‘No es un delito’: En el Desfile del Orgullo de Miami Beach, proyectos de ley contra la comunidad LGBTQ+ ocupan un lugar central
Mailen Mejuto no está segura de querer tener hijos en el futuro. Pero una cosa es segura: la joven de 28 años sabe que no querría criarlos en la Florida.
El domingo, Mejuto se unió a miles de personas –algunas ataviadas con banderas arco iris y otras con ropa de playa– reunidas a lo largo de Ocean Drive, bajo el calor abrasador de South Beach, para ver el desfile anual del orgullo.
La vecina de South Beach no tuvo que ir muy lejos para unirse a las festividades, pero dijo que le preocupa lo que está sucediendo en todo el país. En la Florida, los legisladores quieren ampliar la Ley de Derechos de los Padres en la Educación, conocida comúnmente como el proyecto de ley “no digas gay”, que prohibiría la enseñanza en las aulas sobre orientación sexual o identidad de género desde preescolar hasta octavo grado, en lugar de desde preescolar hasta tercero.
“Creo que hay cosas más importantes, como las guerras en otros países, que prohibir el travestismo”, dijo. “¿Cuántos tiroteos has visto en espectáculos drag... en un centro comercial, o en una escuela donde los niños están tratando de educarse?”
Los proyectos de ley que salieron del período de sesiones legislativas estaban en la mente de muchos en el desfile del orgullo de este año. Carteles y camisetas en el desfile —y entre la multitud— comentaban el ataque percibido contra la comunidad LGBTQ+.
“Di gay”. “Salva a los jóvenes trans”. “Sé valiente. Vive libre. Mantente progresista. Ámalo todo”.
Uno de los animadores del desfile llevaba un vestido blanco con texto rojo que decía: “El drag no es un delito”. Miembros de la congregación de una iglesia de Coral Gables arrastraron un carrito con la leyenda “libros prohibidos” escrita en un lateral, mientras otros agitaban un cartel que decía “Eres amado”. Los niños también participaron en el desfile, repartiendo regalos del orgullo entre la multitud.
Un camión que mostraba un mensaje casi presagiaba parte de lo que ocurrió el domingo: “Tu voto es la mejor forma de protesta”.
Al final de la celebración, los participantes en el desfile de Equality Florida repartieron folletos sobre el representante estatal Fabián Basabe, instando a la multitud a abuchear cuando el funcionario apareciera en un descapotable rojo.
¿Por qué? Basabe (republicano de Miami Beach) ha votado sistemáticamente con los republicanos en polémicos proyectos de ley de la guerra cultural, lo que ha provocado varias protestas de los electores.
El mes pasado, Basabe apoyó la expansión del proyecto de ley “no digas gay”. El miércoles, habló durante una audiencia de la comisión a favor de un proyecto de ley que prohibiría a los niños asistir a espectáculos de travestis con actuaciones “lascivas”, argumentando que está “protegiendo a la industria drag” de artistas que están “llevando las cosas demasiado lejos y arruinándolo para el resto de nosotros”.
Michelle Vasco, de 40 años, celebró el orgullo en el desfile con su esposa Astrid García, de 37, y su hija Dominique Mosley, de 22. Vasco dijo que no entiende por qué los políticos están de repente tan centrados en la comunidad LGBTQ+.
“[La Legislatura] debería preocuparse por otras cosas que son más importantes que la comunidad LGBT porque no hacemos daño”, dijo la vecina de Cutler Bay. “Lo único que hacemos es amar”.
Como madre adoptiva de dos niños pequeños, Vasco cree que limitar las discusiones en clase relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género solo causará daño. Dijo que muchos niños están en hogares de acogida porque sus familias los echaron. Algunos incluso recurren al suicidio.
“No es que enseñen a ser gay”, dijo Vasco. “Eso no se puede enseñar”.
Solanch Domínguez, acompañada por su novia, dijo que evita pensar en las decisiones que se están tomando en Tallahassee porque le molestan, como alguien que forma parte de la comunidad y como hija de un padre gay.
“Este es un país libre... así que deberíamos ser y sentir lo que quisiéramos”, dijo la joven de 22 años vecina de Miami. “Realmente espero que todos abran los ojos y se den cuenta de lo que está pasando”.
Mailen Mejuto no puede soportar la idea de criar a un hijo en una Florida con estas políticas en vigor. Teme que los niños con padres del mismo sexo no puedan hablar de sus familias en la escuela, simplemente por la orientación sexual de sus padres.
“Estamos en 2023. Deberíamos dejar las estupideces”, dijo Mejuto. “Hay cosas importantes que nos tienen que preocupar”.