Darío Montero quiere ser Jota Jordi tan fuerte que causa incomodidad

Nadie comprende el nuevo papel de Darío Montero en 'El chiringuito de jugones'. El joven pupilo de Josep Pedrerol, que incluso en alguna ocasión ha llegado a presentar el programa en ausencia del jefe, ha dado un giro de 180 grados en su personaje hasta convertirse en antena en uno de los participantes de la bancada culé más exaltados. Uno capaz de dejar a los análisis de Jota Jordi con la camiseta puesta -de forma literal- en reflexiones mesuradas. En definitiva: un sinsentido.

El encaje de Montero en el espacio nocturno durante la última temporada se está antojando complicado. Siendo uno de los rostros pujantes del equipo del programa, comenzó a adquirir relevancia al realizar las narraciones de los partidos del Barça en 'El Chiringuito Inside'. De ahí a ganar espacio en el 'main event' como especialista en información azulgrana. Un rol en el que se solapaba con José Álvarez, teórico corresponsal en Barcelona, a veces desde el plató, generando una sensación ya extraña en el espectador. No obstante, dos periodistas, diferentes fuentes, sin grandes contradicciones entre uno u otro, aquello se podía llevar.

Sin embargo, es probable que alguien decidiese que doblar posición ahí no tenía sentido. No se sabe si por iniciativa propia o por directriz de la dirección, entonces Montero viró hacia el rol de la opinión. Sobre el papel, imaginamos, se buscaba un Edu Aguirre culé. Es decir, talento local de El Chiringuito que pueda convertirse en una proyección de la afición barcelonista en la redacción. Sin embargo, las soflamas de Montero van tan pasadas de vuelta que nada tiene sentido.

Algunas de ellas por disparatadas se han hecho virales, eso sí. La última, con motivo a una comparación entre los onces titulares del Barcelona y el Bayern. Se trataba de elegir, posición por posición, qué equipo tenía mejores jugadores. Para el joven periodista, en todas las demarcaciones, menos el lateral derecho, el Barcelona salía campeón.

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Desde luego, si el único objetivo era convertirse en hacer ruido sacrificando su credibilidad, incluso en el contexto de suspensión de la incredulidad recomendable antes de sentarse a ver 'El Chiringuito', lo ha conseguido.

En realidad, la jugada no es sino la repetición de su greatest hit, cuando en el mismo juego antes del Clásico con el Real Madrid, puso a todos los jugadores azulgranas por delante de los madridistas. El partido, recordemos, acabó 3-1 y el último Balón de Oro se lo llevó Karim Benzema.

Que Montero probablemente sea del Barça es lo de menos. El periodista, oriundo de Toledo, ha residido en Cataluña e incluso, en el programa, demostró que, durante su estancia allí, se integró a la perfección, incluso aprendiendo catalán. Quizá, en aquella época, o incluso antes, se aficionó al cuadro azulgrana. Da igual. Lo que no aprendió fue a exteriorizarlo, al menos de una forma convincente.

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