El monarca, de 84 años, se enfrenta a una demanda de Sayn- Wittgenstein, quien dice que Juan Carlos dirigió una campaña de acoso contra ella desde 2012 que aún continúa.

También conocida por su apellido de soltera Larsen, la empresaria presentó en octubre de 2020 una demanda civil por acoso en Londres, donde vive, en la que apuntó que fue víctima de ocho años de amenazas, intrusiones, seguimiento, pirateo y difamación.

La examante reclama una indemnización por daños psicológicos y medidas de alejamiento. No hay riesgo de cárcel o de extradición al padre del actual rey Felipe VI.

Inmunidad

El juez del Tribunal Superior de Justicia Matthew Nicklin había determinado el pasado 24 de marzo que el rey emérito no gozaba de la inmunidad que le confería la Jefatura del Estado por haber abdicado. “Solo hay un Rey y un Jefe de Estado de España y, desde el 19 de junio de 2014, ese es su hijo, el rey Felipe VI”, dictaminó.

La defensa del antiguo monarca presentó entonces un escrito donde esgrimía varios argumentos para conseguir que le permitieran apelar. Tras una vista celebrada el pasado 18 de julio, la Corte de Apelaciones dio luz verde a la impugnación del ex jefe de Estado pero solo en base a tres de los cinco motivos aducidos por sus abogados al estimar que eran alegaciones fundadas.

Corinna Zu Sayn- Wittgenstein
Corinna Zu Sayn- Wittgenstein

En esa vista, los abogados de Juan Carlos I sostuvieron que, a pesar de su abdicación en 2014, es una de las seis personas que conforman la Casa Real y, como tal, mantiene una especial vinculación con Felipe VI que hace que cualquier acción emprendida en su contra afecte a las funciones del actual jefe de Estado.

“El término Casa Real es un concepto, no un lugar”, acotó el abogado del rey emérito para explicar que lo fundamental son las “estrechas relaciones en circunstancias especiales”, entre sus miembros, no el hecho de que convivan bajo el mismo techo.

El Tribunal de Apelación accedió a reexaminar la cuestión, aunque únicamente mientras fue rey y en caso de que actuase como tal.

“La inmunidad es un obstáculo procesal, no tiene en absoluto en cuenta la legalidad o la moralidad de la conducta aludida”, defendió el martes el abogado británico de Juan Carlos, Tim Otty, en el inicio de la vista. “La conducta sigue siendo imputable al Estado aunque el agente del Estado actúe con abuso de poder”, agregó.

Los jueces deberán decidir, entre otras cosas, si al solicitar al general Félix Sanz Roldán- director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI)- que visitara a Sayn-Wittgenstein en Londres en 2012, cuando ella afirma que la amenazó, Juan Carlos lo hizo como jefe de Estado recurriendo al jefe de espionaje español, o como favor privado entre amigos.

Juan Carlos y Corinna Zu Sayn-Wittgenstein durante un evento en Barcelona en 2006
Juan Carlos y Corinna Zu Sayn-Wittgenstein durante un evento en Barcelona en 2006

Desde entonces los abogados de Sayn-Wittgenstein modificaron la demanda, eliminando toda referencia al CNI para dar a entender que ambos actuaron de forma privada.

James Lewis, quien representa a Sayn- Wittgenstein, dijo en sus alegaciones escritas que su clienta quiere basarse en nueva información, incluida la “estrecha relación” entre Juan Carlos y Roldán, de quien se dice que visitaba con frecuencia al rey emérito en el exilio en Emiratos Árabes.

Otty fustigó que se “borrasen todas esas referencias” cuando “se hizo evidente la implicación de inmunidad en esa acusación”.

Sayn-Wittgenstein también argumenta que el acoso se produjo después de que Juan Carlos la utilizara para ocultar “importantes sumas de dinero” a las autoridades españolas y que el acoso tenía como objetivo controlarla para que él pudiera acceder a ella.

La Fiscalía española abandonó en marzo dos investigaciones sobre presuntos fraudes en los negocios del rey emérito al no encontrar pruebas suficientes de actividad delictiva, tras una medida similar de los fiscales suizos el pasado diciembre.

Nombrado jefe de Estado en 1975, Juan Carlos I fue muy respetado durante décadas por haber permitido el retorno de la democracia a España tras la dictadura franquista. Pero una multiplicación de escándalos a partir de 2012, incluida la relación con Corinna Larsen, derrumbaron su imagen.

Agencias AFP, Reuters y DPA