Ucranianos se enfrentan a desamparo y enfermedades por las inundaciones

Por Viktoriia Lakezina y Max Hunder

JERSÓN, Ucrania, 7 jun (Reuters) -Ucranianos abandonaron el miércoles sus casas inundadas mientras las aguas crecían en una franja del sur del país, tras la destrucción de una gran presa hidroeléctrica en la línea del frente entre las fuerzas rusas y ucranianas, que se culpaban mutuamente.

Los residentes vadeaban calles inundadas con niños a cuestas, perros en brazos y pertenencias en bolsas de plástico, mientras los equipos de rescate buscaban con botes de goma en las zonas donde las aguas superaban la altura de una persona.

Ucrania dijo que la inundación dejará a cientos de miles de personas sin agua potable y anegaría decenas de miles de hectáreas de tierras agrícolas.

"Si el agua sube un metro más, perderemos nuestra casa", dijo Oleksandr Reva, en un pueblo de la ribera, que estaba trasladando las pertenencias familiares a la casa abandonada de un vecino en un terreno más alto, mientras el tejado de una casa era arrastrado por la crecida del río Dniéper.

La catástrofe de la presa de Nova Kajovka coincide con la inminente contraofensiva de las fuerzas ucranianas contra la invasión rusa, considerada como la próxima gran fase de la guerra.

Las partes se culparon mutuamente de los continuos bombardeos en la zona inundada y advirtieron de la presencia de minas terrestres a la deriva desenterradas por las inundaciones.

Kiev dijo el miércoles que sus tropas en el este habían avanzado más de un kilómetro alrededor de la ciudad en ruinas de Bajmut, su afirmación más explícita de progreso desde que Rusia informó del inicio de la ofensiva ucraniana esta semana. Moscú afirmó haber rechazado el ataque.

Oleksiy Danilov, secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, dijo que los asaltos en curso eran todavía localizados, y que la ofensiva a gran escala aún no había comenzado. "Cuando empecemos, todo el mundo lo sabrá y lo verá", declaró a Reuters.

Kiev dijo hace varios meses que la presa había sido minada por las fuerzas rusas que la controlan desde principios de la invasión, que dura ya 15 meses, y ha sugerido que Moscú la voló para intentar impedir que las fuerzas ucranianas cruzaran el Dnipro en su contraofensiva.

Los habitantes de la zona inundada del sur del país, que se extiende hasta el estuario del Dniéper en el mar Negro, culparon de la rotura de la presa a las tropas rusas que la controlaban desde sus posiciones en la orilla opuesta.

"Nos odian", dijo Reva. "Quieren destruir la nación ucraniana y la propia Ucrania. Y no les importa por qué medios, porque nada es sagrado para ellos".

Rusia impuso el estado de emergencia en las partes de la provincia de Jersón que controla, donde muchas ciudades y pueblos se encuentran en tierras bajas por debajo de la presa.

En la ciudad de Nova Kakhovka, junto a la presa, las aguas marrones sumergieron las calles principales, en su mayoría vacías de residentes.

Valery Melnik, de 53 años, dijo que esperaba ayuda de las autoridades locales para bombear el agua de su casa inundada, pero hasta ahora "no están haciendo nada".

Más de 30.000 metros cúbicos de agua salían a borbotones cada segundo del embalse de la presa y la ciudad corría peligro de contaminación por el torrente, según la agencia rusa de noticias TASS, que citó al alcalde ruso Vladimir Leontyev.

Ucrania espera que la crecida de las aguas se detenga a finales del miércoles, después de haber alcanzado unos cinco metros durante la noche, declaró el vicejefe de la Presidencia, Oleksiy Kuleba.

Dos mil personas han sido evacuadas de la parte de la zona inundada controlada por Ucrania y las aguas habían alcanzado su nivel más alto en 17 asentamientos con una población sumada de 16.000 personas.

Según TASS, el nivel de las aguas podría mantenerse alto en algunos lugares durante 10 días.

LÍNEA DEL FRENTE

El caudaloso río Dniéper, que divide Ucrania en dos, forma la línea del frente de guerra en el sur.

El enorme embalse tras la presa era uno de los principales accidentes geográficos de Ucrania, y sus aguas regaban amplias zonas de una de las mayores naciones exportadoras de granos del mundo, incluida Crimea, arrebatada por Rusia en 2014.

"La magnitud de la catástrofe no se percibirá plenamente hasta los próximos días", declaró el jefe de ayuda de Naciones Unidas, Martin Griffiths, ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, había dicho el martes que Ucrania había saboteado la presa para distraer la atención de una nueva contraofensiva que, según dijo, estaba "fracasando".

Estados Unidos dijo que seguía reuniendo pruebas sobre quién era el culpable, pero que Ucrania no habría tenido motivos para infligirse semejante devastación.

Los Convenios de Ginebra prohíben explícitamente atacar presas en la guerra. Ninguna de las partes ha presentado pruebas públicas que demuestren quién fue el responsable.

El embalse que se está vaciando suministra agua que refrigera la mayor central nuclear de Europa, situada en Zaporiyia, río arriba. El organismo de control nuclear de la ONU dijo que la central debería de tener suficiente agua de un estanque separado para refrigerar sus reactores durante "algunos meses".

(Reporte de las oficinas de Reuters; Redacción de Cynthia Osterman y Stephen Coates; Edición de Michael Perry; editado en español por Tomás Cobos y Javier López de Lérida)