Sin debate, el primer foro de aspirantes del Frente Amplio concentra sus ataques en López Obrador

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En el primer foro organizado por el Frente Amplio por México, los aspirantes presidenciales evitaron el debate entre ellos y concentraron sus baterías en contra del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Luego de las limitaciones que estableció el Instituto Nacional Electoral (INE) a los aspirantes presidenciales, para no realizar promesas de campaña ni propuestas de gobierno, Beatriz Paredes, Xóchitl Gálvez, Enrique de la Madrid y Santiago Creel se concentraron en evidenciar los problemas de la actual administración.

Urgieron una reforma al sistema presidencial, propusieron gobiernos de coalición y admitieron que los gobiernos de PRI y PAN cometieron errores que propiciaron el arribo de Morena en 2018.

Durante el “Foro general visiones de México, diagnóstico y mirada a futuro”, la más elocuente fue la senadora Beatriz Paredes, aspirante presidencial con amplia trayectoria en el PRI, quien vestía un traje regional en tonos blanco y verde. La exgobernadora de Tlaxcala aseguró que ella no está obsesionada con López Obrador, cuya llegada al poder consideró “una falla en la historia, por los errores que cometimos”

“Lo que se debe transformar es el sistema político. Hubo alternancia en el 2000 y no se transformó el sistema político, regresamos al poder los priistas en 2012, y no se transformó el sistema político. Y, en el 2018, a la promesa de transformación se está dando una regresión autoritaria, que ha limitado la capacidad creadora de los estados, que ha reducido la capacidad creadora de los municipios, que ha aplastado a la ciudadanía”, señaló. 

Cuando la priista ofreció su diagnóstico del país, se refirió concretamente a tres temas: la violencia, que ha provocado que la “gente viva con miedo”; el cambio a los libros de texto gratuito, a los que descalificó porque es “inaceptable que se pretenda manipular a los niños”, y el abandono del campo y los campesinos.

Al igual que la senadora priista, Santiago Creel criticó al gobierno lopezobradorista, principalmente en materia de seguridad, en el que lo señaló de ser cómplice de la delincuencia organizada y reunirse con la madre de Joaquín Guzmán Loera, exlíder del Cártel de Sinaloa.

A lo largo de sus intervenciones, el diputado federal enlistó los señalamientos contra López Obrador, como violentar la Constitución, no respetar la división de Poderes y no acatar las resoluciones que emiten los jueces. Y calificó de “un crimen” las modificaciones editoriales a los libros de texto gratuitos.

El secretario de Gobernación en el periodo del expresidente Vicente Fox, de 2000 a 2006, también fue autocrítico al reconocer que los tres principales problemas de México, violencia, pobreza y desigualdad, son históricos y los gobiernos anteriores de PAN y PRI no los resolvieron.

“La violencia, la pobreza y la desigualdad han sido una triada que ha estado con nosotros ya durante mucho tiempo. Hemos ideado programas sociales desde Solidaridad hasta Progresa, se han hecho transferencias directas, se han hecho con un paquete de educación, incluyendo a los padres, pero no ha funcionado. Y esto es lo primero que hay que reconocer. Si hoy nos encontramos en esta situación, es por las fallas que tuvimos para combatir la pobreza y la desigualdad”, aceptó. 

En tanto, el discurso que ofreció Enrique de la Madrid, hijo del expresidente Miguel de la Madrid, fue más desalentador. El priista arrancó su disertación con la crítica por la desaparición del Seguro Popular “de un plumazo”, el abandono del campo y el incremento de los feminicidios, a lo que convocó a los simpatizantes a rechazar el gobierno de López Obrador, “nunca más un presidencialismo que cree que sabe todo y nos estorba en todo”.

Para rematar sus críticas, De la Madrid aseguró que el mal manejo de la pandemia por parte del gobierno actual provocó 800 mil muertos y 350 mil huérfanos, cifras que no corresponden con ninguna de las mediciones que se conocen sobre el impacto del COVID-19 en México.   

“Lo peor que nos puede pasar hoy en día es que desde la máxima posición del poder del país, desde donde nos tendrían que llamar a la unidad, desde ahí vienen las invitaciones al encono. Es un presidencialismo disfuncional y no podemos avanzar como país mientras tengamos un presidente así, por eso el principal problema y siguiendo, como dijo Beatriz, se necesita cambiar el sistema político mexicano”, planteó. 

Desde el arranque del foro, Xóchitl Gálvez, quien se ha convertido en la aspirante puntera de la oposición, enlistó los que según ella son los tres problemas más graves del gobierno lopezobradorista: la carencia de seguridad social para los mexicanos, la falta de garantía de precios para los agricultores con la eliminación de Aserca y la violencia que se extiende a lo largo del país.

