Daban a su padre por muerto y recibieron este mensaje 23 años después
Un día febrero de 1993, Richard Hoagland llamó a su esposa de 11 años, Iseler, para decirle que estaba enfermo y necesitaba ir a un servicio de emergencias. Aunque ella quiso acompañarlo, él insistió en que no era necesario.
Fue la última vez que Iseler y sus dos hijos, Matthew, entonces de 9 años, y Doug, de 6, supieron de él.
Las autoridades hallaron el auto del hombre en el Aeropuerto Internacional de Indianápolis, pero Hoagland no había tomado ningún vuelo.
Foto: ABC News
Aunque lo buscaron en todos los hospitales, no había un rastro del hombre.
Ese verano ambos hijos del matrimonio recibieron una tarjeta de cumpleaños de su padre y 50 dólares para cada uno.
“Tal vez en algún momento pronto vamos a llegar a vernos los unos a otros. Apuesto a que ni siquiera me conocerás. Ha pasado tanto tiempo. Cuiden de su madre. Adiós papá.”
La familia, golpeada por la partida del padre y una drástica reducción en los ingresos, perdió la casa y los dos autos.
“Nos destruyó. Él nos dejó sin nada, absolutamente nada. Yo estaba muy afectada”, dijo Iseler a ABC News.
Finalmente, al cabo de 10 años, Hoagland fue declarado oficialmente muerto e Iseler se casó nuevamente y rehizo su vida.
Y ahora, 23 años después, el hombre ha sido hallado.
Foto: ABC News.
Vivía bajo la identidad de Terry Symansky, un pescador muerto en un accidente en 1991.
La policía ha determinado que Hoagland huyó a Florida, se alquiló en la casa del padre de Symansky, halló su certificado de defunción y con esto pudo apropiarse de la identidad del pescador fallecido.
Luego compró una casa en Zephyrhills, Florida, y se casó con una mujer llamada Mary, con la cual tuvo un hijo.
Hoagland habría seguido su vida normal si no fuera porque la familia de Symansky decidió investigar su árbol genealógico en el sitio web Ancestry.com.
Así fue como un sobrino del pescador fallecido supo que su tío aparecía como casado dos años después de haber estado enterrado. La familia contactó entonces a la policía, que desenmascaró a Hoagland.
Cuando admitió su verdadera identidad, el hombre sólo alegó que había tenido problemas con su familia en Indianápolis. Ahora enfrenta cargos por robo de identidad y espera su juicio en la cárcel.