Debacle en Atlanta. Los Marlins se derrumban y Alcántara no mejora lo suficiente en derrota ante los Bravos

Para ser un momento tan temprano en la temporada, las apuestas eran altas para los Marlins.

En un momento donde confiaban en la recuperación de Sandy Alcántara y en medio de la peor racha negativa, Miami necesitaba a toda costa una victoria y una gran faena de su astro del pitcheo.

Ni lo uno ni lo otro, porque los peces cayeron de manera estrepitosa el miércoles en la noche 6-4 ante sus verdugos tradicionales y tampoco recibieron esa actuación que reforzara la idea de que Alcántara ha dejado atrás los problemas que han plagado su inicio de contienda.

Para echar más sal a la herida, los Marlins dejaron robarse una ventaja de cuatro anotaciones y permitieron que los Bravos se dieran a la tarea de desmontar la diferencia, empatar el encuentro y finalmente tomar el control con cuatro anotaciones en la octava entrada.

Si Alcántara no estuvo del todo bien, peor le fue a un bullpen que hasta el momento venía siendo uno de los mejores de las Grandes Ligas, pero que en esta ocasión se vio superado por el bateo inteligente y constante de los georgianos.

La debacle de Miami comenzó con un cuadrangular de Matt Olsen y luego continuó con un triple de Eddie Rosario y un sencillo de Vaugh Grissom, que remolcaron carreras antes de que Dylan Floro realizara un error en tiro a la goma que redondeó la cuarta del episodio.

Luego de tres derrotas en fila y dos de ellas en la capital de Georgia, Miami sentía nuevamente el yugo de un equipo que les había ganado ocho de sus últimos encuentros con esa mezcla de talento, inteligencia y ética de trabajo que el antiguo manager, Don Mattingly, solía denominar como “el estandarte dorado de la división’’.

Tres cuadrangulares solitarios de Jesús Sánchez, Jazz Chisholm y Avisail García respaldaron a un Alcántara que todavía no alcanza a replicar de manera consistente su mejor versión de la temporada pasada tras una actuación de 5.2 entradas de dos anotaciones, incluyendo un jonrón de Ronald Acuña en el sexto capítulo.

Alcántara, quien llegó con una efectividad de 5.47 y de dos actuaciones complicadas ante Filadelfia y Arizona donde permitió de manera combinadas 12 anotaciones limpias, ahora se vio algo mejor al soportar cuatro imparables y seis ponches.

Sin embargo, tres boletos -dos de ellos para llenar las bases en el sexto episodio y que pusieron punto final a su salida- obligaron al manager Skip Schumaker a sacarlo del encuentro antes de que se le escapara el juego, porque en ese momento Atlanta venía con malas intenciones.

Con los ángulos congestionados, el relevista Huascar Brazobán permitió un sencillo de Grissom que impulsó la segunda de los Bravos, pero Rosario fue puesto out en la goma al tratar de anotar desde la intermedia gracias un certero tiro de García desde el jardín izquierdo.

Para Miami resulta imprescindible que Alcántara pueda retornar al lanzador dominante de hace unos meses, más ahora que la rotación se muestra debilitada con las lesiones de Johnny Cueto y Trevor Rogers, quienes aún no tienen fecha de regreso.

Si los cuadrangulares de Sánchez en la segunda, Chisholm en la tercera y García en el cuarto fueron relevantes, igualmente lo fue una carrera forzada en la sexta cuando Jon Berti negoció pasaporte con las bases llenas ante el relevista MIchael Tonkin, quien vino tras el abridor Bryce Elder.

Miami, sin embargo, no podría hacer más nada a la ofensiva y solo le quedó contemplar su propio derrumbe.