En este último rubro, se comprometió a resolverlo a través de una frase que evidencia su estilo: “Tengo los ovarios para enfrentar a los delincuentes”. 

La senadora habló de sí misma, de las críticas que le ha hecho el presidente durante sus conferencias mañaneras y de la negativa a darle derecho de réplica, que de hecho precipitó su participación en la contienda por la candidatura presidencial opositora.

Gálvez trató de evidenciar los problemas sociales sin resolver, compartiendo testimonios que ha recogido en los recorridos que ha realizado en el país y, aunque reiteró que continuarán los programas sociales de la administración de López Obrador, como Jóvenes Construyendo el Futuro o la Pensión Universal para Personas Adultas Mayores, criticó que no estos no cubran a la población en situación de pobreza extrema.

La excandidata a la gubernatura por Hidalgo también planteó que se debe impulsar a los jóvenes a través de la capacitación en tecnología e idiomas, con el propósito de que obtengan mejores oportunidades de empleo. Otra propuesta fue pasar de los proyectos de inversión de asociación público-privada a los de asociación público-privada-sociales, donde participen los sectores de la población en situación vulnerable, como los migrantes o campesinos, con el propósito de que mejoren su calidad de vida. 

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La falta de carisma de Xóchitl Gálvez

El primer encuentro entre los aspirantes, de los seis previstos a lo largo del proceso interno de la alianza, careció de diálogos de confrontación de argumentos, cifras e ideas. Los participantes usaron la plataforma para exponer los diagnósticos de los que ellos consideran los problemas del país: violencia, falta de Estado de derecho y división de Poderes, pobreza, desigualdad y economía. 

El único desencuentro sucedió entre las dos mujeres participantes en el foro, cuando Beatriz Paredes, al finalizar la lista de propuestas de reformas desde la fiscal hasta la legislativa, pidió a los ciudadanos no votar por los liderazgos carismáticos, como lo han hecho en el pasado. 

“Voten con la razón, no solo con la emoción. No hay que entregar cheques en blanco a nadie. Los liderazgos carismáticos le salen muy caros a las sociedades”, invitó.

Cuando fue su turno, Xóchitl Gálvez le respondió que ella es una política con carisma y soltó una sonrisa, como si fuera una niña traviesa. 

Pero la priista no desaprovechó la oportunidad de responderle. “Quiero decirle a Xóchitl que yo no me referí a ella como carismática. Los carismáticos en México son una secta religiosa”, le reviró. En tanto, enlistó a dos presidentes, provenientes de las filas de PAN y PRI, que sí fueron carismáticos y ganaron la presidencia: Vicente Fox y Enrique Peña Nieto.

Finalmente, Paredes también se refirió a López Obrador, sin mencionar su nombre: “Hubo un aprendizaje de apoyar a un hombre que durante muchos años con compromiso con los pobres, que los pobres hicieron que pensara que él era el líder que estaban esperando y la sociedad está viviendo esta polarización terrible”.

PRD, el gran ausente 

El “Jefe Zambrano”, así se refirió Xóchitl Gálvez al dirigente nacional del PRD, quien fue su coordinador de campaña durante su candidatura a la gubernatura de Hidalgo, fue el gran ausente en el primer foro entre los panistas y priistas. 

Tan solo ocho horas antes del arranque del encuentro, Zambrano respaldó a los dos aspirantes presidenciales perredistas que se inconformaron por no pasar a la segunda ronda del proceso interno. Y arropado por los militantes del partido, anunció el retiro momentáneo en los trabajos de la contienda interna para definir al próximo candidato presidencial de la oposición.  

Las sillas reservadas con el logotipo del PRD fueron ocupadas por otros invitados, del PAN, del PRI y de la sociedad civil. 

Aunque los aspirantes ciudadanos, Israel Rivas, Sergio Ibán Torres y José Jaime Enríquez, que tampoco pasaron a la segunda etapa de la contienda, sí asistieron al foro, a diferencia de Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera que se inconformaron por los resultados. 

Los panistas y priistas convocaron a la unidad. Santiago Creel pidió a Zambrano conciliar los puntos de desencuentro y Xóchitl Gálvez le expresó “nos haces falta”.

Se olvidan de sociedad civil

Durante 90 minutos, los cuatro aspirantes panistas y priistas dialogaron entre ellos y hablaron de la alianza entre PAN, PRI y PRD, pero no mencionaron a las organizaciones civiles que los han acompañado en la conformación del Frente Amplio por México. 

Con excepción de Paredes, desde Gálvez, Creel hasta De la Madrid, no hicieron comentarios sobre el trabajo de la sociedad civil que les ha ayudado a recabar firmas, a conformar el Comité Organizador, a organizar las elecciones primarias previstas para el domingo 3 de septiembre. 

Los aspirantes presidenciales tenían otro objetivo la noche del jueves: atacar el movimiento de la “cuarta transformación”.