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De cuarentena en el paraíso: los agarró el cordón sanitario danzando en una playa tropical

A unos mil viajeros los agarró la cuarentena danzando en un pequeño pueblo de la costa caribeña de Panamá. Ninguno tenía coronavirus COVID-19 pero las autoridades panameñas ordenaron un estricto cordón sanitario que se flexibilizó poco a poco.

TOPSHOT - A Panama's health worker checks the temperature of an attendee of the Tribal Gathering festival rock in Cuango, Colon province, Panama, on March 18, 2020. - Hundreds of foreigners participating in a music festival in a remote Caribbean beach in Panama were placed under quarantine with no COVID-19 cases confirmed among them, after the festival was locked down. (Photo by Luis ACOSTA / AFP) (Photo by LUIS ACOSTA/AFP via Getty Images)
(Photo by Luis ACOSTA / AFP) (Photo by LUIS ACOSTA/AFP via Getty Images)

Las imágenes del lugar de confinamiento no se parecía en nada a las de Wuhan, Bérgamo o Madrid. Se trató de Playa Chiquita, una hermosa había de arena fina en la provincia de Colón, a unas tres horas de Ciudad de Panamá.

A Panama's health worker checks the temperature of an attendee of the Tribal Gathering festival rock in Cuango, Colon province, Panama, on March 18, 2020. - Hundreds of foreigners participating in a music festival in a remote Caribbean beach in Panama were placed under quarantine with no COVID-19 cases confirmed among them, after the festival was locked down. (Photo by Luis ACOSTA / AFP) (Photo by LUIS ACOSTA/AFP via Getty Images)

Durante el día, decenas de personas con cuerpos bronceados y semidesnudos meditaban a la sombra de los cocoteros a la orilla del mar. En la noche, se entregaban al ritmo orgiástico de los tambores de un festival que se realiza cada año a finales del invierno boreal, época en la que turistas norteamericanos y europeos migran como las aves hacia el istmo para huir del frío del hemisferio norte.

Los organizadores promocionaron el Tribal Gathering como una oportunidad especial de conocer a indígenas de 60 tribus de todos los continentes y disfrutar de 150 artistas de 30 países. La cita del 2020 era entre el 27 de febrero y el 17 de marzo.

La idea es que cada participante conozca y aprenda de la sabiduría ancestral de culturas indígenas del mundo. “Ofrecemos una plataforma de debate, educación, creatividad y compartir nuestros recursos. Al aprender de nuestros ancianos tribales, podemos convertirnos en mejores custodios del planeta y ayudar a construir un mundo mejor”, dice la página web.

Los que regresaron a casa los primeros días agradecieron a los organizadores una experiencia que calificaron como mágica y sagrada.


Pero el coronavirus COVID-19 se convirtió en pandemia sin que en el festival tribal se dieran cuenta y dos días antes del cierre las autoridades sanitarias panameñas declararon estado de emergencia y ordenaron a las 300 personas que permanecieran en cuarentena hasta el 23 de marzo.

Panamá registraba 245 infectados y 3 muertos el 22 de marzo.

La sensación de gozo se transformó en temor ante la presencia de fuerzas del orden público panameño.

"Día 2 de la cuarentena. Abandonados aquí por el gobierno sin ninguna ayuda, bien sea seguridad, alimentos, medicamentos o derechos básicos. Somos como unos 300 que ahora nos quedamos varados aquí por las próximas dos semanas. El ejército todavía está afuera. Este es un loco experimento social y realmente necesita que se escuche y se conozca. ¿Alguna sugerencia? ¿Cómo hacemos que las embajadas nos saquen de aquí? ¿Cómo nos mantenemos cuerdos?", expresó uno de los asistentes en su cuenta de Instagram.

Los visitantes extranjeros angustiados confundieron a la policía con efectivos militares, ya que Panamá disolvió su ejército luego de la invasión estadounidense en 1989.

Cuando el ministerio de Salud descartó la presencia de dos posibles casos positivos que habían presentado síntomas gripales, permitió la salida de los panameños que tuvieran al menos 14 días en país. Pero los que llegaron del extranjero hace menos tiempo, pues tendrán que permanecer en el pueblo costero aunque ya se haya acabado la fiesta.

La incertidumbre también bajó con la llegada paulatina de los enviados consulares de los distintos países. Los primeros en salir fueron los estadounidenses que cumplieron con los requisitos para ser repatriados.

Luego se movilizaron los consultados de Francia, Gran Bretaña y Alemania.

"Todos pudimos sentir instantáneamente el cambio de energía cuando vimos exitosamente que seis autobuses se alejaban ayer con un total de 103 personas. Finalmente el equipo pudo respirar con alivio de que ya no habían problemas burocráticos. Hoy la embajada alemana vino a llevarse su último grupo de 35 personas y pudieron movilizar el público remanente en nuestro autobús para un total de unos 63 más a salvo".

En Playa Chiquita permanecerían por las próximas dos semanas unos 50 miembros del equipo organizador para terminar de desmontar los equipos del festival.

"Estoy tan orgulloso de todo mi equipo que se quedó junto a mí y estuvieron en primera línea ayudando al público, de los chefs que siguieron alimentándonos con comida saludable y el equipo de-rig que siguió trabajando tras bastidores limpiando y desmontando el festival".

No cabe duda que el Tribal Gathering de Panamá del 2020 fue una experiencia inolvidable.