Los últimos días de Trump en la Casa Blanca: caos y desparramo de papeles

El expresidente estadounidense Donald Trump
El expresidente estadounidense Donald Trump

NUEVA YORK.- Cuatro días antes del final de la presidencia de Donald Trump, un empleado de la Casa Blanca se asomó a la Oficina Oval y le sorprendió que las fotos personales del presidente todavía estuvieran acomodadas sobre el escritorio: eso garantizaba que las horas finales serían un frenético caos.

En las adyacencias de la Oficina Oval había cajas de cartón para embalar el contenido de los escritorios de los colaboradores y asistentes personales del presidente Trump, pero las cajas seguían vacías. De hecho, la mesa del comedor privado de Trump estuvo tapada de papeles hasta el último minuto.

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump habla en la Conferencia de Acción Política Conservadora CPAC celebrada en el Hilton Anatole el 06 de agosto de 2022 en Dallas, Texas
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump habla en la Conferencia de Acción Política Conservadora CPAC celebrada en el Hilton Anatole el 06 de agosto de 2022 en Dallas, Texas - Créditos: @Brandon Bell

En la residencia de la Casa Blanca, había pocas señales de que Trump entendiera que su tiempo se acababa. Había unas dos docenas de cajas llenas de papeles, pero nadie las había enviado a los Archivos Nacionales. En las últimas semanas, según información a la que tuvo acceso el diario The New York Times, los colaboradores del presidente saliente habían retirado las cartas del presidente norcoreano Kim Jong-un y se las habían entregado a Trump.

Nadie sabe con certeza dónde fueron a parar esos documentos. Lo que sí queda claro es que la negativa de Trump a devolver los documentos oficiales reunidos durante su presidencia ha desatado una batalla legal totalmente evitable y potencialmente dañosa que amenaza con tragarse al expresidente y algunos de sus colaboradores.

Aunque desde la Oficina Legal y Técnica de la Casa Blanca le habían advertido a Mark Meadows —el último jefe de gabinete de Trump— que las dos docenas de cajas con documentos oficiales que estaban en la residencia presidencial tenían que ser devueltas a los Archivos Nacionales, al menos algunas de esas cajas, incluidas las que contienen las cartas de Kim y algunos informes altamente clasificados, fueron despachadas a Florida. Según numerosas fuentes al tanto de esos movimientos, ese material fue almacenado en distintos lugares dentro de Mar-a-Lago, el club privado exclusivo para socios que es propiedad, hogar y oficina de Donald Trump.

A principios de este año, esos movimientos y la prolongada negativa de Trump a devolver los documentos que tiene el Florida para que ingresen a los Archivos Nacionales impulsaron una investigación del Departamento de Justicia. Y este mes, los fiscales obtuvieron una orden de allanamiento para ingresar a Mar-a-Lago en busca de los documentos faltantes, incluidos algunos referidos a temas sensibles de seguridad nacional. Las últimas presentaciones judiciales revelan que la investigación avanza y se expande, y ahora los fiscales apuntan a posibles graves violaciones a la Ley de Espionaje y obstrucción de la justicia.

Consultados al respecto, los voceros de Trump no quisieron hacer comentarios. Trump ha denunciado que el allanamiento del FBI a Mar-a-Lago es una “caza de brujas”. El abogado del exjefe de gabinete Mark Meadows tampoco quiso hacer declaraciones.

Un coche de policía se ve fuera de la residencia del ex presidente estadounidense Donald Trump en Mar-A-Lago, Palm Beach, Florida, el 8 de agosto de 2022.
Un coche de policía se ve fuera de la residencia del ex presidente estadounidense Donald Trump en Mar-A-Lago, Palm Beach, Florida, el 8 de agosto de 2022. - Créditos: @GIORGIO VIERA

Los abogados y colaboradores de Trump conocían bien la Ley de Registros Presidenciales de 1978, que rige estrictamente el manejo de los documentos generados en la Oficina Oval, por más que Trump la incumpliera de manera rutinaria. Donald McGahn, a cargo de la Oficina Legal y Técnica cuando asumió Trump, estableció un protocolo para el manejo de los documentos e instruyó a los miembros del personal sobre los alcances de la ley, según señalan varios exfuncionarios. Tras las elecciones de 2020, funcionarios del gobierno mantuvieron conversaciones sobre la forma de recuperar los documentos que Trump había acumulado en el sector residencial de la Casa Blanca.

Hacia el final del gobierno de Trump, el abogado a cargo de la Oficina Legal y Técnica, Pat Cipollone, y su segundo Patrick Philbin, eran muy conscientes de que el manejo de documentos por parte del entonces presidente era un problema en potencia, según personas bajo su órbita.

