Nuevos datos del Censo 2022: cada vez menos familias son dueñas de las viviendas que habitan
La cantidad de viviendas propias en la Argentina cayó más de siete puntos porcentuales en 12 años, es decir entre los dos últimos censos poblacionales que se realizaron en todo el país, con jurisdicciones donde poco más de la mitad de los inmuebles para residencia familiar son de sus mismos ocupantes. En 2010 la cifra reflejaba que casi el 73% de esas viviendas eran propias, pero en 2022 ese número bajó al 65,5%.
El nuevo dato surge del primer informe detallado que presentó hoy el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) sobre el Censo 2022, cuando se cumple un año del relevamiento territorial que determinó que en la Argentina viven 46.044.703 de personas, un 14,8% más que en 2010. La información difundida por el organismo se vincula con las condiciones habitacionales de las viviendas ocupadas por hogares; durante el resto del año habrá otras presentaciones que terminarán de completar la radiografía federal.
Hasta aquí se sabía que las viviendas eran 17.805.711, con un crecimiento del 28,7% entre censos y poco más de cuatro millones de unidades nuevas, donde viven 23.690.481 mujeres, 22.072.046 varones y 8293 personas X, una variable que se incluyó por primera vez en un censo. El informe actual concentra las conclusiones sobre el acceso al agua potable, el gas y la electricidad, los materiales predominantes de los pisos, el saneamiento, y el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), además del régimen de tenencia.
La ciudad de Buenos Aires tiene el porcentaje más bajo de viviendas particulares ocupadas donde viven una o más personas que son propietarias, con el 52,9% por lo que se infiere que gran parte del resto son unidades para alquilar, aunque también se deben incluir aquellas que están cedidas por trabajo, prestada u otra situación (usurpadas, vacías, en proceso de sucesión, etc.). El dato a nivel país experimenta una curva de descenso histórico porque también había bajado entre 2001 y 2010 al pasar de 74,9% a 72,9%.
En la provincia de Santiago del Estero, con 83,7% se encuentra el mayor conglomerado de inmuebles propios, al igual que en el Norte y Noroeste, ubicándose por encima de la media nacional: Chaco, 75%; Jujuy, 73,7%; Tucumán, 73,7%; Formosa, 73,1%; y Corrientes, 70,3%. En el otro extremo aparecen Tierra del Fuego (55,9%) y Santa Cruz (57,8%).
En toda la Argentina, en el 84,5% de las viviendas particulares se usa agua para beber o cocinar proveniente de la red pública, es decir, que alrededor del 15% restante no tiene acceso a agua potable por razones de precariedad o falta de conexión. Además, solo el 62,6% de los inmuebles ocupados tienen cloacas y en el 58,4% se utiliza gas o electricidad de red para cocinar. Los últimos dos servicios básicos tuvieron un leve incremento desde 2010 cuando fueron del 53,77% y del 57,4%, respectivamente.
Distribución de la población
El acceso a las cloacas muestra escenarios diferentes en todo el país. La ciudad de Buenos Aires es la jurisdicción con mayor porcentaje de desagüe a red pública, con un 99,2% y en el otro extremo se encuentra Misiones, con el 26,6%. En el medio aparecen todas las provincias y Buenos Aires se encuentra entre las peores. En los 24 partidos que componen el Gran Buenos Aires solo el 75,2% de las viviendas cuentan con cloacas y en el resto de la provincia el 78,3%.
En muchos casos se ven escenarios extremos de acuerdo a la jurisdicción y al ítem evaluado. Por ejemplo, el referido al uso del gas y la electricidad donde se observa que en las provincias del Noroeste predominan el uso de garrafas u otros dispositivos por los números que arrojó el relevamiento. Formosa, con el 3% de las viviendas que utilizan gas o electricidad para cocinar, se ubica en el fondo de la lista, cerca de Corrientes (4,5%), Chaco (4,6%) y Misiones (5,4%). Quizá por una razón geográfica y de necesidad climática Santa Cruz presenta el indicador más alto, con 95,6%, al igual que el resto de las provincias de la región estadística de la Patagonia que superan el 85%.
Un dato que se tomó en cuenta para medir la precariedad de las viviendas es el material predominante de los pisos porque es la condición que mejor discriminación arroja sobre el resto de la estructura. “Un piso de tierra indica que el material constructivo de paredes y techos es precario y al revés, un piso con revestimiento indicaría una vivienda con mejores materiales”, explican desde el Indec. En esa línea, la zona más vulnerable del país es la región del NOA y el NEA con 34 departamentos donde menos del 50% de las viviendas tienen pisos con revestimientos. La Ciudad, Santa Cruz y Tierra del Fuego presentan los indicadores más altos.
Aunque ya se había analizado en los censos anteriores en 2022 se profundizó el acceso a las TIC y su penetración en la población. Los resultados muestran que el 78% de las viviendas ocupadas por hogares tienen internet, que el 89,7% cuentan con al menos un celular y que el 59,3% tienen una computadora, Tablet o dispositivo similar. En 2010 el 86% de los hogares contaban con al menos un celular y el 47% tenía computadora.
Tiempos de difusión
Desde el Indec afirmaron que los tiempos de difusión de la información “son los adecuados de acuerdo a la experiencia internacional” y lo que ocurre en otros países, aunque, reconocen, que fueron “muy optimistas” al anunciar que los datos podrían estar antes. “Inglaterra, por ejemplo, hizo un censo 100% digital y tardó un año y medio en poner un dato”, explican. Los problemas iniciales del procesamiento, como el 2% de duplicaciones de planillas digitales y errores no válidos, ya fueron subsanados en los informes anteriores, según informaron.
También hoy el Indec puso online el nuevo geoportal estadístico (que se encuentra en versión beta) que incluye todos los resultados provisionales el Censo 2022 difundidos hasta el momento. Se trata de una aplicación georreferenciada a partir de un desarrollo conjunto entre los equipos de trabajo de población y geoestadística del organismo y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El compromiso asumido hoy, de aquí a fin de año, es presentar otros nueve informes para completar en detalle el relevamiento. Los próximos tendrán que ver con estructura de la población por sexo y por edad, condiciones habitacionales, migración, identidad de género, afrodescendencia, pueblos originarios, educación, fecundidad y salud.