Decepción, superación y éxito: Eduardo de la Torre, el mexicano que dejó el futbol para volverse triatleta

Cortesía Eduardo de la Torre
Cortesía Eduardo de la Torre

Eduardo de la Torre es el ejemplo perfecto sobre la actualidad del deporte mexicano: muchísimo talento, pero poco apoyo para destacar y cumplir sus sueños.

Como millones de jóvenes, Edu tenía el sueño de convertirse en futbolista profesional y mostrar sus aptitudes dentro de la cancha.

“Siempre fui un niño muy inquieto amaba el futbol y tenía el sueño ser futbolista. Mis papás me dijeron que escogiera una actividad y pues mi actividad era el futbol, hasta que se convirtió en algo profesional”, cuenta Edu en entrevista con Animal MX.

De la Torre, quien ahora tiene 28 años, empezó su camino para convertirse futbolista profesional a los 13 años en la escuela del América. Luego, al ver que no tenía chance ahí probó suerte en Pumas y finalmente en el Toluca, equipo donde parecía tener la oportunidad de saltar al campo con el primer equipo.

A los 17, él ya entrenaba junto con el primer equipo del Toluca y todas sus estrellas, por lo que, en sus palabras, empezó “a probar la miel de la primera división”. Al mismo tiempo, llegó a tener un prellamado a la Selección Mexicana sub 20, donde era uno de 40 jugadores considerados para representar a nuestro país en esa categoría.

Eduardo dejó atrás la corrupción en el futbol para volverse triatleta.
Eduardo dejó atrás la corrupción en el futbol para volverse triatleta.

La dura realidad del futbol en México

Pero cuando todo parecía ir bien, se enfrentó a la dura realidad del futbol profesional en México. El Toluca ya no lo quería, pero tampoco lo dejaban salir para probar suerte con otro equipo a no ser que les pagara.

“Al final los directivos se meten para obtener su tajada y es donde donde te piden dinero con su famoso ‘pacto de caballeros’, entonces si yo me quería otro equipo o debutar en cualquier liga tenía que pagarles el 80% de derechos. Entonces pues era como ‘güey, ya no me quieres, pero no me dejas salir'”, explica Edu.

Edu cuenta que le pidieron una cantidad “de 6 cifras” para pagar por la remota oportunidad de poder jugar en México y al ver que no le aseguraban ningún contrato, el rompió el famoso pacto.

“Todavía le dije pues asegúrame mi lugar si te doy el dinero y me dijeron que así no es el pacto de caballeros y lo que hice fue romperles la hoja”, relata.

Después de eso, Edu cuenta que lo “congelaron” durante dos años, es decir, quedó marcado como un jugador problemático y básicamente en una lista negra para que nadie le dé ninguna oportunidad. “Después de eso me decepcioné mucho y fue donde donde dejó de lado el futbol”, admite.

Adiós al balón, hola al triatlón

Luego de su paso por el futbol mexicano, Edu se metió a estudiar la carrera de Administración de Empresas -de la cual ya es licenciado- y a la vez continuó jugando en la universidad donde siguió destacando, pero ya no sentía la misma pasión por ese deporte.

“Desde que tengo uso de razón, más o menos a partir de los 6 años hasta los 24-25 mi vida fue futbol al 100%, lo quise volver a intentar, pero ya se había acabado esa chispa tristemente por personas corruptas”, explica.

Su cambio del futbol al triatlón ocurrió durante la pandemia, cuando no había mucho qué hacer más que salir y correr.

“Me considero 100% triatleta de pandemia, no creas que de la noche a la mañana me levanté y ya era triatleta. Llegó un momento que ya estaba hasta el gorro y dije voy a salir a la calle a correr y era el único loco a las 5 de la mañana corriendo, luego nos juntamos varios amigos y uno de ellos me dijo que si nos comprábamos una bici porque tenía ganas de hacer un triatlón 70.3”, menciona.

Después de eso, Edu y su amigo fueron a comprar una bici y lo primero que pasó cuando intentar usarla fue que se cayó.

Cortesía Eduardo de la Torre
Cortesía Eduardo de la Torre

“Te lo juro no dormí esa noche y dije ‘por qué gasté lana en esto que chingados voy a hacer con esto’, pero siempre he dicho que si te caes levántate y que si lo crees lo creas”, cuenta.

Edu después se puso a ver videos en YouTube, se dio cuenta de la razón por la que se cayó -no había aflojado sus pedales- y en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba rodando por todo Paseo de la Reforma.

Más adelante, Edu entró a una comunidad de triatletas fundada por el entrenador Xavi Gallardo, quien lo ayudó a entrar a su primer triatlón 70.3 y a practicar en la natación, que era la disciplina en la que menos experiencia tenía.

Tras seis meses de preparación, Edu compitió en su primer triatlón 70.3 donde a pesar de haber sufrido una aparatosa caída en la bicicleta y terminar golpeado y sangrado, acabó en tercer lugar.

“Mi mejor amigo me dijo ‘quedaste en tercer lugar del triatlón’ y no lo podía creer y pues me puse a llorar, me puse a llorar porque habían pasado muchas cosas desde que dejé el futbol y pasé al triatlón. Había pasado por muchas decepciones y de pronto ganar el tercer lugar en un triatlón me hizo volver a disfrutar el deporte”, admite.

Cortesía Eduardo de la Torre.
Cortesía Eduardo de la Torre.

Su primer Mundial de triatlón

Luego de su tercer lugar, Eduardo de la Torre tenía un objetivo en mente: participar en un mundial de triatlón.

Entonces, luego de participar en triatlones en Acapulco, Cozumel y Monterrey, Edu logró clasificarse al Mundial de St. Geroge en Utah, Estados Unidos, participando en la categoría de 70.3.

“Cuando vi el correo de que había clasificado al mundial pegué un grito y le dije a mi papá ‘ya calificamos’. Nos abrazamos y lloramos”, menciona.

Al viajar a Estados Unidos, Edu se enfrentó a un obstáculo más: sus papás no podían subir al avión por su estatus de vacunación y se fue solo con su hermano, decepcionado de no tener a sus papás a un lado y sin ganas de competir.

Pero al igual que él en sus triatlones, su familia hizo un esfuerzo monumental para verlo competir.

“Yo le dije a mi hermano ‘ya no quiero competir’ y él me dijo sabiamente que si papá prometió que va a llegar, entonces va a llegar. Luego mi papá me habló y me dijo ‘hijo, ya estoy en Tijuana, de ahí me voy a cruzar a San Diego y ahí entendí que que los papás hacen todo para que sus hijos cumplan sus sueños y cuando los vi llegando al aeropuerto dije ‘ahora sí que se agarre quien sea porque va a dar mi mejor competencia'”, relata.

Cortesía Eduardo de la Torre
Cortesía Eduardo de la Torre

Al final, aunque no terminó en el podio, Edu terminó con un tiempo de 4 horas 45 minutos y 2 segundos, donde le compitió al tú por tú a los mejores triatletas del mundo con tan solo 10 meses de experiencia.

“Fueron cuatro horas, 45 minutos 02 segundos que se quedaron para siempre en mi vida. Representar a México en otro país es de las cosas más más chingonas que puede haber en este planeta”, finalizó.

Ahora, Edu seguirá compitiendo y su próximo objetivo es clasificar al triatlón de Boston, uno de los más importantes del mundo.

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