Pero no está claro cuánto margen tenían para lidiar con el problema. De hecho, según las mismas fuentes, Trump amonestó repetidas veces a Cipollone por oponerse a sus intentos de subvertir la victoria de Joe Biden.

En su momento, los antecesores inmediatos de Meadows —el último jefe de gabinete del presidente Barack Obama, Denis McDonough, y el último jefe de gabinete del presidente George W. Bush, Joshua Bolten— pusieron equipos de personas a rastrillar y limpiar las oficinas del Ala Oeste de cualquier material que perteneciera a los Archivos Nacionales.

No está claro si Meadows tomó alguna medida semejante, pero en las últimas semanas del mandato de Trump, la Casa Blanca envió un email a todas sus reparticiones con instrucciones sobre la devolución de documentos. Meadows hizo un seguimiento de esas mensajes y alentó a las oficinas a cumplir las instrucciones, según una persona familiarizada con eso intercambios.

 Una vista del complejo Mar-a-Lago del expresidente estadounidense Donald Trump en Palm Beach, Florida. Trump dijo que el FBI registró Mar-a-Lago, su club privado y su residencia, y abrió una caja fuerte
Una vista del complejo Mar-a-Lago del expresidente estadounidense Donald Trump en Palm Beach, Florida. Trump dijo que el FBI registró Mar-a-Lago, su club privado y su residencia, y abrió una caja fuerte - Créditos: @Charles Trainor Jr

Meadows también aseguró a los miembros del personal de la Casa Blanca que hablarían con Trump sobre la seguridad de los registros, según dos personas con conocimiento de la situación.

Pero a principios de 2021, después de que Trump dejó la Casa Blanca, los funcionarios de los Archivos Nacionales se dieron cuenta de que faltaba material importante.

Entre otros, se comunicaron con Scott Gast, exintegrante de la Oficina Legal y Técnica durante el gobierno de Trump, y con Patrick Philbin.

Los funcionarios de los archivos tenían especial interés en recuperar la correspondencia perdida del líder norcoreano y la carta que Obama le dejó a Trump sobre el escritorio cuando asumió. También le preguntaron a Gast y Philbin sobre el destino de las dos docenas de cajas que habían estado en parte residencial de la Casa Blanca durante los últimos días de la administración. Philbin prometió colaborar para que ese material llegara a los Archivos y contactó a Meadows, quien también se habría comprometido a ayudar para que así fuese.

Pero los archivistas no lograron nada hasta enero pasado, cuando se trasladaron a Mar-a-Lago y recuperaron 15 cajas con documentos. Posteriormente, se comunicaron con el equipo de Trump para informar que había faltantes en los registros de redes sociales y que se habían enterado de que los miembros del personal de la Casa Blanca no habían conservado los mails de asuntos oficiales que enviaban desde sus cuentas de correo personales.

Los Archivos Nacionales dieron entonces intervención al Departamento de Justicia. Hace unos meses, el FBI interrogó a Philbin y Gast sobre las cajas, y en algún momento Cipollone también fue entrevistado. Para las audiencias se conformó un gran jurado.

En junio, uno de los abogados de Trump firmó una declaración en la que afirmaba que todos los documentos importantes o marcados como “clasificados” ya habían sido devueltos. Más tarde, el Departamento de Justicia se presentó ante un juez federal de Florida, y con la sospecha de la posible comisión de delitos federales consiguió la orden que precipitó el allanamiento del 8 de agosto en el club de Trump en Mar-a-Lago.

Los funcionarios de los archivos tenían especial interés en recuperar la correspondencia perdida del líder norcoreano y la carta que Obama le dejó a Trump sobre el escritorio cuando asumió.
Los funcionarios de los archivos tenían especial interés en recuperar la correspondencia perdida del líder norcoreano y la carta que Obama le dejó a Trump sobre el escritorio cuando asumió.

Si Trump o Meadows necesitaban un modelo a seguir sobre el manejo de documentos oficiales, lo tenían al lado, en la oficina del vicepresidente Mike Pence.

Dos de los máximos colaboradores de Pence — su jefe de gabinete, Marc Short, y su asesor legal, Greg Jacob— supervisaron la clasificación y el embalado de todos sus documentos de gobierno, según tres exfuncionarios que presenciaron la tarea.

Su objetivo: asegurarse de que Pence dejara el cargo sin un solo papel que no le perteneciera.

El día de su asunción, cuando Biden llegó a la Oficina Oval encontró una carta de Trump esperándolo en un cajón. Luego Biden comentaría que la carta de Trump era mucho más amable lo que el flamante presidente había presentido.

Esa carta tal vez sea el primer documento que Biden tenga que entregar a los Archivos Nacionales cuando abandone la Casa Blanca.

Traducción de Jaime Arrambide

Por Maggie Haberman, Katie Benner y Glenn Thrush