Los demócratas acuden al rescate de Nikki Haley en Carolina del Sur
Los simpatizantes del Partido Demócrata acudieron este sábado al rescate de Nikki Haley en las primarias republicanas en Carolina del Sur, estado con un particular sistema electoral que permite la participación de seguidores de otras formaciones políticas y votantes independientes.
Según observó EFE en varios colegios electorales en las cercanías de Charleston, la mayor ciudad del estado, abundaban en las filas los votantes independientes que acudieron a votar en estos comicios republicanos, y todos sin excepción dijeron haber elegido a Haley, aunque la mayoría confesaban en voz baja que si ella gana, no la votarán de nuevo en las presidenciales.
Carolina del Sur solo aporta 50 delegados a la Convención Republicana de julio en la que se nombrará al candidato del partido para las presidenciales, pero tiene para Nikki Haley un valor simbólico enorme: no solo nació y creció en el interior de este estado sureño, sino que fue su gobernadora en dos mandatos, entre 2011 y 2017.
Pero hoy pocos se acordaban del paso de Nikki Haley en la gobernación, o muy pocos lo citaban: el sentimiento reinante entre los que confesaron haber votado por ella -que fueron una clara mayoría en los testimonios recogidos por EFE- es que se trataba de “frenar a Donald Trump”, favorito para hacerse con la nominación republicana.
En el centro de voto abierto en la escuela de Stiles Point, Patrick Graham, un maestro de primaria de 53 años y experiodista, tiene la siguiente teoría: “Hay toda una estrategia de los demócratas para venir hoy a votar por Nikki contra Trump, pero a la hora de la verdad, si ella ganara y se enfrentase contra Biden, todos esos votarán demócrata en noviembre”, explica.
Trump ha argumentado que son los demócratas y los votantes independientes quienes están respaldando a Haley en este tipo de primarias abiertas, que también se llevaron a cabo el 23 de enero en Nuevo Hampshire, y afirma que su rival carece de apoyo entre la base republicana.
Esa fue precisamente la idea que se escuchó profusamente en la larga cola que desde primera hora se formó para votar en Stiles Point, en la que por cierto no había una sala persona de raza negra, contrariamente a lo que sucedió en las recientes primarias demócratas.
Stiles Point se encuentra como quien dice en medio de la nada, en un área donde las casas de madera con enormes jardines se diseminan aquí y allá, bajo la sombra de los inmensos robles sureños de los que caen las características ‘barbas’ vegetales. Llegar a esta escuela, para empezar, exige tener un vehículo.
Personas de todas las edades que acceden a hablar con los periodistas repiten casi las mismas frases: “Cualquiera menos Trump”; “Nunca el país estuvo tan dividido como con Trump”, y subrayan su carácter inestable y su tono agresivo con quienes no piensan como él.
Pero no todas piensan igual.
Trump para ‘darle la vuelta’ a todo lo que hizo Biden
Mientras que Haley cosecha tibios apoyos que no tienen tanto que ver con sus virtudes como con su carácter circunstancial de pararrayos, los seguidores de Trump lo tienen mucho más claro y enumeran las cualidades que le han hecho famoso.
“No conozco a otro político que hace lo que dice y dice lo que piensa -dice la anciana Sarah hablando de Trump- ¿Haley? Esa solo piensa en sí misma”, responde.
John y Christie, dos jóvenes que trabaja en una inmobiliaria, van un poco más allá: “Con Biden, nuestro país es un desastre, invadido por los emigrantes, con 34 billones de deudas, donde te dan trabajo por el color de tu piel y no por tus méritos, y donde puedes operarte de las tetas y ponerte a hacer deporte femenino. ¿En qué país vivimos? Todo esto lo ha traído la agenda ‘woke’ (progre) de Biden”, dicen, robándose la palabra.
O lejos de allí, en la iglesia presbiteriana de Lexington Road, más al interior -una tierra donde hay casi una iglesia por kilómetro, todas de confesión protestante- el experto en Finanzas Jeff también repite ideas similares: ha votado por Trump por ser “el único capaz de revertir todo lo que Biden ha hecho, especialmente destrozar nuestra economía”.
Jeff se calienta y dice que admira a Trump por ser “el único político antiestablishment”. ¿Un multimillonario, antiestablishment? Y responde: “Claro, es el único que al ser rico no tiene miedo a nadie. Ni siquiera a los jueces, fíjate cómo se ríe de ellos”, remacha.