‘No hay día que no piense en él’: El duelo de una madre se convierte en celebración en el Día de Muertos

Aunque su hijo mayor murió hace más de dos años, Jessica Torres espera su visita cada 2 de noviembre. Se sienta frente a la ofrenda, un altar que instala en su casa para honrar su memoria, acompañada de su esposo y sus otros cuatro hijos hasta que el reloj marca la medianoche.

Según la tradición, es entonces cuando aquellos que han trascendido a la otra vida regresan en espíritu para visitar a sus seres queridos. Entonces Torres, como miles, tal vez millones de personas en todo el mundo, abraza el Día de Muertos como una forma de celebrar con aquellos que han fallecido, en lugar de lamentar su pérdida.

“Espero con ansias este día durante todo el año”, dijo Torres. Aunque dijo que no hay un día en el que no piense en Chris, la celebración alivia su dolor.

Él está presente en cada abrazo cuando es saludada por sus amigos, en cada risa cuando recuerdan algo que hizo y en cada lágrima cuando ella recuerda lo amado que era, dijo.

El miércoles por la noche, a pesar del frío, corrió al cementerio donde fue enterrado, justo antes de que cerraran, para dejarle flores frescas y asegurarse de que las decoraciones de su lápida estuvieran intactas. Es parte de la celebración en México, donde los cementerios cobran vida la noche del 1 de noviembre, cuando cientos de familias decoran las lápidas de sus seres queridos con miles de flores de cempasúchil, velas y sus platillos favoritos. A veces hay bandas que tocan en vivo y algunas personas pintan sus rostros como una calavera.

Esto todavía no es una tradición en el área de Chicago, tal vez porque la mayoría de los cementerios cierran antes de que se ponga el sol. En el All Saints Cemetery en Des Plaines, destaca la lápida del hijo de Torres, dijo.

Para ella es un espacio sagrado donde conectarse con su hijo. A veces, para su cumpleaños u otras ocasiones especiales, la familia trae una banda de música vivo aunque no esté permitido.

“Era un niño feliz y humilde”, recordó su madre.

Después de que él muriera en un accidente automovilístico en DuSable Lake Shore Drive, cerca de Gold Coast, temprano en la mañana del 17 de junio de 2021, ella visitó el cementerio todos los días durante más de un año.

El dolor de perderlo ha sido profundo, dijo. Él era su primer hijo.

“Mi primer amor”, dijo. De alguna manera, la tradición mexicana la ha ayudado a vivir con el dolor y recordar a su hijo con amor y alegría, agregó Torres.

Murió demasiado joven, “pero dejó un gran impacto en nuestras vidas”, dijo la madre.

Su sueño era iniciar una empresa constructora que dirigiría con su padre. En su memoria y bajo su nombre, Torres y su esposo finalmente registraron su negocio recientemente.

Se llama Construcción CJ Torres.

Las celebraciones del Día de Muertos se han vuelto más populares en los últimos años, según Cesáreo Moreno, curador en jefe y director de artes visuales del Museo Nacional de Arte Mexicano en Chicago. Él atribuye el aumento a la cultura pop, como las películas y otros programas, pero también a una generación más joven comprometida con la preservación de su cultura y el verdadero significado detrás de ella.

Cada año durante las últimas dos décadas, el museo ha organizado el Día de los Muertos Xicágo el 28 de octubre, donde cientos de familias de toda la ciudad se reúnen para celebrar la vida de sus seres queridos fallecidos creando y exhibiendo ofrendas.

Cómo se celebra el Día de Muertos en Chicago (explicado en inglés y español)

El Día de Muertos es una fiesta sagrada para muchos. Es emocional para quienes todavía están aprendiendo a afrontar una pérdida y también sirve como consuelo para quienes se niegan a aceptar que alguien se ha ido.

Gabriela López perdió a uno de sus hermanos, Roberto Jesús López Jr., en septiembre. Aunque ella y su familia habían celebrado el Día de Muertos durante mucho tiempo, el fallecimiento de su hermano fue repentino y dejó a toda la familia en shock, dijo.

“Fue demasiado doloroso crear una ofrenda este año”, dijo Gabriela López.

Pero algunos de sus amigos decidieron participar del evento en el museo e invitaron a su familia a ver la ofrenda que crearon en honor a Roberto.

Cuando llegaron Gabriela López y su familia, lloraron.

“Era como si él estuviera allí”, dijo. Había una parrilla y sus herramientas de jardín, su foto, por supuesto, e incluso algunas bebidas.

Justo antes de morir, había invitado a sus amigas Elizabeth Fernández, Patricia Martínez y Erika Guzmán a una comida al aire libre con carne asada.

No sucedió, por lo que la reunión en su honor fue “curativa”, dijo Elizabeth Fernández.

“Como si nada hubiera cambiado por un momento”.

Durante los últimos siete años, ha sido el recuerdo de sus padres, quienes fallecieron con un año de diferencia, lo que ha unido a la familia, dijo Nelly Valdez Viramontes.

Su hermano y ella se reúnen todos los años para crear una ofrenda para sus padres y para otros familiares fallecidos.

Llorar juntos y celebrarlo “nos permite mantenernos unidos y atesorar estos pequeños momentos porque la vida es corta”, dijo Valdez.

El espíritu de sus padres vive a través de sus hijos, especialmente cuando están juntos, agregó.

larodriguez@chicagotribune.com

Este texto fue traducido por Leticia Espinosa/TCA