Día Internacional de la Educación. Por qué los padres prefieren las instituciones privadas para sus hijos
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra hoy el Día Internacional de la Educación, una “poderosa herramienta” e “inversión a largo plazo” para combatir los retos del futuro, como “las desigualdades persistentes, la creciente discriminación, los discursos de odio y la violencia”. A nivel mundial, el panorama es alarmante: 244 millones de niños y jóvenes están sin escolarizar y 617 millones no pueden leer ni tienen los conocimientos básicos de matemáticas, según el organismo internacional.
En lo que respecta a nuestro país, no es novedad que el sistema educativo argentino está en crisis. Siete de cada 10 estudiantes no alcanza niveles básicos en matemática, mientras que cinco de cada 10 no logra los mínimos de desempeño en lengua y ciencias, de acuerdo con el informe ¿Cómo le fue a Argentina en las pruebas PISA 2022?, realizado por el Observatorio de Argentinos por la Educación. Además, en el documento se detalla que, de los 81 países que participaron, la Argentina quedó en el puesto 66.
Así, en coincidencia con este día internacional que invita a la reflexión sobre la crisis de este sector, la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y la consultora Voices! difundieron un informe titulado Desafíos y Nivel de Educación en Argentina. El estudio, del que participaron 1093 personas -de diferentes niveles socioeconómicos y mayores de 16 años- a través de encuestas online y presenciales, revela una fuerte preferencia por la educación privada por sobre la pública.
Pública vs privada
El informe sostiene que el 83% que cursa o envía a sus hijos a escuelas primarias de gestión privada calificó su calidad como “buena” o “muy buena”, el 14% lo hizo de manera “regular” y el 2%, “negativa”. En lo que refiere al sector estatal, apenas un 64% la punteó como “buena” y “muy buena” -una diferencia de 19 puntos con respecto a lo privado-, 27% “regular” y 9% “mala o muy mala”.
En la educación secundaria, la situación presenta estadísticas similares. El 77% que cursa o envía a sus hijos a escuelas secundarias privadas definió su calidad como “buena” o “muy buena”, el 17% “regular” y el 2%, “negativa”. En el sector público, las apreciaciones fueron: 64% “buena y muy buena”, 27% “regular” y 7% “mala o muy mala”. De esta manera, se calcula una diferencia de más 13 puntos entre lo privado y lo público con respecto a las opiniones positivas.
Sin embargo, el nivel universitario satisface las necesidades de sus estudiantes tanto en el sector público como privado. En el primero, el 85% la calificó como “buena” y “muy buena”, mientras que en el segundo, el 90%.
Los motivos
En principio, el 63% de los encuestados elige una escuela privada para sus hijos para “evitar la pérdida de clases por paros o ausentismo docente” y un 62% por “calidad de la educación en general”, tanto en el nivel primario como en el secundario. Al respecto, Solange Finkelsztein, coordinadora de investigaciones de UADE, precisó: “Las mujeres, los niveles socioeconómicos más bajos y los residentes del Gran Buenos Aires son quienes en mayor cuantía se muestran con esta motivación”.
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Entre otras razones, los participantes mencionaron la pedagogía que se aplica (28%), una mejor infraestructura (24%), la comunidad de familias que asisten (20%), por ser un colegio bilingüe (17%), mejores docentes (11%) y por el prestigio del colegio (8%).
Desafíos de la educación media
Dado que la educación secundaria representa un momento clave en la formación de una persona, donde el objetivo no solo es el aprendizaje de contenidos, sino también el desarrollo de habilidades, los encuestados fueron consultados con respecto a los desafíos que esto conlleva.
Un 55% señaló como principal desafío “mejorar la calidad (planes de estudio y contenidos)” del nivel secundario. En este sentido, se destacó mayormente la clase alta y media alta (59%).
El presupuesto, por su parte, representó un 29% para la clase alta y media alta, mientras que un 27% para aquellos con bajos recursos. Como uno de los principales desafíos, también se mencionó “la educación basada en los problemas del mundo real”. Aquí tuvieron un mayor protagonismo familias de posición económica media y media alta, con un 27%.
Otras cuestiones puntualizadas, aunque en menor medida, fueron: mayor acceso a la tecnología, mejorar la formación de los docentes, integración de los alumnos con el mundo laboral, implementar medidas de evaluación de calidad de la enseñanza y mejorar el salario de los docentes.