De película: un ex funcionario argentino quiso esconder más de 8 millones de dólares en un monasterio
Como en Breaking Bad, que intentaban enterrar dinero en la arena. O Los Soprano, serie de culto, en la cual Tony Soprano utilizaba el geriátrico de su tortuosa madre para esconder el botín. Lo que sucedió esta semana en Argentina podría ser un guión perfectamente pensado, pero, una vez más, en el país del sur, la ficción supera a la realidad: un ex funcionario de alto rango intentó esconder más de 8 millones de dólares en un monasterio.
Lo cierto es que ya hace mas de medio año que el kirchnerismo abandonó el poder. Retirado del el eje Nación, Provincia y Ciudad de Buenos Aires, donde gobierna el macrismo, sigue sin embargo siendo noticia. Y la mayoría de las veces, por causas de corrupción. Pero esta vez el caso tomó un carácter cinematográfico nunca antes visto.
José López fue apresado cuando intentaba esconder una enorme valija con más de ocho millones de dólares, euros, reales qataríes y joyas. Pero eso no es todo: se encontraba en un monasterio, en una localidad de la Provincia de Buenos Aires, que ofició de locación estratégica para los negociados del kirchnerismo. Un arzobispo cómplice, dos ex presidentes y Julio De Vido, los personajes clave de esta historia que podría terminar de cualquier manera.
Quiénes son José López y el arzobispo Héctor di Monte
Su contacto con Julio de Vido era fluido. Tan fluido como con los Kirchner. De hecho, por lo bajo se asegura que fue él quien se encargó de limar asperezas entre los gobiernos kirchneristas y la Iglesia, una comunión tan trabada como la historia del peronismo con el poder eclesiástico en la Argentina.
El arzobispo emérito Héctor di Monte fue un prelado clave para los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner. Actualmente vivía en el monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima de General Rodríguez, en Provincia de Buenos Aires:
La relación viene desde hace mucho. Luego de asumir su presidencia en 2003, Néstor Kirchner emitió un decreto para restaurar una basílica, la de Nuestra Señora de Luján, localidad de la que Di Monte era arzobispo emérito. Fue Cristina quien siguió, luego, con las obras para reparar la basílica.
Di Monte no se ahorraba elogios para Néstor Kirchner: “Tengo que decir que nunca nadie hizo tanto en lo material por este monumento histórico que es el santuario de Nuestra Señora de Luján, desde 1935 en que se inaugurara hasta hoy, como usted y su gobierno”, había asegurado en 2007 el prelado cuando Kirchner participó de un acto junto a él.
Julio De Vido, por su parte, ex ministro de Planificación Federal (esto es, dedicado a la obra pública en el país), iba más allá en cuanto a su vínculo: “Es un hombre que fue para mí un guía espiritual, un apoyo durante la gestión y nos marca un camino más allá de la fe. Incursiona en cuestiones terrenales y nos da fuerza fuerzas a los que hacemos política para seguir avanzado en los temas que benefician a la gente”, aseguraba el funcionario cuando Di Monte cumplía -y festejaba con sus amigos de la política - 60 años de sacerdocio.
El arzobisp, que falleció en abril pasado, tenía una demostrada relación con el entorno de los kirchner.
Y fue el nexo clave por el que se puede empezar a explicar el cinematográfico desenlace de esta historia.
José López, in fraganti: quién era y qué estaba haciendo
José López era el secretario de Obra Pública: el número dos de Julio De Vido. Oriundo de la Provincia de Tucumán, hizo su carrera política por esas latitudes hasta que se convirtió en la mano derecha de Julio De Vido.
Nunca tuvo un alto perfil ni fue conocido por la opinión pública. Salvo en una ocasión, cuando Sergio Schocklender, ex apoderado de la fundación Madres de PLaza de Mayo, lo definió como “un hijo de remil putas y ladrón”.“El tema de Vivienda lo manejaba directamente López y fue creciendo en su poder de manejo. Para que López le firme 300 millones de pesos para un programa de mejoramiento barrial a un intendente tiene que haber un vuelto”, había contado Schocklender, quien se vio vuelo también en un escándalo de corrupción allí por 2011.
Lo cierto es que con el correr del tiempo se convirtió en una pieza clave en las sombras del kirhcnerismo. Aquellas que no se conocen, pero que operan con gran peso en la política argentina. Quizás para tener fueros, esto es, inmunidad judicial, se convirtió en integrante del Parlasur.
Un dato más: en su cuenta de Facebook aparece en fotos con una gran cantidad de funcionarios K: del ex candidato a suceder a Cristina, Daniel Scioli, pasando por la mismísima ex presidenta argentina, sin dejar de lado al ex gobernador de San Juan, José Luis Gioja, el ex titular de la Ansés, Diego Bossio -hoy enfrentado al kirchnerismo más cristinista-, intendentes, gobernadores y dirigentes de La Cámpora, la agrupación política ultrakirchnerista.
Así, hoy por la mañana trascendió una imagen impactante:
Varios fajos de dólares que superaban los 8 millones, euros, relojes y un arma de largo calibre marca SIG SAGUER CAL 22 serie XA 033368 con cargador con 25 cartuchos.
La reacción del kirchnerismo: despegarse
La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner no opinó del tema. Sin embargo, desde el kirchnerismo, comenzaron a oírse quejas, actitud poco común de quienes apoyan al kirchnerismo cada vez que se habla de posibles casos de corrupción. Gabriela Cerruti, fervientemente K, se refirió al tema por Twitter:
Diego Brancatelli, incluso, periodista K a ultranza, fue categórico respecto del caso: “Me siento dolido. Hoy no tengo ni fuerzas, ni ganas… Uno que pone el pecho… Como yo hay miles o millones de militantes que lo hacemos desde la honestidad, desde la convicción y desinteresadamente y hoy viendo la cantidad: Shoklender primero, después cae Jaime, después Lázaro… ¡Basta!”, enfatizó desde el programa Intratables, en el que participa.
Así, el desenlace tendrá su fin en los tribunales. López fue trasladado en una dependencia de Moreno, fuera de General Rodríguez (en donde estaba el monasterio donde había sido escondido el dinero).
Con chaleco antibalas, casco y gan protección policial, fue escoltado por el Grupo Halcon, la unidad de tareas que se dedica a estos casos especiales en Argentina.
El comienzo de una historia de película que, en el mejor de los casos y por la lentitud de la justicia argentina, probablemente tenga una resolución poco ágil y llena de sorpresas.