Segundo día del juicio penal contra Trump: cinco puntos clave

El expresidente Donald Trump frente a la sala del tribunal a su regreso de un descanso para comer el primer día de su juicio penal en el tribunal penal de Manhattan en Nueva York, el 15 de abril de 2024. (Jefferson Siegel/The New York Times)
El expresidente Donald Trump frente a la sala del tribunal a su regreso de un descanso para comer el primer día de su juicio penal en el tribunal penal de Manhattan en Nueva York, el 15 de abril de 2024. (Jefferson Siegel/The New York Times)

NUEVA YORK — Después de que en el primer día de selección del jurado para el juicio penal contra el expresidente Donald Trump se rechazaron decenas de posibles jurados que afirmaron no poder mantenerse imparciales, los primeros integrantes del jurado fueron elegidos el martes frente a la mirada aguzada del acusado.

La selección ocurrió tras una sesión matutina en la que muchos más posibles miembros del jurado indicaron que no podían examinar el caso sin sesgo y quedaron claras las dificultades de elegir un panel en Manhattan, un condado de profundas raíces demócratas.

Trump, de 77 años, está acusado de falsificar alrededor de 35 registros mercantiles con la intención de ocultar un pago a una actriz de películas para adultos, Stormy Daniels, quien afirma haber tenido un breve encuentro sexual con él en 2006.

De ser condenado, podría quedar en libertad condicional o ser encarcelado hasta cuatro años. Trump niega haber tenido relaciones con Daniels; sostiene que es inocente y considera que los cargos en su contra son una “cacería de brujas” orquestada por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, de afiliación demócrata.

Estos son los cinco puntos clave del segundo día de juicio de Trump:

El proceso avanza con una agilidad inesperada

El expresidente Donald Trump tras dialogar con periodistas frente a la sala del tribunal el primer día de su juicio penal en el tribunal penal de Manhattan en Nueva York, el 15 de abril de 2024. (Jefferson Siegel/The New York Times)
El expresidente Donald Trump tras dialogar con periodistas frente a la sala del tribunal el primer día de su juicio penal en el tribunal penal de Manhattan en Nueva York, el 15 de abril de 2024. (Jefferson Siegel/The New York Times)

Se espera que el juicio dure por lo menos seis semanas, según el magistrado Juan Merchan, quien está encargado de presidirlo, e incluso algunos funcionarios de tribunales advirtieron que la selección de 12 miembros del jurado y varios suplentes podría tardar dos semanas.

Sin embargo, Merchan, un jurista veterano conocido por su estilo práctico, ha mantenido ágil el proceso. Antes de abandonar la sala el martes, les tomó juramento a otros 96 posibles integrantes del jurado, que regresarán el jueves (los miércoles se suspenden las actividades del juicio), por lo que es posible que esta misma semana quede integrado el jurado.

A las siete personas seleccionadas para el jurado se les instruyó que debían regresar el lunes. Merchan comentó que, si se designan miembros del jurado a este mismo ritmo, es posible que ese día arranquen las declaraciones de apertura.

La fiscalía hizo muchas preguntas, mientras que la defensa hizo básicamente una

Los posibles integrantes del jurado responden un conjunto de 42 preguntas básicas, muchas de ellas con incisos, y luego los abogados les hacen preguntas directas.

En el caso de la fiscalía, estas preguntas fueron sobre principios jurídicos, los testigos con puntos débiles y los acuerdos de inmunidad, además de averiguar si creían que alguien puede ser culpable de delitos que ayudó a planear, pero no a cometer. Los fiscales también les hicieron preguntas a los posibles miembros del jurado sobre sus sentimientos hacia Trump, pero insistieron en que eso no tenía ninguna relevancia.

“Este caso no tiene nada que ver con su ideología política personal”, le aclaró al grupo el fiscal Joshua Steinglass.

En cambio, el equipo de la defensa, encabezado por Todd Blanche, mostró una gran preocupación con respecto a los sentimientos de los posibles miembros del jurado hacia el expresidente, pues preguntó en repetidas ocasiones: “¿Cuál es tu opinión del presidente Trump?”.

Puso especial énfasis en recordarles a los posibles integrantes del jurado que Trump era inocente hasta que se demostrara su culpabilidad.

“No tiene la obligación de hacer nada”, subrayó Blanche.

Trump es uno en la sala y otro fuera de ella

En el interior del lóbrego tribunal de Manhattan, Trump, un artista y vendedor de corazón, no tiene permitido decir lo que piensa. De hecho, el lunes quedó advertido de que no se tolerarían arrebatos. A diferencia de los otros juicios que ha enfrentado, no ha causado ningún alboroto significativo.

Fuera de la sala es otra cosa. Trump se ha dedicado a hablar con los periodistas (y sus cámaras, por supuesto) en ráfagas breves de ataques contra el caso y las decisiones del juez.

Esa estrategia continuó el martes por la mañana, cuando se detuvo antes de ingresar a la sala para decirles a los periodistas que el juicio “nunca debería haberse promovido”. Señaló, como ha hecho en muchas otras ocasiones, que Merchan es “un juez que odia a Trump”.

Trump no ha evitado por completo los momentos de fanfarronadas dentro de la sala. Después de que Blanche le hizo preguntas a un posible integrante del jurado sobre un video de sus redes sociales que hacía pensar que apoyaba al presidente Joe Biden, Trump farfulló algo en voz baja.

Eso hizo enfadar a Merchan.

“No permitiré que en esta sala se intimide a ningún miembro del jurado”, advirtió el juez.

Los miembros del jurado han compartido mucho sobre su vida… quizá demasiado

El mes pasado, Merchan resolvió que no se daría a conocer públicamente el nombre de los posibles miembros del jurado.

No obstante, muchos de ellos han compartido información que podría permitir su identificación, incluso el nombre de sus patrones. Una de ellas, que trabaja para la ciudad, reveló para qué agencia. Otra compartió el nombre de la empresa de tres personas de la que es propietaria junto con su esposo.

En la orden de 7 de marzo en que estableció el anonimato limitado, Merchan explicó que esa medida evitaría los sobornos o el acoso a los miembros del jurado. Pero algunos de los posibles miembros revelaron información delicada por su cuenta y el juez no dijo nada.

Hay risas ocasionales

Varios abogados y expertos en la selección de jurados destacan que este proceso es uno de los elementos más cruciales de todo juicio, y mucho más si se trata del primer juicio penal de un expresidente estadounidense. El ánimo en la sala de Merchan el martes era de tensión, mientras los abogados de ambos lados intentaban determinar si había sesgos o hechos que pudieran darles ventajas.

Con todo, no faltaron los momentos de humor. Cuando le preguntaron si conocía a alguien dedicado al campo legal, una de las posibles integrantes del jurado respondió que había “salido con un abogado por un tiempo”.

Después de hacer una pausa, añadió: “Terminó bien”.

Otro posible miembro del jurado, residente del Lower East Side, provocó risas con su respuesta muy típica de Nueva York cuando le preguntaron qué hacía en su tiempo libre.

“No tengo tiempo libre”, respondió.

Cuando otra posible miembro del jurado preguntó si el hecho de que planeaba casarse en septiembre sería un conflicto, Merchan sonrió.

“Si seguimos aquí en septiembre sería un verdadero problema”, respondió.

c.2024 The New York Times Company